Biblioteca pública Jose Luis Sampedro, en Felipe el Hermoso, 4 Madrid |
Según datos del Ministerio de Cultura de hace dos años, el número total de bibliotecas en España ha disminuido en los últimos 10 años un 13 %. Han pasado de ser 6835 en 2012, a 5931 en 2022, 904 menos. En algunas provincias, ha aumentado el número de ese tipo de centros, como en Álava (+7), Guipúzcoa (+2), Vizcaya (+1), Cantabría (+2), Orense (+2), Huelva (+3) y Jaén (+1), pero ese incremento se ha visto compensado con creces con descensos en otras provincias, como Madrid (-38), Valencia (-20), Zaragoza (-19), Barcelona (-15), Baleares (-14) y otras.
En ese año, en 2012, se alcanzó un máximo histórico, 6835 bibliotecas, es decir aproximadamente una media de una biblioteca por cada 7000 habitantes. Una ratio aceptable. Por otro lado, España ofrece en sus bibliotecas un total de 1,70 libros por habitante: una cifra dentro del rango recomendado por la UNESCO, entre 1,50 y 2,50 libros por habitante, aunque cercano al límite inferior. Pero hay dos problemas: que el número de bibliotecas está decreciendo a un ritmo preocupante y que están infradotadas: los gastos corrientes y de inversión se han recortado en los últimos años, el personal ha disminuido y están abiertas menos horas al año.
Sin embargo, cada vez hay más personas que las usan, el número de lectores ha aumentado un 54 %, de 12 a 27 millones, en ese periodo, de 2002 a 2022, y las bibliotecas han organizado en 2022 136.235 actividades culturales, un 22 % más que el año anterior. En las bibliotecas españolas se encuentran no solo libros, sino también películas, documentales, CD de música, revistas, periódicos, cómics, libros digitales y ofrecen libros recomendados, boletines, clubs de lectura, catálogos en línea, charlas, conferencias, presentaciones, etc.
Las bibliotecas públicas constituyen un recurso esencial para la difusión de la cultura, la igualdad de oportunidades, el fomento de la lectura, la formación continua y la promoción del cultivo de la personalidad y el bienestar social. No suelen aparecer mencionadas en boca de nuestros políticos, pero deberíamos exigirles que tener un buen sistema de bibliotecas en mejora continua sea una de sus prioridades.
Los datos citados proceden del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de la Federación Española de Asociaciones de Archiveros, Bibliotecarios, Arqueólogos, Museólogos y Documentalistas (Anabad). Para más información, véanse este enlace y este informe.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Genial
ResponderEliminarGracias por el comentario. Supongo que es irónico.
ResponderEliminarSalud y libros.