Título: Cyclo Autora: Paloma Alma
Páginas: 192
Editorial: Montena
Precio: 16,95 euros
Año de edición: 2021
Hoy vamos a hablar de un libro muy especial, que se sale de los habitual en este blog y que esperamos que ayude a muchas a mejorar su vida. Se trata de un libro que trata de dar respuesta a cuestiones como si es posible considerar la menstruación algo más que una molestia, un engorro o una maldición casi bíblica. ¿Es posible que no tenga nada positivo? ¿es una cosa de mujeres más que hay que soportar, a veces con grandes dolores, disimular, perfumar y hacer como si no pasase nada?
Es un ensayo que ofrece una nueva perspectiva de la menstruación y del ciclo menstrual, un punto de vista sostenible, positivo e innovador, que plantea la cuestión de si tener la menstruación implica necesariamente sufrir la menstruación y si ser cíclicas significa no controlar ese ciclo.
Un primer punto a tratar es la intendencia del sangrado, que habitualmente se intenta solucionar con compresas, tampones y otras cosas, nada biodegradables, poco naturales, que no transpiran y que provocan no pocos problemas, alergias e irritaciones, que pueden llegar incluso al llamado síndrome del shock tóxico.
Hay varias alternativas, como la copa menstrual, de silicona quirúrgica, hipoalergénica y duradera, que se introduce en la vagina, se vacía y limpia varias veces al día y puede durar hasta diez años si se limpia y esteriliza convenientemente después de cada periodo.
Además, el libro se ocupa de describir hasta qué punto la menstruación sigue siendo un tabú. Se desconocen muchos aspectos del ciclo menstrual, que es todo un baile periódico de hormonas con una larga lista de efectos, muchos desconocidos, que no se conoce bien y se trata de uniformizar, como si lo ideal fuera que las mujeres estuvieran siempre igual. Ese ciclo es complejo y si la mujer se adapta para aprovechar las características de sus cuatro fases (menstrual, preovulatoria, ovulatoria y premenstrual), encontrará cosas muy positivas. Las mujeres son cíclicas, no lineales (digamos) como los hombres, y el ciclo forma parte esencial de su forma de ser.
Otro aspecto importante es el de los dolores, que normalmente se sufren como algo inevitable. La autora parte de dos ideas: una, que no es lo mismo tener molestias que sufrir dolores, lo primero puede ser natural, pero lo segundo es un problema de salud que hay que tratar de solucionar; dos, que una menstruación sana no tiene por qué doler. Hay muchas cosas que pueden ayudar a que no sea así, la alimentación, algunos reguladores hormonales, las posturas y claro, la actitud. Por otro lado, hay dolencias (como la endometriosis o el síndrome del ovario poliquístico) que o no se suelen diagnosticar o se identifican después de años de pasarlo bastante mal.
En fin, estos y otros muchos aspectos se abordan en esta obra de forma clara, divulgativa y muy pedagógica, hasta el extremo de que el texto está destinado para la formación de adolescentes y preadolescentes. Está basado en citas, estadísticas, referencias, una bibliografía y la experiencia de la autora.
Es un libro muy interesante, muy sensato y contenido, que no se mete en jardines esotéricos y exagerados,
como otros libros que hablan del poder salvaje de las mujeres, de magia
feminista y cosas por el estilo. Al
final, la autora habla de conocerse a una misma, valorar el propio cuerpo,
también el ciclo menstrual y que conseguir ver la menstruación como algo
positivo es toda una aventura. Llega a decir: «Aún recuerdo el día en que me dejó de doler la menstruación» (coincidió con que su ciclo se sincronizó con el ciclo
lunar ¿Tendrá relación? No sabemos); y «Me gusta menstruar».
Muy recomendable para mujeres de todas las edades. Personalmente, intuyo que tener un buen ciclo menstrual es una preparación para pasar una buena menopausia. y también para los hombres, que no está nada mal conocer un poco más cómo es la otra mitad de la población.
Paloma Alma (1990) se encontró con el problema de que era alérgica a los tampones y no encontraba casi alternativas. En el 2012 descubrió la copa menstrual y eso le cambió la vida. Mejoró su salud, su autoestima y empezó a reconciliarse con su cuerpo y su menstruación. Empezó a leer todo lo que pudo sobre el tema, a autoformarse y en 2015 hizo un viaje a Australia, que resultó muy interesante y formativo.
A la vuelta, le costó mucho encontrar trabajo, vió la convocatoria de un concurso de emprendimiento y preparó un proyecto de una empresa sobre la menstruación que no ganó, pero era tan completo que en 2016 se tiró a la piscina, fundó CYCLO y ahora tiene a 16 personas en plantilla.
Vende todo tipo de material para una menstruación sostenible, imparte cursos en colegios y empresas, tiene un blog, una escuela virtual y realiza una gran labor de difusión y concienciación. Véase ilovecyclo.com.
Paloma Alma
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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