Título: El infierno de los jemeres rojos Autora: Denise Affonço
Páginas: 256 pág.
Editorial: Libros del Asteroide
Precio: 16,95 euros
Año de edición: 2010
No sé si se puede recomendar esta obra a todo tipo de lectores, así directamente y sin anestesia. Lo digo porque es uno de los libros más duros que he leído. Relata hechos reales terribles, que van sucediendo poco a poco y sin descanso, en un crescendo casi insoportable y narrados en primera persona por una testigo de excepción, una superviviente con una resistencia excepcional que sufrió los horrores del régimen de los jemeres rojos en Camboya.
Los jemeres rojos instauraron en Camboya, mediante un golpe de estado, un régimen del terror, inspirado en el comunismo de Mao, que duró cuatro años, desde 1975 a 1979. Durante ese tiempo, devastaron el país, cometieron todo tipo de atrocidades y causaron 2 millones de muertos, el 25 % de la población. En gran parte, directamente, exterminando a los jemeres, extranjeros y a todos los que consideraban anticomunistas, y en parte indirectamente, debido al hambre y las enfermedades que acarrearon las penosas condiciones en las que vivía la mayoría de la población. Un genocidio en toda regla.
Affonço, que debía su apellido a lejanos ascendentes portugueses, era hija de un maestro mestizo y racista, estudió en colegios franceses, tenía pasaporte galo y se consideraba francesa hasta la médula. Profesora y secretaría, casada con dos hijos, sobrevivió al terrible régimen de Pol Pot, que convirtió al país en un campo de exterminio, pero perdió a su marido y a sus dos hijos. Fue uno de los testigos clave en el juicio del dictador y sus colaboradores y delante del jurado, hizo una exposición larga y detallada de lo que había sido su vida. Preparó a conciencia su testimonio escribiendo sus recuerdos en unos cuadernos que luego le sirvieron de base para redactar este libro.
En él, narra en primer lugar su infancia y juventud, cuando como ella misma dice «Con nuestras alegrías y nuestras penas, nuestra vida era un largo río tranquilo». Luego describe la situación del país anterior a la llegada de los jemeres rojos. Primero bajo la monarquía del príncipe Sihanouk y después cuando se instauró, con el apoyo de EE. UU., una república anticomunista liderada por Lon Nol entre 1970 y 1975. A continuación, describe cómo fue el golpe de estado y dedica varios capítulos a su experiencia en el régimen maoísta radical de los jemeres rojos. A pesar de lo duro que resulta conocer el catálogo de atrocidades que cometieron, hay varios puntos importantes en esas páginas: ver hasta qué punto puede llegar la crueldad humana y el desastre deshumanizado en que se convirtió el país; saber cómo se organizó toda una sociedad rural y agrícola, represiva y radicalizada, que abominaba de todo lo que fuera urbanita, tecnológico, burgués, culto y educado, en el que estaban prohibidas cosas como quejarse, llorar, mostrar sentimientos y corregir a los niños, y por último, la experiencia de resistencia extrema de la protagonista, que le permitió sobrevivir a un auténtico infierno.
En los últimos capítulos se describen la liberación que supuso la invasión vietnamita, el juicio de los dirigentes de tan atroz gobierno y unas conclusiones. El libro se completa con una detallada cronología, un mapa y un pequeño álbum de 10 fotografía de la autora y sus familiares.
El texto es bastante sintético. Está compuesto de frases cortas, directas y precisas, que mantienen un tono periodístico y objetivo, bastante contenido para todo lo que cuenta. La redacción es clara, muy ordenada y mantiene una línea lógica en todo momento. En conjunto, es un excelente reportaje de una historia que cuesta trabajo asimilar y la autora tiene la inteligencia de seleccionar un conjunto de detalles y aspectos relevantes que componen un retrato muy completo de lo que fue su vida durante aquellos años.
En fin, un testimonio estremecedor, una obra terrible, en cuya lectura es imposible no llevarse un verdadero disgusto, dura, descarnada y tremebunda, como la realidad que describe. Es imposible imaginarse antes de leerla, hasta qué extremo llegaron allí las cosas. Y aunque uno está ya curado de espanto, la verdad es que a veces hay que interrumpir la lectura para tomar aire. Sin embargo, el libro resulta instructivo, en mi opinión, debido a los tres puntos mencionados. Se aprende hasta qué abismos puede llegar la crueldad y el sadismo del ser humano, en qué consiste un régimen maoísta radical y la capacidad de resistencia que podemos llegar a tener. Impresionante.
La traducción del original en francés es fluida y correcta. Hay que agradecérsela al traductor, escritor, periodista y editor aragonés Daniel Gascón (Zaragoza, 1981).
Denise Affonço (Nom Pen, 1944) es una escritora camboyana. Hija de padre francés y madre vietnamita, trabajaba como secretaria en la embajada francesa en la capital de Camboya cuando los jemeres rojos dieron el golpe de estado de 1975 que instauró un régimen maoísta cruel y despiadado que diezmó la población y produjo enormes sufrimientos.
En 1979, la invasión vietnamita libró al país de ese terrible gobierno del terror. y pocos meses después, Denise testificó en el juicio de Pol Pot y otros jerarcas por crímenes contra la humanidad y genocidio. Las notas que escribió para su declaración le sirvieron de base para escribir este libro, que se publicó en Francia en 2005. Actualmente vive en París desde hace 25 años, ha conseguido rehacersu vida y está felizmente casada con un ciudadano suizo.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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