Título: Por el camino de Swann
Autor: Marcel Proust
Páginas: 520
Editorial: Alianza
Precio: 13,50 euros
Año de edición: 1998
¿Qué por qué escribo otra vez sobre Proust?¿Por qué recomiendo lo obvio, lo que todo el mundo sabe? Porque ha caido en mis manos este libro, no he podido evitar la tentación de leer unas líneas y me ha atrapado hasta acabarlo. «Por el camino de Swann» es un libro grande, muy grande, un hilo que te arrastra desde esa primera frase que parece tan inocente («Durante mucho tiempo me he acostado temprano»).
Ya lo hemos dicho alguna vez, las frases de Proust son larguísimas, a veces ocupan más de una página, llenas de digresiones, acotaciones, metáforas y matices, pero construidas con una perfección asombrosa y con una musicalidad que es un deleite. La acción es muy lenta, lentísima, porque lo que interesa al autor es el recuerdo, la nostalgia, la reflexión y el aroma de lo sucedido, no lo sucedido en sí. Este autor vive la tragedia de percibir, con su exquisita sensibilidad, cómo el tiempo lo cambia todo: las personas que hemos conocido, los lugares en los que hemos vivido y hasta nuestro propio ser. Por eso su mayor anhelo es recuperar el tiempo perdido, recobrar la felicidad pasada por medio de la evocación y así volver a ser feliz en el presente. Para él no hay mayor felicidad que el recuerdo, lo único capaz de hacernos revivir el pasado en el que fuimos dichosos, porque «los verdaderos paraísos son los paraísos perdidos». Con esa idea juega continuamente y sus recuerdos activan los nuestros al leer los suyos, nos recuerdan detalles, estimulan nuestra memoria y al final nos ofrece dos viajes al mismo tiempo, uno a su fascinante mundo, otro a nuestra propia memoria...
Sobre Marcel Proust se ha escrito muchísimo, pero preguntándole a Google, he encontrado esta crítica, corta, pero muy sabrosa. Por otro lado, el mes pasado reseñamos un libro de introducción al mundo poustiano muy recomendable.
Ya lo hemos dicho alguna vez, las frases de Proust son larguísimas, a veces ocupan más de una página, llenas de digresiones, acotaciones, metáforas y matices, pero construidas con una perfección asombrosa y con una musicalidad que es un deleite. La acción es muy lenta, lentísima, porque lo que interesa al autor es el recuerdo, la nostalgia, la reflexión y el aroma de lo sucedido, no lo sucedido en sí. Este autor vive la tragedia de percibir, con su exquisita sensibilidad, cómo el tiempo lo cambia todo: las personas que hemos conocido, los lugares en los que hemos vivido y hasta nuestro propio ser. Por eso su mayor anhelo es recuperar el tiempo perdido, recobrar la felicidad pasada por medio de la evocación y así volver a ser feliz en el presente. Para él no hay mayor felicidad que el recuerdo, lo único capaz de hacernos revivir el pasado en el que fuimos dichosos, porque «los verdaderos paraísos son los paraísos perdidos». Con esa idea juega continuamente y sus recuerdos activan los nuestros al leer los suyos, nos recuerdan detalles, estimulan nuestra memoria y al final nos ofrece dos viajes al mismo tiempo, uno a su fascinante mundo, otro a nuestra propia memoria...
Sobre Marcel Proust se ha escrito muchísimo, pero preguntándole a Google, he encontrado esta crítica, corta, pero muy sabrosa. Por otro lado, el mes pasado reseñamos un libro de introducción al mundo poustiano muy recomendable.
Cualquier momento es bueno para tratar de empezar con este primer tomo de la serie de siete que forman «En busca del tiempo perdido». Os lo recomiendo si no lo habéis leído todavía. Y si probáis y no os interesa, no importa, dejadlo para más adelante, porque no es una aventura fácil y hay que esperar el momento adecuado. Yo lo intenté varias veces y hasta hace poco no me ha llegado a gustar, y ahora me parece maravilloso.
Os dejo con una foto de Marcel, en la que aparece lánguido y sensible, encantador, como se lo imagina el lector. Es una bella fotografía, parecida a la que se publicó aquí hace algun tiempo.
© Hulton Archive
Si bien he leído mil críticas -cada una más aduladora que la anterior -de esta novela que terminé hace un par de semanas, y comprendo perfectamente las características que dicen ver en ella, no tengo el más mínimo problema en decir que yo no le encuentro a Por el camino de Swann absolutamente NADA que me llame la atención más que una prosa tristemente pesada y una concepción del mundo verdaderamente deprimente. Nadie se deja atrapar por un libro -y me refiero a libros de verdad, en días como estos en los que cualquiera se hace llamar "lector" por tener una colección gigante de tomos que honran a la cultura comercial y se masas, sé que no está de más aclararlo- con más facilidad que yo, pero, salvo tal vez por dos o tres momentos, lo único que sentí mientras leía esta novela fue aburrimiento y frustración. Los personajes, de quienes ya leí dos o tres veces que autores distintos los calificaron de "fascinantes", me parecieron prácticamente estereotipos con ilusión de profundidad. Demasiado encanto por "lo que no se dice", y a nadie parece ocurrírsele la idea de que quizás lo que no se "dice" ni siquiera "fue pensado".
ResponderEliminarDespués está esa absoluta fascinación por el episodio de la magdalena. Muy lindo, sí, interesante tal vez, pero en lo más mínimo me parece atrapante o apasionante. Es una obra con interés intelectual (como dije, uno frustrante) y sí, tal vez cierto interés social (aunque la crítica de Proust no me parece en lo más mínimo original, más bien sigue los parámetros de la época), pero interés humano... Más bien diría que la novela se opone a eso.
Bueno, aún así tengo que seguir buscando información sobre ella, porque me lo van a tomar en un examen. No resistí la tentación de opinar. No sé hace cuánto que no converso con alguien de literatura.
Hola, Anónimo:
ResponderEliminarSí, no me extraña que no te haya gustado, es un libro difícil, a mí me costó tres intentos. No creo que sea una buena idea obligar a los alumnos de un curso a leerlo, puede causar aún más rechazo. Y no deja hacer eso de leer 50 páginas y si no te gusta, pasar a otra cosa.
Dále otra oportunidad dentro de unos cuantos años.
Gracias por el comentario
Yo no he leído el libro, sin embargo; todos los que conozco y quieren escribir en español, me lo han recomendado, porque al parecer es un libro que deja influencia en la literatura hispanoamericana, libros difíciles de leer por voluminosos o por sus temas, muchas veces se dejan al abandono, en especial este libro porque se dice que es un libro de una reflexión madura, además no es exactamente la historia la que se busca en una novela contemporánea, sino la técnica. Saludos.
ResponderEliminarGracias por el comentario, Anónimo. Cuesta trabajo entrar en el mundo de Proust, yo lo conseguí al tercer intento y después de varios años, Pero una vez que has entrado, ya no quieres salir, ya no quieres leer otra cosa.
ResponderEliminarEsto me recuerda que hace mucho que no lo leo, tendré que hacerle una visita de nuevo.
Salud libros.
Es lo que mas me gus mas me gusto de lo que lei de Proust junto con "Albertine" Hay una pelicula protagonizada por Jeremy Irons muy interesante Proust tambien escribio en sus comienzos una novelita "El indiferente" que a pesar de ser una obra de iniciacion resulta interesante
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