miércoles, 18 de abril de 2018

Pequeño país - Gaël Faye


Título: Pequeño país
Autor: Gaël Faye

Páginas: 219

Editorial: Salamandra

Precio: 18 euros

Año de edición: 2018


Este libro fué la sensación literaria del año 2016 en Francia, ganó el Premio Goncourt des Lycéens (una especie de Premio Goncourt para jóvenes), el Premio de novela FNAC y todo el mundo hablaba de él. Se ha traducido o se está traduciendo a 29 idiomas. Un bombazo. Y sin embargo, ¡ay! es uno de los libros más duros que he leído en mi vida...y a la vez uno de los más bellos.

Gaël Faye es rapero y sabe, sabe expresarse y escribir de maravilla, con delicadeza, poesía, laconismo y la sabiduría de quien sabe contar historias. Lo malo y lo bueno es que él tiene una historia, una historia tremenda que está encerrada en estas doscientas y pico páginas, milagros de la literatura, como un monstruo terrible y hermoso, agazapado para devorar el corazón del incauto lector que lo abra. Acabo de leerlo, no me lo quito de la cabeza y me temo que voy a estar así, tocado, bastante tiempo.

Pero empecemos por el principio. El autor nació en la capital burundesa, hijo de un empresario francés y una ruandesa tutsi, y pronto aprendió que los hutus y los tutsis hablan la misma lengua, son de la misma religión, viven juntos, pero los hutus son bajos y de nariz ancha, mientras que los tutsis son altos y nunca se sabe a ciencia cierta lo que piensan. Así de fácil, ésa es toda la diferencia, no hay más.

Esta novela autobiográfica cuenta la infancia del protagonista, aproximadamente desde los diez hasta los trece años, y sostiene una gradación continua y  progresiva entre dos polos: el inicial, una infancia feliz en un país africano, jugando descalzo en la calle con sus amigos, montando en bici, atracones de mangos (mi fruta favorita), largas tardes de aburrimiento y baños furtivos, y el espantoso genocidio y guerra étnica entre hutus y tutsis, en la que murieron 800 000 personas en solo cinco años, la inmensa mayoría tutsis. Parece que desapareció el 75 % de esa etnia.

Nos parece que las guerras siempre pasan en lugares lejanos, pero ¿qué ocurre cuando la más horrible de las guerras se mete en tu casa y te golpea en la cara con toda su carga ominosa? Este libro sacude emocionalmente al lector en los últimos capítulos, una y otra vez, no con la repetición detalladas de asesinatos y salvajadas, no, no es tan fácil, sino con el testimonio de quien ha visto y vivido demasiado, y sabe cómo meternos parte de su experiencia debajo de la piel. «La infancia me ha dejado marcas con las que no sé qué hacer dice este hombre y es verdad».

Y sin embargo, os recomiendo su lectura. Es un texto brillante, poético y maravilloso, cargado de reflexiones y fogonazos clarividentes. Es difícil explicar porqué es tan bella esta novela, a pesar de lo terrible que también es. Su intensidad, su lirismo, su concisión y sensibilidad conquistan el corazón del lector, lo atrapan y lo lleven en volandas hasta el final, sin que podamos dejar de seguir leyendo. Una visita al horror de Conrad, contada en primera persona por quien vivió aquello siendo todavía un niño, en un libro deslumbrante e inolvidable.

Si os gusta la literatura tanto como a mí, tenéis que leerlo, aunque no váis a salir ilesos, os lo advierto. Un libro para valientes.

Gaël Faye (Buyumbura, 1982) es un rapero de Burundi, ganador del Premio Goncourt des Lycéens con esta novela en el 2016. Hijo de un francés y una ruandesa, tuvo que huir a los 13 años de su país debido al genocidio tutsi y la guerra civil burundesa.

Obtuvo un título universitario en Ciencias Económicas y un máster en Finanzas, pero abandonó pronto ese mundo para dedicarse a una brillante carrera como rapero. Ha ganado el Premio Internacional de música de la Académie Charles-Cros con «Pili-Pili sobre un cruasán con mantequilla».

Gäel Faye

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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