Título: Sidi
Autor: Arturo Pérez-Reverte
Páginas: 376
Editorial: Alfaguara
Precio: 20,90 euros
Año de edición: 2019
Excelente novela histórico-legendaria sobre la figura del Cid (castellanización de Sidi, señor, como le llamaban los moros), que trata de despojar al personaje de todo ropaje y aureola legendarias y retratar lo que debió de ser realmente el famoso guerrero cristiano del siglo XI. Pérez-Reverte aprovecha su experiencia sobre qué es la guerra y cómo cambia a las personas para componer un retrato de un hombre duro, con sangre fría y honor, avisado y prudente, un señor de la guerra astuto y con cualidades de líder.
Desterrado dos veces por el rey Alfonso VI, parece que se vió obligado a ejercer como mercenario, es decir a luchar a cambio de una paga, aunque nunca en contra de su rey, defendiendo al rey moro de Zaragoza o a quien solicitase sus servicios. Buen guerrero, hábil estratega y líder consumado, fué vencedor en mil batallas.
El texto está dividido en cuatro partes: la cabalgada, que narra una expedición de castigo contra una partida de árabes que iba saqueando y matando por tierras cristianas; la ciudad, que cuenta cómo el Campeador se pone al servicio de al-Mutamán, rey de Zaragoza; la batalla, en la que se da cuenta del enfrentamiento con las tropas de Mundir, rey de Lérida, hermano al-Mutamán y enemigo a muerte suyo, apoyado por el conde de Barcelona, Berenguer Ramón II, y la espada, que cuenta cómo nuestro caballero se hizo con una espada envidiable, llamada Tizona.
A pesar de que Pérez-Reverte asume hechos que parecen no ser históricos (ni el caballo del Cid se llamaba Babieca, ni su espada Tizona, ni mató al padre de Jimena en un duelo, ni hubo Jura de Santa Gadea, según el historiador David Porrinas), la descripción que hace del héroe resulta muy convincente. Un personaje duro, lacónico, fiero, astuto y precavido, cruel cuando era necesario serlo, seco y sobrio, con honor y un gran sentido de la estrategia, buen guerrero y mejor líder, con una indudable habilidad para conducir hombres.
El autor nos deja frases que resulta inevitable recordar: «Que me odien, pero que me teman», «Huir solo sirve para morir cansado y sin honra», «El truco en el oficio de las armas es aceptar que ya estás muerto», «Sólo soy un hombre de frontera». Los diálogos son excelentes y recrean bien la expresividad de la época y el vocabulario incorpora inevitablemente términos de entonces: algara, virote, aceifa, huesas, mojarra, brial, fajina, gonela, jacerina, almófar, gambesón...
Una novela bélica, a la vez que de aventuras y de género histórico, que humaniza a un héroe idealizado hasta ahora, haciéndolo creíble y cercano. Una historia de frontera y lucha por la supervivencia, que recuerda a las del lejano oeste, con pinceladas de sabiduría de la vida y experiencias de un corresponsal de guerra. Un libro ambicioso, que cumple sus propósitos con holgura y se sitúa entre las mejores novelas del autor. Con fuerza y garra suficientes para describir toda una atmósfera y una época, hacerlas creíbles y sumergirnos en ellas de cabeza. Leerla es toda una experiencia. El mejor Pérez-Reverte ha vuelto.
Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) ya se ha asomado varias veces a las páginas de este blog. Licenciado en periodismo, estudiante de Ciencias Políticas y corresponsal de guerra de TVE hasta 1994, ha cubierto varios conflictos bélicos. Se dedica desde entonces en exclusiva a la literatura. Ha publicado 22 novelas, una serie de 7 obras sobre el Siglo de Oro español, con el Capitán Alatriste como protagonista, y algunos volúmenes de recopilación de sus magníficos artículos de prensa. Varias de sus obras se han adaptado al cine. Ha recibido múltiples premios literarios y desde 2003 es académico de la RAE de la Lengua.
