Título: La casa de las bellas durmientes Autor: Yasunari Kawabata
Páginas: 112
Editorial: Espasa
Precio: 7,95 euros
Año de edición: 2013
Después de tantas horas de lectura y de haber leído casi de todo ¿queda aún algún libro que pueda turbarnos? Si no habéis leído «La casa de las bellas durmientes», la verdad es que sí.
Esta novelita, breve en sus ciento y pico páginas, magnífica, muy japonesa, sorprendente y perturbadora, se adentra resueltamente desde el principio en la penumbra de un terreno muy inquietante, incluso siniestro, partiendo de una idea en apariencia bastante sencilla.
Escrita en 1961, se trata de la historia de las visitas de un viejo de 67 años a un establecimiento muy particular, en el que hombres de avanzada edad pasan la noche con bellas jóvenes, narcotizadas y desnudas, a condición de no hacer nada indecoroso con ellas. El planteamiento puede parecer a primera vista que no es especialmente sórdido, pero las dudas empiezan a asaltarnos nada más empezar la lectura. ¿Cómo se puede controlar el comportamiento de los visitantes, si están en una alcoba a solas con sus acompañantes? ¿Cuál es el efecto que tiene saber que has pasado la noche a merced de un desconocido, sin saber qué ha ocurrido entre vosotros?
En teoría, los clientes son personas mayores, que ya no pueden mantener relaciones sexuales, pero de nuevo surge la pregunta ¿cómo se verificaba que era así? Más aún cuando se dice que en el caso del protagonista no era así.
A lo largo de cinco visitas y cinco experiencias de nuestro hombre con otras tantas chicas, rememora sus relaciones con varias mujeres, su madre, su esposa, su hija, algunas amantes... y el autor aprovecha para ir introduciendo poco a poco elementos desasosegantes, hasta llegar a un desenlace con sorpresa incluida.
El lenguaje es transparente, delicado y de una perfección formal que llama la atención. La brevedad de la novela potencia su efecto y, la verdad, es que la experiencia deja al lector algo tocado durante un lapso de tiempo.
Una obra estremecedora, que sobresale a gran altura entre la obra de Kawabata, escrita a los 62 años, que aborda de forma sutil, y profunda a la vez, temas como la sexualidad masculina, el erotismo, la lujuria, la dominación, la cosificación de la mujer y su reducción a mero objeto, la falta de empatía, la violencia, el abuso y claro, también la prostitución.
Una versión muy pervertida del cuento de la bella durmiente. Una novela extraordinaria y brillante, con un toque malsano y perturbador, que se interna en una selva oscura y terrible, presidida por eros y tánatos.
Yasunari Kawabata (Osaka, 1899-1972), hijo de un médico, tenía dos años cuando murió su padre y tres años cuando falleció su madre. Cineasta en su juventud, insomne perpetuo, solitario y solterón, lector empedernido, reportero, depresivo, suicida, amigo de Mishima y Premio Nobel de Literatura en 1968 es uno de los escritores japoneses más famosos, considerados e influyentes, como han reconocido escritores de la talla de Gabriel García Márquez.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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