Título: Riccardino Autor: Andrea Camilleri
Páginas: 256 pág.
Editorial: Salamandra
Precio: 18 euros
Año de edición: 2022
Por fin ha salido la novela póstuma de Camilleri perteneciente a la serie del comisario Montalbano, una última pirueta literaria sobre el escenario, preparada hace tiempo y uno de los mejores títulos de este autor. Una novela magnífica. En cuanto estaba disponible, la he conseguido y la he devorado en dos días. ¡Qué gozada!
Este libro hace el número 33 de la serie, una colección estupenda escrita en tan solo 26 años, a un ritmo fabuloso de una entrega cada nueve meses y medio, escrita a tiempo parcial, porque durante esos años este siciliano incansable ha publicado además otras 36 novelas, 11 volúmenes de relatos y alguna cosa más. Un libro cada cuatro meses.
El texto me parece un espléndido colofón a la serie del famoso comisario, inteligente, lleno de humor y fina ironía, muy ameno, con mucho ritmo, resabios mediterráneos y un toque pirandelliano muy interesante. Porque, por un lado, Montalbano se compara continuamente con su alter ego televisivo y, por otro lado, sabe de la existencia del autor, con quién polemiza y discute por teléfono y por fax cuál puede ser el mejor final para la novela, en un juego autorreferencial y metaliterario genial, muy bien llevado y que sorprende varias veces al lector.
Al final, Montalbano muere, de una manera muy peculiar que no puedo desvelar, en un desenlace magistral que se salta todas las convenciones habituales. Quizás Camilleri se ha querido asegurar así de que no se le ocurre a nadie escribir más aventuras de su peculiar policía, lo que puede resultar muy tentador por las ventas que tiene cualquier título de la serie y lo relativamente fácil que es copiar todas las claves y trucos del original.
Por supuesto, la novela tiene todos los ingredientes habituales, que son parte de la marca de la casa: un arranque espectacular, una muerte enigmática, testigos que no han visto nada, misteriosas llamadas de teléfono, un caso que parece irresoluble, cuernos por doquier, discusiones con la jerarquía policial, delicias de la mejor cocina siciliana, peleas de enamorados, el endiablado carácter del comisario y la mayoría de los personajes de siempre: el atropellado Catarella, el diligente Fazio, el melifluo Lattes, el colérico jefe superior, etc. Acompañados de un invitado especial, un críptico obispo aficionado a poner exámenes de filosofía. Y para completar el pastel, unas cuantas historias deliciosas incrustadas en la trama general: el triciclo que tuvo de niño Montalbano, cómo antes en Sicilia eran los difuntos los que traían juguetes y dulces a los niños que se portaban bien, la relación entre una lombriz y la catedral de Colonia...
Una novela cuya primera versión escribió Camilleri en 2004, que fue retocada en 2016 y ha sido finalmente publicada en Italia en 2020, un año después de la muerte del autor. La traducción, impecable y eficaz, es obra del polifacético y multilingüe Carlos Mayor, traductor habitual de la serie.
Un libro estupendo, original y muy conseguido, escrito por un Camilleri en estado de gracia. Una novela negra que me ha encantado y que me parece muy recomendable para todo tipo de lectores.
Ya se ha acabado la saga de novelas sobre Salvo Montalbano, traducida a 30 idiomas y que ha vendido millones de ejemplares, pero nos queda el consuelo de que buceando en la lista de obras en italiano de este hombre, he visto que todavía quedan por publicar en España dos volúmenes de relatos protagonizados por el mítico comisario: «Las naranjas de Montalbano» y «La conciencia de Montalbano».
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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