martes, 24 de septiembre de 2024

Un amor que destruye ciudades - Eileen Chang

Título: Un amor que destruye ciudades                                                                              Autora: Eileen Chang

Páginas: 128

Editorial: Libros del Asteroide
 

Precio: 17,95 euros

Año de edición: 2016
 
Este volumen, aparecido originalmente en 1943, recoge dos piezas de una de las grandes escritoras chinas del siglo XX: la novela corta Un amor que destruye ciudades y el relato Bloqueados, ambas ambientadas en el Shangái de los años 40. En la primera, los Bai, una familia tradicional, busca pretendiente para una de sus hijas jóvenes y solteras. Pero cuando llega el acaudalado Fan Liuyuan, se queda prendado de otra hermana: la bella y divorciada Liusu, la oveja negra de la familia. Un gran número de conflictos familiares, rencores y problemas saldrán a la luz, en una trama dramática de diálogos punzantes como cuchillos, que a veces parece más una obra de teatro que una novela. Una historia romántica, erizada de dificultades, que retrata toda una época y una sociedad y que, finalmente, acaba razonablemente bien. 
 
En Bloqueados, un tranvía atiborrado de pasajeros se queda atrapado en una zona acordonada. Un hombre maduro intenta flirtear con otra viajera, una profesora que corrige exámenes, para espantar a su sobrino, al que no soporta y que le ha visto. Pero la historia se complicará y no podrá acabar como estaba previsto.

Eileen Chang trata de describir historias cotidianas, de gente corriente, que reflejan los sentimientos y aspiraciones de una clase media emergente en una época de grandes cambios, en la que los usos y costumbres estaban cambiando vertiginosamente. La autora dijo: «Solo quiero escribir sobre las cosas triviales que suceden entre hombres y mujeres; no hay guerra ni revolución en mi obra porque creo que cuando las personas se enamoran, son más inocentes y están más desamparadas que cuando luchan en guerras y revoluciones».
 
El estilo es sofisticado, los personajes están bien esbozados y se describe con precisión una clase burguesa que desaparecería en pocos años bajo la revolución comunista. Un par de textos doblemente exóticos y curiosos, escritos con habilidad y oficio, que se dejan a leer muy a gusto. Sorprenden al lector con refranes, expresiones peculiares y detalles de una sociedad alejada en el tiempo y en el espacio:

«Por alto que sea el árbol, sus hojas acaban cayendo y regresando a la raíz», «Perder el grano por intentar robar un pollo», «Agua lejana no apaga fuego cercano», «Los sueños son los deseos de tu corazón», «Quien se sube a un tigre, difícilmente se baja», «Pero si es ella la que trata de embaucar al hombre, no lo consigue y acaba embaucada, es doblemente libertina y rastrera; matarla sería ensuciar el cuchillo», «Él era solo un hombre egoísta, y ella una mujer egoísta. En aquella época de guerra y caos, no había lugar para los individualistas, pero sí para una pareja corriente», «Se diría que todos los hombres casados del mundo necesitan desesperadamente la comprensión de una mujer que no sea la suya».

Un libro muy recomendable para el que busque leer algo diferente y bien escrito.
 
La traducción del chino es de la sinóloga Anne-Hélène Suárez Girard, hija de Gonzalo Suárez, ya conocida en este blog por otros trabajos, y de Qu Xianghon, formada en Beijing y Barcelona. El resultado es un texto de un español correctísimo y de gran calidad.
 
Eileen Chang (Shangái, 1920-1995) fue una escritora chino-estadounidense. Nacida en una familia burguesa, era descendiente de políticos y gobernadores. Cuando tenía dos años, su familia se trasladó a Tianjin y cuando tenía cuatro, su madre abandonó a su padre al enterarse que tenía un amante. Tuvo profesores privados, pero las fiestas nocturnas y la afición al opio de su padre no fueron influencias muy estabilizadoras. Cuando tenía ocho años, su padre rompió con su amante, su madre volvió y hubo paz en el hogar hasta que sus padres se divorciaron dos años después.

Su madre le introdujo en la literatura y poesía chinas y estudió lengua y literatura inglesas en la Universidad de Hong Kong. Estuvo trabajando en Shangái adaptando novelas al cine y se casó con un político en un matrimonio que duró solo tres años. Cuando triunfó la revolución comunista en 1949, comenzó a publicar relatos, tuvo problemas con la censura y se exilió, primero en Hong Kong y luego en Estados Unidos, donde se casó por segunda vez. Siguió escribiendo y fue profesora en varias universidades estadounidenses, como el Radcliffe College en Cambridge, Massachusetts y la Universidad de California en Berkeley

Se trasladó a Los Ángeles y cuando murió su marido, se encerró en su casa, no quiso ver a nadie y se dedicó solo a escribir en chino y en inglés. Fué hallada muerta en su apartamento en 1995. Según sus deseos, sus cenizas fueron arrojadas al Oceano Pacífico
 
Eileen Chang
 
Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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