Título: La historia de los invertebrados Autora: Mar García Puig
Páginas: 288 pág.
Editorial: Random House
Precio: 18,90 euros
Año de edición: 2023
«Escribir sobre el hecho de ser madre en la década de 1950 fue un acto de subversión, pero confesar que la maternidad fue fuente de angustia, la forma como vinculó su colapso mental e intentos de suicidio con su papel como madre, es de una radicalidad extrema». Es lo que refiere la autora acerca de la poeta Anne Sexton.
Este estupendo libro, a caballo entre el ensayo y las memorias, llega en un momento en el que se reivindica desde muchos ámbitos la necesidad de hablar de los problemas mentales y normalizarlos, así como se hizo con el cáncer y otras enfermedades. Aportar su granito de arena para terminar con la estigmatización a la que han estado sometidas las personas que han sufrido o sufren alguna enfermedad de este tipo es el objetivo de la autora. Y lo consigue.
Mar García Puig, una vez superado el tiempo en el que tanto sufrió y que se desencadenó a raíz del nacimiento de sus mellizos, ha considerado necesario dejar constancia de ello y, aunque presuma que este libro pueda un día ser su «esqueleto en el armario», ha considerado necesario sacarlo a la luz. La razón es que lo siente como un deber hacia quien o quienes les pueda servir de algo, como a ella le sirvieron los muchos libros que en esa época leyó, en especial de psiquiatría, así como leyó con especial interés poesía de mujeres que dejaron constancia de problemas similares a los que ella sufrió.
La autora, filóloga de formación y editora de profesión, además de diputada desde 2015, hace honor a la literatura con una espléndida manera de narrar que combina la erudición con la reflexión personal y el relato de multitud de ejemplos que han jalonado tristemente la muy dura historia de la psiquiatría aplicada a las mujeres. Sin solución de continuidad, con apenas un punto y seguido, es capaz de entretejer de manera armoniosa la tercera y la primera personas del singular, el relato con lo vivido. Relata la historia de padecimientos de muchas mujeres victorianas encerradas en terribles manicomios y sometidas, entre otras crueldades, a lobotomías, sin regodearse en la crueldad y la hilvana magistralmente con la vivencia descarnada de sus propios miedos y obsesiones que explican, nos explican y hacen entender, tanto sufrimiento. También deja constancia de personajes, en su época fueron muy respetados, que consideraban a la mujer, ya no solo sin alma, sino de otros que, como el científico Moebius, no creían compatibles el desarrollo del intelecto y la maternidad. Muy interesantes son también las numerosas referencias mitológicas y sus explicaciones, como la de la bella heroína griega Atalanta que era cazadora y no quería casarse, y cómo elaboró una estrategia para eludir a sus muchos pretendientes, algo parecido a Penélope, pero sin esperar a ningún Ulises.
La fluidez de su escritura hace liviana la lectura, hasta la de las referencias médicas más especializadas, y el interés de todo lo que cuenta nos mantiene alerta para conocer más. En ocasiones, muy especialmente cuando habla de sus hijos, la prosa se torna poética y tierna, sin asomo de empalago, lo que pone el broche literario a la obra.
La vivencia de su puesto como diputada en el Congreso de los Diputados, que estrenó oficialmente el día que dio a luz a sus hijos, es un tema muy presente en sus reflexiones pues considera que hay que desmontar el mito de que la maternidad pertenece al mundo de lo privado, algo separado totalmente de lo público. Era privado cuando la mujer no tenía otra opción que ser esposa y madre —«el ángel del hogar»—, con cuyo escueto nombre Virginia Woolf sintetizó la vida de tantas mujeres. Un dato curioso y significativo que nos da y del que es fácil sacar conclusiones: mientras el 45 por ciento de los senadores varones son padres, solo el 9 por ciento de las diputadas son madres. Y es que, en el momento actual y en el mundo occidental, afortunadamente, el lugar de la mujer en la sociedad va siendo más público a medida que recoge el fruto de sus luchas y se incorpora a ese ámbito público, hasta hace tan poco tiempo exclusivamente masculino, pero aún queda mucho por hacer, incluso en los lugares en teoría más avanzados en feminismo, y es que una cosa es predicar y otra dar trigo.
Un aspecto valiente e interesante del libro es lo que se refiere al todavía defectuoso papel de las mujeres en su propio partido, algo que le acarreó duras críticas de sus propios compañeros. Lo hace sin que quede ninguna duda, pero sin regodearse en ello, lo que se agradece y aumenta la confianza que quien le lee debe tenerle.
Tengo que confesar que era reticente a leer este libro por el hartazgo al que nos impulsan las editoriales que, aunque era necesario en principio, en los últimos tiempos han mercantilizado hasta el extremo el tema de la maternidad que es esencial en este libro, aunque sea la causa desencadenante pero no el eje en torno al cual gira, la enfermedad mental, aunque sea transitoria. Por fortuna, no hice caso de esa prevención y después de leerlo con mucho interés lo recomendaría a muchas mujeres y también hombres, pues facilita la comprensión y la empatía a la vez que hace reflexionar acerca de un tema que ha sido tabú en la sociedad y ante el que todavía quedan muchas reticencias.
¡Buen trabajo, señora diputada!
Mar García Puig (Barcelona, 1977) estudió filología inglesa y realizó dos másteres en ciencia cognitiva y lenguaje. En 2015 fue elegida diputada por Barcelona en el Congreso por En Comú Podem. Desde el primer día decidió que en todas sus comparecencias hablaría de la mujer y del libro.
Publicado por Paloma Martínez.
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