Título: Polilla Autora: Alba Muñoz
Páginas: 192
Editorial: Alfaguara
Precio: 19,90 euros
Año de edición: 2024
«Llevo tres días encerrada y no quiero salir. Lo del encierro no es
una forma de hablar: él tiene la llave. Ahora vivo en esta cama». Así empieza esta misteriosa, oscura e inquietante novela, con una historia de amor fou, narrada en primera persona por una chica que se ha quedado prendada de chico rubio, un malote duro y anguloso, hijo de madre serbia y padre judío. Estamos en Sarajevo, en los años duros de la guerra y la protagonista inicia un interminable monólogo. Está desnuda, encerrada y se supone que enamorada, enganchada de un joven del que poco sabemos. Poco a poco se despliega una escritura obsesiva e intrigante, que va desvelando progresivamente detalles para que el lector vaya atando cabos y componga una historia.
Parece que el guion de la novela tiene muchos puntos en común con la biografía de la autora, una arrojada periodista recién licenciada y sin trabajo que viaja a la antigua Yugoslavia en busca de la realidad, para investigarla y contarla. Pero aunque la novela está claramente inspirada en su experiencia, nos imaginamos que tiene considerables dosis de ficción, ya que se presenta como novela, pero lo importante es que el significado de lo que se cuenta es verdad en el fondo.
La acción tiene lugar en Bosnia, un país devastado por la guerra y que está atravesando tres transiciones a la vez: del conflicto bélico a la paz, de la dictadura a la democracia y del comunismo al capitalismo, además de pasar de ser parte de Yugoslavia a la independencia. Y en medio de esa situación tan compleja y difícil, la región se convirtió en el mayor burdel de Europa: 99 prostíbulos en solo 11 000 km2. Diversión para excombatientes, traficantes y todo el personal internacional desplazado a la zona. Una ominosa red de trata de blancas en la que estaban implicados soldados de la OTAN, cascos azules, policías, políticos, trabajadores sociales, diplomáticos... Una realidad demasiado sórdida, insoportable.
Hay muchas historias entremezcladas en la trama, historias curiosas, peculiares, que dan buena cuenta de una país distorsionado hasta lo increíble, con cuatro Códigos Penales vigentes a la vez, y de buena gente que intenta ayudar a los demás: Fadila y su ONG de ayuda a víctimas de la trata; Margareth Moth, la cámara neozelandesa que filmó la guerra de Bosnia; Inela, miss Sarajevo 1992, entre las bombas, a la que U2 dedicó un tema; Bobau, locutor de Radio Sarajevo; Amela Efendić, presidenta de una ONG de ayuda a víctimas de la guerra; la matanza de Srebrenica... y mil historias más.
Un caleidoscopio terrible y fascinante, que retrata un pasado que nos gustaría olvidar, entre la novela y el reportaje periodístico, en un ejercicio de estilo narrativo brillante, resuelto con oficio y solvencia. Hay descripciones magistrales, como un retrato sintético de Bosnia en un solo párrafo, y muchas vivencias personales mezcladas con lo que serían noticias objetivas.
Hay frases que se quedan en la memoria y que vale la pena citar para acabar de describir el libro: «... con tanta guerra, los hombres del Este se han vuelto más introspectivos; eso les ayuda a mantener la temperatura en invierno y el misterio durante todo el año», «El dinero mata la naturaleza, arranca y extermina. La pobreza, en cambio, es el mejor abono», «Cuando colgué el teléfono inalámbrico, entendí que iba a viajar a las pesadillas de mis padres», «Europa del Este me recuerda a mi barrio», «Dijo que le molestaba que la gente dijera que tenía una pulsión de muerte, cuando lo que siempre había querido era sentirse viva», «Casarse por amor en tiempos de crisis es estúpido, dice Amina», «No sé lo que estoy haciendo, pero hago lo que quiero».
El título tiene que ver con el apodo que le puso a la autora el padre: la llamaba polilla. Puede ser que esos insectos se vean atraídos por la luz y perezcan abrasados, pero me parece que estamos ante una polilla que sabe sobrevivir. Una novela muy especial, sobre una realidad poco tratada literariamente, dura y terrible, bella y lúcida, muy bien escrita, con oficio y pasión, de una autora con alma de periodista y, como a veces se dice, con tinta en las venas.
Alba Muñoz (Barcelona, 1985) es una escritora y periodista española. Empezó a escribir de niña, porque quería un perro y necesitaba redactar una buena carta para los Reyes Magos. Estudió Periodismo y al no tener oportunidades de trabajo, se fue con una expedición a Bosnia y Herzegovina, experiencia que la marcó profundamente.
Desde entonces ha trabajado como freelance en los Balcanes, Oriente Medio y el Sudeste Asiático. En 2018 y 2019 estuvo en Sudáfrica, desde donde escribió para El País y 5W. Ha colaborado con la BBC, 20 Minutos, La Vanguardia, El Mundo, El Diario, El Diario, FronteraD y la revista digital PlayGround Magazine. Ha dirigido el documental, Now You Are a Woman, que ganó el Premio del Público en el Festival de Cine LGTBI del Centro Niemeyer.
Polilla es su primera novela. En este enlace, podéis leer una interesante entrevista realizada a esta escritora.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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