He encontrado en la cuenta de Facebook de National Geographic una anécdota muy bonita. Un estudiante le pregunto a la famosa antropóloga Margaret Mead qué consideraba ella que era el primer signo de civilización, esperando que la respuesta fuera alguna herramienta, un instrumento primitivo de música o algo relacionado con la creación artística. Sin embargo, Mead le dijo que un fémur curado, como el de la foto.
Le explicó que en el reino animal, cuando un ejemplar se rompe un hueso como ése, muere porque o no puede cazar o no puede escapar de sus depredadores, y tampoco puede desplazarse al mismo ritmo que sus congéneres. Pero un hueso reparado significa que alguien se quedó, que alguien cuidó de la persona herida, se preocupó por ella y le dedicó tiempo y atención suficientes hasta que se curó. Por lo tanto, el primer signo de civilización no es ninguna invención, es la compasión, es el ayudar a otros en momentos de dificultad. En esa actitud es donde comienza realmente la civilización humana.
Una historia preciosa, pero... que parece ser completamente falsa. Cuando Gideon Lasco, un despierto antropólogo y médico filipino, encontró la historia en la red y le sonó demasiado extraña, tal y como cuenta en un artículo. La anécdota se ha convertido en un meme que ha circulado en internet de manera imparable. Una de sus primeras versiones procede de la revista Forbes. Sin embargo, no hay ninguna fuente fiable que acredite que Mead dijo eso en sus clases y conferencias. La primera vez que apareció el cuento fue en 1980, pero cuando se le preguntó directamente a la antropóloga en una entrevista cuándo una cultura se convierte en una civilización, su respuesta fue muy diferente. Dijo que se suele hablar de civilización cuando aparecen grandes ciudades, división del trabajo y algún tipo de registro escrito.
Por otro lado, los huesos fracturados y luego soldados suelen hablar más de guerra y violencia que de cuidados. Además, hay ejemplos de huesos reparados en chimpancés jóvenes y el «comportamiento médico» se encuentra en bastantes especies: monos que curan las heridas de otros aplicando insectos, lobos y elefantes que se automedican comiendo hierbas... hay muchos ejemplos. Finalmente, el concepto de «civilización» es problemático y difícil de definir.
Sin embargo, la popularidad de relatos apócrifos y la difusión de memes revela una de los aspectos más característicos y esenciales del ser humano: nuestra necesidad de contarnos unos a otros historias interesantes y evocadoras, que nos enseñen cosas y nos emocionen.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.