Título: Querido capullo Autora: Virginie Despentes
Páginas: 264
Editorial: Random House
Precio: 21,90 euros
Año de edición: 2023
Tras esta portada y este llamativo título, ambos provocativos y punzantes a más no poder, se esconde una estupenda novela, rompedora, transgresora e iconoclasta, pero muy bien armada y escrita, y desde luego, perfectamente sincronizada con el espíritu del momento actual. No en vano Despentes es la autora de moda en Francia, donde cuenta sus libros por superventas.
Pero empecemos por el principio. Rebecca, una estrella de cine cincuentona, musa de la nouvelle vague en pleno declive, se dirige por correo electrónico a Óscar, novelista en los 40, que la ha mencionado con un tono muy despreciativo en redes sociales, diciendo que la ha visto en la calle y se ha llevado una enorme desilusión: ha encontrado fea y gorda a la que fue la mujer de sus sueños en la pantalla. El mensaje de la actriz es iracundo, lleno de insolente agudeza y empieza así: querido capullo.
Así arranca esta singular novela epistolar. A partir de ese momento, los dos protagonistas, solitarios sin remedio, se aficionan a intercambiar largos mensajes en los que argumentan sobre lo humano y lo divino, discrepan, discuten, se reconcilian y establecen una curiosa cuasiamistad electrónica, nada raro en los tiempos que corren. Una situación que se ve favorecida por la pandemia de coronavirus y el consiguiente confinamiento. Por añadidura y para animar la historia, aparecen un par de personajes que sirven de puente entre ambos: Corinne, hermana de Óscar y antigua amiga de Rebecca y Zoé Katana, una chica a la que el novelista le tiró los tejos hace años y que ahora lanza una campaña contra él en internet.
Óscar no recuerda haber hecho nada inconveniente —¿o no quiere recordarlo?—, Zoé asegura que le destrozó la vida y por ese motivo, comienza a destrozársela a él. ¿Es un caso justo dentro del movimiento los excesos del «Me Too» o un exceso de la cancelación? La polémica está servida y no puede ser de más actualidad. Sin embargo, lo más interesante son todas las disquisiciones que se cruzan estos dos internautas atribulados. En el transcurso de la obra se tocan con cierta profundidad y mucha soltura, con inteligencia y originalidad una larga lista de temas adicionales a cual más interesante: la vejez, el paso del tiempo, los amores tóxicos, las adicciones, el alcoholismo, la tiranía de la belleza obligatoria, la soledad paradójica que proporcionan las redes sociales, cómo se puede tener un amigo que es un idiota, los feminicidios, la carrera de las actrices de más de 50 años, el acoso, la perversión del sistema que todo lo engulle (incluyendo los problemas que genera), los efectos colaterales de la fama, el machismo...
El estilo es cercano, algo desvergonzado en ocasiones, directo y sin contemplaciones, pero también preciso y muy expresivo. Emplea frases cortas y contundentes, siempre va al grano y abunda en expresiones afortunadas. Algunos ejemplos pueden ayudar a dar una idea más ajustada: «Tu nivel de estupidez merece un respeto», «Siempre ha querido cagar más alto de lo que el culo le da», «La fama no te hace feliz, pero muy a menudo te convierte en un idiota», «Ver envejecer a tus amigos es lo más perturbador que conozco», «Pronto descubrí que cuando dejas de beber lo pierdes todo [...] Yo tenía un beber relajado, bromista, satisfecho de mi estupidez y de la de los demás [...] Pierdes esa sensación de que cualquier cosa puede pasar, «Lo más duro no es seducir menos. Es desear menos, perder menos la cabeza», «Un amor es tóxico cuando se juntan dos ansias», «Eres más tonto que un zapato», «Si crees que te has curado, ve a ver a tu familia», «La idea de comprar droga en horario de oficina me deprime», «No todo el mundo lleva en el cuerpo 15 años de heroína y 20 de crack», «Hace años que tengo un acuerdo tácito conmigo misma: cuando salgo de la ducha no me miro en el espejo», «En pantalla están prohibidas: las gordas, las feas y las demasiado inteligente. Se las tolera una vez por década, en una sola película», «El cine es la atronadora voz del hombre rico, del blanco poderoso convencido de que su arrogancia puede ser la base de la que partir», «... amamos lo que es más fuerte que nosotros... », «La feminidad es una prisión, y la condena es perpetua».
Un texto duro, irreverente, arrollador, divertido, ingenioso, dinámico, que te engancha sin remedio, que te hace pensar, te sorprende con argumentos y puntos de vista insospechados, y muestra situaciones desde varios puntos de vista. Resulta muy natural, creíble y costumbrista, refleja muy bien los modos y maneras de hoy en día. Las experiencias que han servido de base al libro tienen tanta fuerza que me parece que no deben de ser inventadas, supongo que serán propias o vividas por personas cercanas a la autora. Una obra radical y lúcida, algo pasada de vueltas, inteligente y poco previsible, que te hace pensar en cosas que no te habías planteado y te hace ver lo que pensabas desde otros ángulos.
Una novela original y única, un libro que me parece imprescindible si quieres averiguar cómo se puede escribir ahora, en este momento, desde el instante actual. Una obra de las que no deja indiferente a nadie. Una novela curiosísima que me ha gustado mucho. Me parece que hay que leer más a Despentes.
La traducción del francés al castellano es obra del escritor y traductor valenciano Robert Juan-Cantavella, licenciado en Humanidades por la Universidad Jaime I de Castellón.
Virginie Despentes (Nancy, 1969) es una escritora y cineasta francesa, tan famosa como polémica. Nació en una familia trabajadora, de izquierdas y con una marcada conciencia de clase. Descubrió su pasión por la lectura gracias a un profesor de francés.
Fue una chica difícil, a los 15 años fue arrestada por la policía e internada en un Hospital Psiquiátrico. A los 17, dejó el instituto, se fue a Lyon, encontró trabajo en una discográfica, fue cantante de rap, trabajó en un peep show, ejerció la prostitución, fue doncella personal y también hizo crítica de cine porno. También a los 17 sufrió una violación.
Su primera novela fue «Fóllame» (1998), que fue rechazada por varias editoriales antes de que la aceptara un sello alternativo, Éditions Florent-Massot. Ella misma dirigió, junto a Coralie Trinh Thi, la adaptación cinematográfica del libro, titulada «Base-moi» (2000). Es una de las escritoras francesas contemporáneas más leídas y valoradas. Sus obras son superventas, como la trilogía «Vernon Subutex» (I, II y III) y el ensayo «Teoría King Kong». Sus ideas giran en torno a la crítica feminista de clase, su rechazo de los valores tradicionales y se desapego de las convenciones sociales. Ha sido pareja de Paul B. Preciado, filósofo, escritor y activista trans, de 2005 a 2014.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Sigo pensando en Juan Benet como Literatura.
ResponderEliminarYa si quieres lo publicas.
Pero hemos de hacer extensible a Juan Benet
Gracias por el comentario, pero no lo entiendo. ¿Lo puedes explicar un poco, por favor?
ResponderEliminar