Editorial: Jekyll & Jill
Precio: 17,10 euros
Año de edición: 2023
Conocer la historia puede hacerse por varias vías, la que todos aprendimos de pequeños fue a través de libros de texto inundados de fechas, batallas, listas de nombres y demás datos apoyados en un profesorado que debía seguir un programa de conocimientos a adquirir y que se basaba en la memoria más que en la comprensión. Otra vía son los ensayos llevados a cabo por historiadores, pero que para la mayoría de la gente pueden hacerse arduos. Afortunadamente hay ahora una corriente de escritores que nos ofrecen novelas que se basan en hechos históricos, aunque no necesitan inventar historias románticas más o menos edulcoradas, que es lo que abunda en el llamado género histórico, para hacer más que interesante la lectura. Es el caso de Raúl Quinto, que nos ofrece un libro difícilmente clasificable y en el que la factura literaria, espléndida, es esencial para lograr nuestra implicación en la lectura de lo que nos narra y que recuerda algo a Vuillard, Paco Cerdà o Cristina Morales. Se trata en él de la persecución de los gitanos en nuestro país en tiempos de Fernando VI por obra y gracia del famoso Marqués de la Enseñada, Don Zenón de Somodevilla y Bengoechea en connivencia con el obispo Gaspar Vázquez Tablada.
Sabemos que los gitanos han sido siempre un pueblo diferente que ha guardado sus costumbres. Últimamente es cuando se ven mayores indicios de su integración en la sociedad, pues hasta ahora han reivindicado no solo sus diferencias, sino también, en lo posible, sus espacios y territorios. Lo que es desconocido para el gran público es lo que tuvieron que sufrir en los intentos de extinción que han sufrido en todo el mundo, como en los acontecimientos tuvieron lugar en España durante «La Gran Redada», que se relatan en este libro, sin olvidar la trágica suerte que corrieron junto con los judíos en los campos de exterminio nazi.
El Marqués de la Enseñada fue el hombre más poderoso de España, no solo en el reinado de Felipe V, sino también en el de su hijo y sucesor Fernando VI. A la muerte de Felipe V fue de los pocos cortesanos que no solo mantuvo su influencia, pues conservó la titularidad de los ministerios de Hacienda, de Guerra y de Marina e Indias, sino que además pasó a ser secretario de la reina Bárbara de Braganza. Como representante del despotismo ilustrado que fue, llevó a cabo muchas acciones de fortalecimiento del reino.
Una de las cuestiones que vio como peligro para sus ideas de grandeza fue el pueblo gitano. Se los consideraba vagos, ladrones y reacios a la obediencia de las leyes, por lo que determinó hacerlos desaparecer. Para ello ordenó que fueran apresados por sorpresa y a la vez en las diferentes localidades en las que vivían. Mandó separar a los hombres de las mujeres para que no pudieran procrear y dedicarlos a ellos a la construcción de astilleros —con la excusa de abaratar costes para su idea de la gran marina que quería organizar—, y la mayoría de ellas fueron encerradas en la Casa de Misericordia de Zaragoza, para trabajar en unas condiciones miserables. De cómo se llevaron a cabo esas tropelías nos habla el autor con una evidente intención crítica.
Con grandes dosis de equilibrio entre la verdad documentada y la ficción producto de su imaginación, lo que nos presenta RaúlQuinto es difícil de clasificar porque es una narración histórica en tanto recrea unos hechos verídicos que vienen avalados por una cuantiosa documentación, lo que podría dar pie a calificarla como ensayo, pero la forma de ficcionar los hechos hace pensar en una novela histórica. Lo que es ciertamente original e inclasificable es la forma de narrar, ya que hibrida las fórmulas de la descripción, con las de la crónica, amén de las reflexiones propias. Destaca la variedad y complejidad de los recursos literarios que utiliza, en los que el alma del poeta que es salta a cada frase y en cada expresión, de modo que los hechos más cruentos pueden aparecer narrados con la menor alteración de la realidad, pero plagados de figuras literarias poéticas que hacen de la escritura algo muy especial, asombroso y magnífico. El ritmo es uno de sus mayores aciertos. Un ritmo ágil, conciso, poderoso, contundente que nos impulsa sin desfallecimiento a una lectura activa, que debemos atemperar de tanto en tanto para poder disfrutar de la inteligencia y belleza del estilo, así como de la información que se nos va dando sobre los hechos. Hay momentos en los que parece que el autor haya escrito en estado de gracia.
Es una novela importante que nos instruye, además de en la persecución a los gitanos, en la España de los primeros Borbones dándonos una imagen vívida y muy gráfica del ambiente barroco de la época, en la que solo había aristocracia, nobleza y plebe. Teje la historia de la Gran Redada con la de las intrigas palaciegas y todo ello desde las posibles perspectivas subjetivas de los múltiples personajes que pueblan el relato, además de la suya propia como escritor del libro, lo que da mayor verosimilitud, si cabe. El resultado es un interés que nos hace ir a buscar más información detallada.
¡Qué lujo de profesor de historia tienen sus alumnos, qué lujo de «contador» de la historia tenemos los, desde ya. seguidores suyos!
Raúl Quinto (Cartagena, 1978) es poeta, ensayista, narrador y crítico literario. Es licenciado en Historia del Arte y ejerce como profesor de Historia en Almería. Coordinador de la Facultad dePoesía José Ángel Valente, tiene publicados más de media docena de libros de poemas y otros de prosa híbrida por los que ha ganado varios premios.
Publicado por Paloma Martínez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario