Título: Poiéjali
Autor: VíctorOlaya
Páginas: 292
Editorial: Víctor Olaya
Precio: 6,36 euros
Año de edición: 2009
«¡Poiéjali!» (vamos en ruso) es lo último que dijo el cosmonauta soviético Yuri Gagarin antes de subirse a a nave que le convertiría en el primer astronauta de la historia. Gagarin es uno de los personajes míticos en el imaginario ruso y precisamente de eso, de las claves de la cultura rusa trata este magnífico libro, con la excusa de ser una mera descripción sobre «un viaje invernal al corazón de Siberia», como se subtitula.
El autor, después de hacer unos cuantos viajes por esas tierras inhóspitas, sintió que le faltaba algo para penetrar en su esencia y por eso emprendió un viaje en pleno invierno, cuando prácticamente nadie se aventura por allí. De ese recorrido, y de los recuerdos de los anteriores, nació este inteligente y sensible libro de viajes, escrito con fidelidad emocional y pluma ágil, de manera que al lector se siente transportado y en cierta manera comparte el periplo con Olaya.
Con esta obra, en cuya portada puede verse la silueta del Lago Baikal, se siente el frío en el cuerpo, se percibe la oscuridad profunda de la noche invernal siberiana, se conoce a sus gentes, recubiertos de una coraza de dureza y frialdad aparentes, pero muy acogedores y hospitalarios en realidad. El viajero, que afortunadamente sabe bastante ruso, congenia con algunos paisanos y nos ofrece una panorámica general de cómo son, se mueven y viven los siberianos.
Aquí se aprenden muchas cosas curiosas, como que se puede sacar a pasear a un bebé a 20º bajo cero, que todos los horarios del transiberiano se manejan en hora de Moscú, aunque atraviese varios husos horarios, que el ábaco ruso se usa todavía en todo tipo de establecimientos, que el vodka se vende al peso, que hay muchas maneras de perder la libertad, que los brindis rusos son interminables, que se celebran los cumpleaños de las ciudades, que un policía puede pedirnos allí un pasaporte en ruso, que hay una tradición muy importante de chamanes siberianos y otros muchos detalles insospechados de la vida en la dura estepa siberiana.
Y lo que es más importante, poco a poco se dibujan los grandes trazos del alma siberiana. La gente allí es estoica, paciente, acostumbrada a la burocracia y a las reglas complicadas, duros, acogedores, orgullosos... la lectura es interesantísima como descripción del paisaje humano de un país tan lejano y tan poco visitado.
El lenguaje es sencillo y directo, salpicado aquí y allá con algunas palabras rusas, convenientemente explicadas en un apéndice final. La narración resulta muy agradable natural y en conjunto, es un libro muy bien escrito, que se lee muy bien y a gran velocidad.
Un espléndido reportaje sobre la Siberia extrema y desconocida, sus claves, su paisaje y su paisanaje. Un excelente libro de viajes que, además, contiene mucha literatura en sus páginas.
Este libro se puede conseguir en formato digital y de manera gratuita en:
Páginas: 292
Editorial: Víctor Olaya
Precio: 6,36 euros
Año de edición: 2009
«¡Poiéjali!» (vamos en ruso) es lo último que dijo el cosmonauta soviético Yuri Gagarin antes de subirse a a nave que le convertiría en el primer astronauta de la historia. Gagarin es uno de los personajes míticos en el imaginario ruso y precisamente de eso, de las claves de la cultura rusa trata este magnífico libro, con la excusa de ser una mera descripción sobre «un viaje invernal al corazón de Siberia», como se subtitula.
El autor, después de hacer unos cuantos viajes por esas tierras inhóspitas, sintió que le faltaba algo para penetrar en su esencia y por eso emprendió un viaje en pleno invierno, cuando prácticamente nadie se aventura por allí. De ese recorrido, y de los recuerdos de los anteriores, nació este inteligente y sensible libro de viajes, escrito con fidelidad emocional y pluma ágil, de manera que al lector se siente transportado y en cierta manera comparte el periplo con Olaya.
Con esta obra, en cuya portada puede verse la silueta del Lago Baikal, se siente el frío en el cuerpo, se percibe la oscuridad profunda de la noche invernal siberiana, se conoce a sus gentes, recubiertos de una coraza de dureza y frialdad aparentes, pero muy acogedores y hospitalarios en realidad. El viajero, que afortunadamente sabe bastante ruso, congenia con algunos paisanos y nos ofrece una panorámica general de cómo son, se mueven y viven los siberianos.
Aquí se aprenden muchas cosas curiosas, como que se puede sacar a pasear a un bebé a 20º bajo cero, que todos los horarios del transiberiano se manejan en hora de Moscú, aunque atraviese varios husos horarios, que el ábaco ruso se usa todavía en todo tipo de establecimientos, que el vodka se vende al peso, que hay muchas maneras de perder la libertad, que los brindis rusos son interminables, que se celebran los cumpleaños de las ciudades, que un policía puede pedirnos allí un pasaporte en ruso, que hay una tradición muy importante de chamanes siberianos y otros muchos detalles insospechados de la vida en la dura estepa siberiana.
Y lo que es más importante, poco a poco se dibujan los grandes trazos del alma siberiana. La gente allí es estoica, paciente, acostumbrada a la burocracia y a las reglas complicadas, duros, acogedores, orgullosos... la lectura es interesantísima como descripción del paisaje humano de un país tan lejano y tan poco visitado.
El lenguaje es sencillo y directo, salpicado aquí y allá con algunas palabras rusas, convenientemente explicadas en un apéndice final. La narración resulta muy agradable natural y en conjunto, es un libro muy bien escrito, que se lee muy bien y a gran velocidad.
Un espléndido reportaje sobre la Siberia extrema y desconocida, sus claves, su paisaje y su paisanaje. Un excelente libro de viajes que, además, contiene mucha literatura en sus páginas.
Este libro se puede conseguir en formato digital y de manera gratuita en:
http://volaya.github.io/web/writing.htm.
Y en papel, al módico precio de 6,36 euros, en la web de amazon.
Víctor Olaya nació en España y vive actualmente en Saint Arailles, un pueblecito del pirineo francés, entre Pau y Toulouse. Es el principal desarrollador del QGIS Processing Framework (antes conocido como Sextante), que ha permitido que se desarrolle QGIS, una de las aplicaciones de Sistemas de Información Geográfica más conocidas y utilizadas. También colabora en varios proyectos de desarrollo basados en software libre.
Toca la guitarrá, el violin y el saxo. Ha escrito catorce títulos de poesía, ensayo, viajes y varios temas, y un famoso libro de Sistemas de Información Geográfica en dos tomos. Todos ellos se pueden descargar gratuitamente en su página web:
http://volaya.github.io/web/writing.htm.
Y en papel, al módico precio de 6,36 euros, en la web de amazon.
Víctor Olaya nació en España y vive actualmente en Saint Arailles, un pueblecito del pirineo francés, entre Pau y Toulouse. Es el principal desarrollador del QGIS Processing Framework (antes conocido como Sextante), que ha permitido que se desarrolle QGIS, una de las aplicaciones de Sistemas de Información Geográfica más conocidas y utilizadas. También colabora en varios proyectos de desarrollo basados en software libre.
Toca la guitarrá, el violin y el saxo. Ha escrito catorce títulos de poesía, ensayo, viajes y varios temas, y un famoso libro de Sistemas de Información Geográfica en dos tomos. Todos ellos se pueden descargar gratuitamente en su página web:
http://volaya.github.io/web/writing.htm.
Víctor Olaya
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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