Título: El año de Don Camillo
Autor: Giovanni Guareschi
Páginas: 308
Editorial: Planeta
Precio: 5,5 euros
Año de edición: 1987
Los amantes de las simpáticas andanzas de Don Camilo, el inefable y entrañable párroco de un pequeño pueblo del Valle del Po en los años 40, y su antagonista, el alcalde comunista Pepón, estamos de enhorabuena. Después de haber leído con deleite, hace ya unos cuantos años, los dos mejores tomos de relatos sobre esta curiosa pareja, «Don Camilo» (disponible aquí) y « La vuelta de Don Camilo», he descubierto que, además de algún que otro título un poco más flojo, como «El camarada Don Camilo» y «Don Camilo y los jóvenes de hoy», existe una maravillosa edición póstuma de 1986 que recopila bajo el título de «El año de Don Camilo», 40 episodios inéditos de los cientos publicados en revistas y diarios por Guareschi. Eso sí, muy bien seleccionados por sus hijos, así que el resultado es morrocotudo.
Los relatos recorren las cuatro estaciones, a razón de 10 cuentos por estación, y tienen las mismas cualidades de siempre: humanidad, compasión por las debilidades del prójimo, bonhomía, ironía, un humor muy particular y una manera ingeniosa y con chispa de contar las peloteras entre el cura y el alcalde, dos brutos de buen corazón que se aprecian y en el fondo son iguales, pero que siempre están a la greña por sus ideas políticas, entre Jesucristo y Stalin.
Ha sido un placer volver a encontrarme con la cuadrilla de socialistas, el Flaco, el Brusco y el Pardo, volver a ver al Cristo, siempre muy institucional, que habla con Don Camilo, y conocer a algún que otro vecino de ese pueblecito de la Tierra Bassa, un pueblo de otro tiempo, en donde se juega a la escoba, se bebe Lambrusco, se da vino a los niños, todavía se caza y los problemas se resuelven a menudo a trompadas.
Un puñado de historias encantadoras, de plena actualidad aunque parezca mentira. A ver si leyendo estas simpáticas peripecias aprendemos a tomarnos tanta crispación e inquina política con un poco más de humor y empatía. Todavía podemos aprender mucho de los libros de Guareschi, solo hace falta buscarlos en librerias de segunda mano.
Los amantes de las simpáticas andanzas de Don Camilo, el inefable y entrañable párroco de un pequeño pueblo del Valle del Po en los años 40, y su antagonista, el alcalde comunista Pepón, estamos de enhorabuena. Después de haber leído con deleite, hace ya unos cuantos años, los dos mejores tomos de relatos sobre esta curiosa pareja, «Don Camilo» (disponible aquí) y « La vuelta de Don Camilo», he descubierto que, además de algún que otro título un poco más flojo, como «El camarada Don Camilo» y «Don Camilo y los jóvenes de hoy», existe una maravillosa edición póstuma de 1986 que recopila bajo el título de «El año de Don Camilo», 40 episodios inéditos de los cientos publicados en revistas y diarios por Guareschi. Eso sí, muy bien seleccionados por sus hijos, así que el resultado es morrocotudo.
Los relatos recorren las cuatro estaciones, a razón de 10 cuentos por estación, y tienen las mismas cualidades de siempre: humanidad, compasión por las debilidades del prójimo, bonhomía, ironía, un humor muy particular y una manera ingeniosa y con chispa de contar las peloteras entre el cura y el alcalde, dos brutos de buen corazón que se aprecian y en el fondo son iguales, pero que siempre están a la greña por sus ideas políticas, entre Jesucristo y Stalin.
Ha sido un placer volver a encontrarme con la cuadrilla de socialistas, el Flaco, el Brusco y el Pardo, volver a ver al Cristo, siempre muy institucional, que habla con Don Camilo, y conocer a algún que otro vecino de ese pueblecito de la Tierra Bassa, un pueblo de otro tiempo, en donde se juega a la escoba, se bebe Lambrusco, se da vino a los niños, todavía se caza y los problemas se resuelven a menudo a trompadas.
Un puñado de historias encantadoras, de plena actualidad aunque parezca mentira. A ver si leyendo estas simpáticas peripecias aprendemos a tomarnos tanta crispación e inquina política con un poco más de humor y empatía. Todavía podemos aprender mucho de los libros de Guareschi, solo hace falta buscarlos en librerias de segunda mano.
Don Camilo y Pepón, en el cine
Giovanni Guareschi (Rocabianca, 1908-1968) fué un periodista y escritor humorístico italiano, hijo
de un comerciante y de la maestra del pequeño pueblo en el que nació.
Sus padres se arruinaron y no pudo acabar sus estudios, así que empezó a trabajar como periodista. Firmó algunas críicas contra Mussolini y la movilización forzosa le salvó de males mayores.
Acabada la guerra, fundó una revista satírica y fué condenado varias veces por difamación, por denunciar casos de corrupción, probablemente con razón, pero sin pruebas. Era todo un carácter, como sus personajes. Llegó a pasar un año en la cárcel por publicar unas cartas del que luego sería Primer Ministro, el democristiano De Gasperi, en las que pedía a los aliados bombardear Roma para desmoralizar a los colaboradores de los alemanes. Era profundamente católico.
Éste hombre corpulento y fortachón que se ve en la foto, que bien podría haber interpretado al alcalde Pepón, es Guareschi.
Acabada la guerra, fundó una revista satírica y fué condenado varias veces por difamación, por denunciar casos de corrupción, probablemente con razón, pero sin pruebas. Era todo un carácter, como sus personajes. Llegó a pasar un año en la cárcel por publicar unas cartas del que luego sería Primer Ministro, el democristiano De Gasperi, en las que pedía a los aliados bombardear Roma para desmoralizar a los colaboradores de los alemanes. Era profundamente católico.
Éste hombre corpulento y fortachón que se ve en la foto, que bien podría haber interpretado al alcalde Pepón, es Guareschi.
Giovanni Guareschi
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario