Título: Retrato del futbolista adolescente Autor: Valentín Roma
Páginas: 208 pág.
Editorial: Periférica
Precio: 17 euros
Año de edición: 2019
El título de esta novela es bastante descriptivo de lo que vamos a encontrar en su interior. El protagonista, del que no se nos desvela el nombre, es un joven jugador de fútbol que, en categorías inferiores, está teniendo cierto éxito. De jugar a nivel amateur en Barcelona, acaba fichando por un club de la capital de España que, aunque no se revele cuál es, algunos detalles nos hacen pensar que pueda tratarse del Atlético de Madrid.
La evolución vital de este adolescente convierte la obra en una novela de iniciación, en la que el fútbol es el oficio de su personaje principal, pero cobran tanta o más importancia asuntos como las relaciones afectivas, la familia distanciada o una clara ideología política que se está empezando a fraguar en el jugador. Las contradicciones que sentirá poco a poco, que no son pequeño dilema, es una de las cosas que más me han gustado de la novela: él sabe que es un privilegiado económico, su salario y poder adquisitivo están muy por encima de la media y, sin embargo, su comunismo latente tiene más trascendencia que el sueldo que cobra —aunque eso no quiere decir que reparta con los demás su capital—.
Retrato del futbolista adolescente supone la continuación de una ambiciosa trilogía de este autor, que comienza con El enfermero de Lenín (2017) y se cierra con la tercera entrega, El capitalista simbólico (2022). En este caso, volvemos a estar en los años ochenta, como su antecesora, aunque no hay ningún vínculo con esa primera entrega, salvo la militancia política de sus protagonistas.
Valentín Roma (Ripollet, 1970), antes de empezar a publicar, fue futbolista, por lo que es obvio que esta novela tiene mucho de autoficción. No sabemos si ese será el motivo por el que no ha querido dar nombre a su protagonista, o si por ello ha decidido también anonimizar a otros personajes a los que solo ha dotado de la inicial del nombre para referirse a ellos. Lo que sí ha hecho ha sido ubicar la historia en un contexto temporal preciso, incluso enlazándolo con la época aprovechando un crimen perpetrado por ETA al que se hace mención. Con esos condimentos ha elaborado una novela con sabor —fútbol, política, juventud y años ochenta— y buena literatura.
Publicado por Jesús Rojas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario