Título: La maleta
Autor: Seguéi Dovlátov
Páginas: 160
Editorial: RBA
Precio: 18 euros
Año de edición: 2012
El escritor ruso Serguéi Dovlátov emigró a
Estados Unidos desde la Unión Soviética
en 1978, dada la situación de persecución política a la que estaba sometido.
Cuando preparó el equipaje, le informaron de
que sólo podría llevar tres maletas, pero en ese momento se dio cuenta de que
todo lo que quería llevarse cabía en una única valija. Años más tarde, según
cuenta en el prólogo, en el fondo de un armario, encontró esta vieja maleta que
contenía lo siguiente según describe el autor: «Encima de todo había un buen
traje cruzado, una camisa de popelín y unos zapatos envueltos en papel. Más
abajo, una chaqueta de pana forrada de piel sintética. A la izquierda, un gorro
de invierno, de falsa nutria. Tres pares de calcetines finlandeses de crespón.
Guantes de conductor. Y, finalmente, un cinturón militar de cuero».
Cada una de estas prendas de ropa da lugar a
cada uno de los cuentos que conforman este divertido libro titulado «La maleta»,
en el que describe con mucha ironía (me ha recordado bastante a Limonov) y
socarronería el ambiente periodístico y social de la URSS en los años 70.
Cada cuento nos llevará a una etapa de su
vida diferente y a las profesiones a las que se dedicó durante su estancia en
San Petersburgo (Leningrado en aquella época).
Le seguimos como estudiante universitario,
como redactor en varios periódicos de entonces, guardián en un campo de prisioneros,
incluso como actor en un absurdo rodaje que da lugar a una de las escenas más
divertidas del libro. También narra cómo conoció a su esposa Lena y cómo se
quedó sólo cuando ella decidió emigrar a Estados Unidos. Ese hecho lo justifica
con la siguiente frase reveladora: «Y yo decidí quedarme. Era difícil decir
por qué había decidido quedarme. Obviamente, aún no había llegado a un límite
fatal. Aún quería aprovechar oportunidades indefinidas. O quizá aspiraba
inconscientemente a ser reprimido. Eso ocurre. El intelectual ruso que no ha
estado en la cárcel no vale nada…".
En definitiva, un divertido libro
autobiográfico que nos deja con ganas de leer más obras de Dovlátov…
Serguéi Dovlátov
Serguéi Dovlátov (Ufá, 3
de septiembre de 1941
– Nueva
York, 24 de agosto de 1990) era hijo de un director de escena judío y
una correctora armenia durante la evacuación de la Segunda Guerra Mundial. En 1944 la familia regresó a Leningrado. En 1959 entró en la facultad de Filología
de la Universidad Estatal de Leningrado y estudió la lengua finesa durante dos años, pero fue
expulsado. Entonces trabó amistad con poetas como Yevgueni Rein, Anatoli Naiman
y Joseph
Brodsky.
Después fue llamado a hacer el servicio militar y
durante tres años sirvió en las Tropas de Seguridad Interior haciendo guardias en
campos de concentración en la República de Komi. Allí
comenzó a escribir cuentos.
Cuando volvió, entró en la facultad de periodismo de
la Universidad Estatal de Leningrado y trabajó como secretario de Vera
Panova. En 1972 se
trasladó a Estonia, donde trabajó como corresponsal de
los periódicos Sovétskaya Estonia y Vecherni Tallinn. También fue guía del Museo de Pushkin en Mijáilovskoye cerca de Pskov. En 1975 regresó a Leningrado.
Trabajó en la revista para jóvenes Kostior (La Hoguera). No pudo
publicar sus cuentos a causa de que su humor ácido revelaba el teatro del
absurdo que era la vida en la Unión Soviética. El autor como buen postrealista no
calificaba lo que describía, pero ridiculizaba al poder con ironía. Sus cuentos
pudieron ser reproducidos sólo en samizdat y en las revistas de emigrados Continent,
Time and Us.
En 1978 Dovlátov fue expulsado de la Unión de
Periodistas Soviéticos y emigró a Nueva York, donde fue redactor jefe del
periódico ruso El nuevo americano (The New American).
En los Estados Unidos publicó sus cuentos y novelas, y sus 12 libros tuvieron
éxito. También publicó sus obras en la prestigiosa revista The New Yorker.
Publicado por Ana Domingo.
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