Páginas: 376
Editorial: Alfaguara
Precio: 20,90 euros
Año de edición: 2019
Excelente novela histórico-legendaria sobre la figura del Cid (castellanización de Sidi, señor, como le llamaban los moros), que trata de despojar al personaje de todo ropaje y aureola legendarias y retratar lo que debió de ser realmente el famoso guerrero cristiano del siglo XI. Pérez-Reverte aprovecha su experiencia sobre qué es la guerra y cómo cambia a las personas para componer un retrato de un hombre duro, con sangre fría y honor, avisado y prudente, un señor de la guerra astuto y con cualidades de líder.
Desterrado dos veces por el rey Alfonso VI, parece que se vió obligado a ejercer como mercenario, es decir a luchar a cambio de una paga, aunque nunca en contra de su rey, defendiendo al rey moro de Zaragoza o a quien solicitase sus servicios. Buen guerrero, hábil estratega y líder consumado, fué vencedor en mil batallas.
El texto está dividido en cuatro partes: la cabalgada, que narra una expedición de castigo contra una partida de árabes que iba saqueando y matando por tierras cristianas; la ciudad, que cuenta cómo el Campeador se pone al servicio de al-Mutamán, rey de Zaragoza; la batalla, en la que se da cuenta del enfrentamiento con las tropas de Mundir, rey de Lérida, hermano al-Mutamán y enemigo a muerte suyo, apoyado por el conde de Barcelona, Berenguer Ramón II, y la espada, que cuenta cómo nuestro caballero se hizo con una espada envidiable, llamada Tizona.
A pesar de que Pérez-Reverte asume hechos que parecen no ser históricos (ni el caballo del Cid se llamaba Babieca, ni su espada Tizona, ni mató al padre de Jimena en un duelo, ni hubo Jura de Santa Gadea, según el historiador David Porrinas), la descripción que hace del héroe resulta muy convincente. Un personaje duro, lacónico, fiero, astuto y precavido, cruel cuando era necesario serlo, seco y sobrio, con honor y un gran sentido de la estrategia, buen guerrero y mejor líder, con una indudable habilidad para conducir hombres.
El autor nos deja frases que resulta inevitable recordar: «Que me odien, pero que me teman», «Huir solo sirve para morir cansado y sin honra», «El truco en el oficio de las armas es aceptar que ya estás muerto», «Sólo soy un hombre de frontera». Los diálogos son excelentes y recrean bien la expresividad de la época y el vocabulario incorpora inevitablemente términos de entonces: algara, virote, aceifa, huesas, mojarra, brial, fajina, gonela, jacerina, almófar, gambesón...
Una novela bélica, a la vez que de aventuras y de género histórico, que humaniza a un héroe idealizado hasta ahora, haciéndolo creíble y cercano. Una historia de frontera y lucha por la supervivencia, que recuerda a las del lejano oeste, con pinceladas de sabiduría de la vida y experiencias de un corresponsal de guerra. Un libro ambicioso, que cumple sus propósitos con holgura y se sitúa entre las mejores novelas del autor. Con fuerza y garra suficientes para describir toda una atmósfera y una época, hacerlas creíbles y sumergirnos en ellas de cabeza. Leerla es toda una experiencia. El mejor Pérez-Reverte ha vuelto.
Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) ya se ha asomado varias veces a las páginas de este blog. Licenciado en periodismo, estudiante de Ciencias Políticas y corresponsal de guerra de TVE hasta 1994, ha cubierto varios conflictos bélicos. Se dedica desde entonces en exclusiva a la literatura. Ha publicado 22 novelas, una serie de 7 obras sobre el Siglo de Oro español, con el Capitán Alatriste como protagonista, y algunos volúmenes de recopilación de sus magníficos artículos de prensa. Varias de sus obras se han adaptado al cine. Ha recibido múltiples premios literarios y desde 2003 es académico de la RAE de la Lengua.
Arturo Pérez-Reverte
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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