Páginas: 408
Editorial: Alfaguara
Precio: 19,80 euros
Año de edición: 2023
La escritora argentina Claudia Piñeiro recupera en su última novela a la protagonista de una obra anterior, «Tuya», que terminaba con Inés en la cárcel por el asesinato de la amante de su marido. Aunque aparentemente era una historia totalmente cerrada, se agradece que la escritora haya recuperado a ese personaje, que lograba en su novela que el lector empatizara de alguna forma con ella.
Han transcurrido quince años y, tras cumplir condena y salir de la cárcel, Inés ha rehecho de alguna manera su vida y es la dueña de una empresa dedicada a la fumigación de viviendas (de ahí la importancia de las moscas del título, pues es el único tipo de insectos que no mata). En realidad, está asociada con una antigua compañera de la cárcel, la Manca, que se dedica a labores detectivescas con encargos de lo más variopintos.
Inés encuentra una sociedad muy cambiada a su salida de la cárcel, sobre todo en el terreno del feminismo, eso da lugar a que la escritora intercale algunos capítulos que son casi miniensayos relacionados con ese tema y que incluso tienen referencias bibliográficas. Quizá pueda haber algún lector al que le chirríen esas interrupciones en el discurso de la novela, pero mi opinión es que están ahí por algo y complementan la narración.
La novela comienza cuando Inés recibe el encargo de una clienta, Susana Bonar,
que le pide que le compre un producto de fumigación que es altamente venenoso y
le confiesa que quiere matar a alguien con esa sustancia. Además, reconoce que
la ha elegido a ella porque conoce su historia criminal y piensa que puede
entender sus motivos. A cambio le ofrece una gran cantidad de dinero, lo cual a
Inés termina de convencerla pues la Manca necesita un tratamiento para el
cáncer que padece y para el que la sanidad pública le da largas desde hace
tiempo. Aquí también hay una crítica social, como ya ocurría en la novela «Tuya».
«El tiempo de las moscas» es un thriller psicológico, pero yo diría que también
social y sociológico, pues la descripción de los ambientes sociales y los
personajes es casi tan importante como el argumento de novela negra que
contiene. Paralelamente a esta historia, conocemos que la historia de la
hija de Inés, Laura que, despechada por el abandono qué sufrió por parte de sus
padres, no ha tenido ningún interés en buscar a su madre a pesar de saber que
salió de la cárcel. Esas dos historias terminan confluyendo de una forma
dramática y con la precisión de un perfecto mecanismo de relojería.
Me ha parecido brillante, sobre todo, la descripción de la amistad entre estas
dos mujeres, Laura y la Manca, que culmina con una bella escena final en la que
ambas ven el amanecer en una playa, cuando todo ha pasado ya. Una vez más, Claudia Piñeiro nos embauca haciéndonos ver que estamos leyendo simplemente una novela
negra, como ya ocurría en «Tuya»,
cuando en realidad aprovecha para hacer una fuerte crítica social, un potente
ensayo sobre el feminismo y una descripción casi quirúrgica de sus personajes.
Publicado por Ana Domingo.
Hola. Piñeiro me parece excelente escritora, y Tuya me parece una muy buena novela. En parte, ésta también. Pero a mí sí me hace ruido la necesidad de la explicación ideológica explícita. Creo que sin explicitarlo es incluso más efectivo el efecto ideológico de la novela anterior que el de ésta. Que con la descripción del cambio de época y de actitud de los personajes, alcanzaba para hacernos pensar, sin teorizarnos a presión.
ResponderEliminarEfectivamente, como comento en mi reseña, esas interrupciones pueden desconcertar al lector
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