Precio: 9,59 euros
Año de edición: 2003
El personaje central de la novela es el director Rivière, creador e impulsor en la compañía de los vuelos nocturnos, una barrera que dificultaba ampliar el campo de acción de la aviación comercial. Las compañías aéreas precisaban vencer en rapidez a otros medios de comunicación, como el ferrocarril o los barcos; el director lo expresa bien en una frase: «para nosotros es una cuestión de supervivencia, lo que ganamos durante el día lo perdemos por la noche».
Las rutas aéreas nocturnas fueron criticadas en un principio, después aceptadas y luego consideradas imprescindibles; pero esas pudieron abrirse gracias a pilotos que actuaban como exploradores en vuelos en los que al peligro habitual se añadían la inquietud de la noche, la imprevisión de la oscuridad y la dificultad de la navegación sin referencias visuales. «Vuelo nocturno» es una novela heroica sobre la trágica historia de uno de los pioneros de las rutas nocturnas. Cuando se escribió esta obra, el vuelo nocturno era todavía peligroso, estaba en fase de mejora paulatina, cada viaje facilitaba los viajes posteriores y afianzaba la ruta.
Rivière, el director, es un hombre seco, severo y exigente con sus subordinados, se ha revestido de una coraza de rigidez para reclamar a su gente compromiso con el servicio, él encuentra satisfacción y sosiego en el cumplimiento de sus obligaciones; pero esa envoltura guarda a una persona en absoluto insensible, sino a alguien reflexivo, entregado al trabajo y continuamente pendiente de sus pilotos. Lo vemos con ocasión de un trágico vuelo en el que Fabien, un joven piloto del avión correo de Buenos Aires, se ve sorprendido por una violenta tormenta de nieve en la noche que le impide comunicarse con las escalas y le hace volar casi a ciegas, sin orientarse. La aventura épica del piloto por su supervivencia se complementa con el drama que vive el personal de tierra: el director, los otros pilotos y la mujer de Fabien. El director es exigente con sus aviadores, se afana por cumplir los horarios y se implica mucho en el trabajo; a lo largo de la obra reflexiona sobre el sentido de la vida y las decisiones difíciles que tiene que tomar y que van a afectar a otras personas.
Saint-Exupéry nos trae un relato conciso y directo, con la épica de la aventura y la
sensibilidad de sus personajes y sus dramas internos. Nos muestra los sentimientos
de los aviadores: amistad, camaradería, inquietud, fidelidad al trabajo, por
encima de otros como el valor; respecto a este es llamativa esta reflexión que
se hace: «entiendo por qué los filósofos
griegos sitúan el valor en la última categoría de las virtudes y es porque está
formado por sentimientos como algo de rabia, algo de vanidad, mucha cabezonería
y un vulgar placer deportivo con exaltación de la propia fuerza».
Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944) nació en Lyon, en el seno de una familia aristocrática. Tras estudiar en Friburgo intentó entrar en la escuela naval sin conseguirlo, así que se decidió por la aviación. Comenzó su carrera de piloto durante el servicio militar. Fue piloto de aviones correos que conectaban Francia y España con el norte de África, en esta época tuvo un accidente grave sobre el Sahara donde estuvo perdido tres días junto con su navegador hasta que fueron rescatados ambos por un beduino.
Participó en vuelos de pruebas y deportivos con intención de establecer marcas o récords de aviación. Vivió en Argentina donde organizó el servicio postal aéreo de su compañía y los vuelos nocturnos; al quebrar ésta se retiró temporalmente y se dedicó a la literatura y el periodismo. Escribió varias obras basadas en sus experiencias en la aviación que fueron bien acogidas.
Al estallar la II Guerra Mundial fue movilizado y participó en misiones de reconocimiento aéreo. En ese periodo publicó su obra mas famosa «El Principito». En julio de 1944 realizó su último vuelo, durante una misión de reconocimiento su avión desapareció, se cree que fue derribado cerca de la costa italiana.
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