Título: Cómo cambiar tu vida con Proust
Autor: Alain de Botton
Páginas: 223
Editorial: Ediciones B
Precio: 3,46 euros (descatalogado)
Año de Edición: 1998
Sí, ya sé que recomendar un libro que está agotado y es difícil de encontrar es probablemente de mala educación, pero este libro vale de verdad la pena y, en cualquier caso, siempre nos quedan las bibliotecas.
En realidad y a pesar del título, más que un libro de autoayuda, es una ingeniosa introducción a la magna obra en 7 tomos, «En busca del tiempo perdido», y cubre una tarea de divulgación muy necesaria.
La gran obra de Proust es enormemente larga, al principio puede que no enganche mucho al lector y cuesta un poco acostumbrarse a esas frases larguísimas, perfectas de ritmo y gramática, llenas de digresiones, comparaciones y matices, que sugieren, detallan y completan todo un juego de ensayo sobre los aspectos más nimios. Son frases que ocupan a menudo varias páginas, giran en círculo y despiertan nuestra memoria como magdalenas mágicas que rescatan nuestros recuerdos más antiguos. A mí me ha ocurrido que he empezado a leerla tres veces, en distintas épocas de mi vida, y las dos primeras no me interesaba lo más mínimo lo que leía, me aburría y no pude seguir. Probablemente el problema era que yo no estaba maduro para Proust todavía, y al tercer intento, todo cambió, entré en un mundo maravilloso y entendí por fin porqué Marcel Proust está considerado como uno de los más grandes.
Marcel Proust (París, 1871-1922) era un chico hipocondríaco, maniático, homosexual, hipersensible y muy delicado, que vivió con su madre hasta que ella falleció, cuando él tenía 34 años, no tenía trabajo y decía que estaba escribiendo un libro, que tardaría otros 8 años más en ver la luz. Sn embargo, cuando por fin lo publicó, la crítica se rindió a sus pies, un crítico francés llegó a compararlo con Shakespeare, un crítico italiano lo puso a la altura de Stendhal y una princesa austriaca le ofreció su mano en matrimonio.
Pues bien, Alain de Botton (Zúrich, 1969), basándose en que Proust se preocupaba mucho por los demás y daba todo tipo de consejos en sus cartas y libros, ha escrito esta divertida síntesis de algunas de sus ideas típicas. El resultado es brillante, ameno, entretenido, proporciona una introducción excelente a la obra del francés y es un verdadero deleite para el lector consigue lo que antes se llamaba «instruir deleitando».
Fascinante.
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