viernes, 30 de noviembre de 2018

Caronte aguarda - Fernando Savater

 
Título: Caronte aguarda
Autor: Fernando Savater

Páginas: 206

Editorial: Cátedra

Precio: 8,50 euros 

Año de edición: 1981

A Antonio, que sabe

No en vano hay quien dice que Fernando Savater es uno de los mejores prosistas en ejercicio en nuestro idioma. Ya hace tiempo que escribía francamente bien y esta estupenda novela, publicada en 1981 y hasta cierto punto, encontrable en bibliotecas y librerías de lance, es buena prueba de ello.

Está ambientada en la época postdictatorial y predemocrática, la llamada modélica transición, en la que hubo 591 muertes violentas, muchas no aclaradas, la España del Interviú que nadaba desesperadamente para llegar a puerto democrático y resulta una experiencia muy interesante para los que vivimos aquella época ver cómo se van levantando en la memoria los recuerdos olvidados.

Fué una época gris, dura y agridulce, en la que se mezclaban la ilusión por el cambio con una realidad con resquicios todavía terribles. Este libro es hijo de aquella época, la retrata muy bien y leerla constituye un verdadero viaje al pasado.

Pero además está muy bien escrita, con verbo rápido y fluido, riqueza de matices y entreverado de disquisiciones filosóficas, como no podría ser de otra manera. Se cita a Nietzche, a Agustín Gacía Calvo y a otros pensadores, siempre de manera ligera y sin que se lastre la narración.

Como novela negra y de suspense sigue el canon clásico a la perfección: profesor universitario (PNN) de filosofía, al enterarse que han asesinado a su hermana a martillazos, emprende una investigación por su cuenta, en la que acaba descubriendo cosas que hubiese deseado no conocer. El lector va de sorpresa en sorpresa ante una trama con mucho ritmo, en la que no dejan de pasar cosas curiosas, divertidas e intrigantes y, cuando recibe la sorpresa final, recuerda que el autor había dejado caer alguna que otra pista por aquí y por allá.

El protagonista, además de filósofo, se llama Amador (como el hijo de Savater, nacido en 1974), y fuma puros como un descosido, a los que es muy aficionado el filósofo donostiarra. El libro está lleno de las aficiones y querencias del autor: hay una escena en un hipódromo,  aparece un personaje claramente inspirado en Ciorán, se visita el castillo del Marques de Sade.y se menciona a Panait Istrati, el escritor rumano, tan grande como desconocido, sobre todo en aquellos años..

Contiene frases lapidarias («Todo lo que es profundo ama la máscara», «La ética es un lujo al alcance de unos pocos») y finaliza con un a clase en la universidad. Es excelente.

Una novela brillante, de ideas, ligera y a la vez erudita, que esboza algunas ideas filosóficas de gran interés y que, además de ser una notable novela negra, nos transporta a una época hoy afortunadamente olvidada.
 
Fernando Savater (San Sebastián, 1947) es un archiconocido filósofo e intelectual español. Hijo también de un notario, lector compulsivo y voraz desde niño, a los trece años se mudó con sus padres a Madrid, estudió en el Colegio del Pilar y luego hizo Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid

Se doctoró con una polémica tesis sobre Ciorán y ha publicado multitud de excelentes artículos y ensayos sobre los más variados temas. Es un autor muy prolífico por el que sentimos debilidad. Hemos reseñado aquí algunas de sus obras. Se ha distinguido por su militancia en contra del nacionalismo, del terrorismo etarra y de la ignorancia. Es uno de los pocos intelectuales de categoría que tenemos en España y además uno de nuestros mejores prosistas. Guillermo Cabrera Infante dice que es el autor en ejercicio que mejor escribe en castellano.

Fernando Savater

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

jueves, 29 de noviembre de 2018

El coleccionista - John Fowles


Título: El coleccionista
Autor: John Fowles

Páginas: 352

Editorial: El aleph

Precio: 9,40 euros 

Año de edición: 2002


Fowles escribió el primer borrador de esta novela en tan solo un mes, casi de un tirón, aunque luego tardó un año entero en revisar y pulir esa primera versión. Publicado en 1963, fué todo un bombazo, se convirtió en uno de los superventas de la época muy rápidamente; en un mes ya se había agotado la primera edición y siguió vendiéndose a buen ritmo durante bastante tiempo.

Considerado el primer thriller psicológico moderno, cuenta con habilidad la historia de Frederick, un oficinista solitario, introvertido, obsesivo y con carencias afectivas, acostumbrado a capturar la realidad coleccionando mariposas y haciendo fotos, que cuando gana un premio en las quinielas no se le ocurre mejor idea que secuestrar a una chica a la que admira en secreto, Miranda, para encerrarla en el sótano de su casa y tratar de convencerla para que se enamore de él.

La idea puede parecer disparatada, pero esta obra ha servido de inspiración para varios criminales y desde luego, en la novela funciona de maravilla. Los personajes están descritos con profundidad  y riqueza de matices, la narración es creíble y ágil, el libro se lee muy bien y las expectativas del lector están gestionadas con pericia hasta el final.

Se divide en tres partes, la primera está narrada por Frederick, la segunda es en realidad un diario que lleva Miranda durante su cautiverio y en la última, el secuestrador vuelve a tomar la palabra. El contrastar los dos puntos de vista, el del secuestrador y el de la secuestrada, es un acierto. En 1965, William Wyler dirigió una adaptación cinematográfica muy buena, que vale la pena ver, protagonizada por Terence Stamp y Samantha Eggar.

Entra en la categoría de los superventas de calidad. Una novela inquietante, obsesiva y bien escrita, que ha envejecido muy bien. Un libro que hará las delicias de los amantes de los superventas  y que, en cualquier caso, se deja leer muy a gusto.  

Fotograma de «El coleccionista» (1963) de William Wyler

John Fowles (Essex, 1926-2005) fué un novelista y ensayista británico. Hijo de un comerciante de tabaco y una maestra, estudió francés y alemán en la Universidad de Edimburgo y en el New College de Oxford. Se interesó por el existencialismo francés y era un admirador de Camus y Sartre.

Sirvió en la Armada británica durante la Segunda Guerra Mundial y después comenzó a dar clases en Francia, Grecia e Inglaterra, hasta que el éxito de su primera novela, El coleccionista, le permitió dedicarse por completo a escribir. Luego vendrían otros éxitos como «La mujer del teniente francés» y «El mago».

Autor de culto en Estados Unidos, está considerado como parte del posmodernismo inglés.

John Fowles

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

30 maneras de quitarse el sombrero - Elvira Lindo

 
Título: 30 maneras dequitrse el sombrero
Autora: Elvira Lindo

Páginas: 287

Editorial: Seix Barral

Precio: 18,90 euros

Año de edición: 2018

Este magnífico libro, a mitad de camino entre el ensayo y la enciclopedia, agrupa 30 biografía escritas con un estilo muy personal, de otras tantas mujeres que han destacado en el mundo de la cultura, el pensamiento o la ciencia. Treinta mujeres que, de una manera u otra, son líderes y modelos para todas las que buscan su camino en una sociedad diseñada y orientada preferentemente para el varón.

El título alude a aquel grupo de mujeres, las llamadas «las sinsombrero», que formaron parte de la Generación del 27, pero han quedado relegadas al olvido salvo honrosas excepciones. Mujeres que paseaban por el centro de Madrid con la cabeza descubierta, un verdadero escándalo para las convenciones sociales de la época, aunque parezca mentira.

Desde la anarquista Pippi Calzaslargas hasta la escritora Grace Paley, pasando por Ana Frank, María Guerrero, Carson McCullers, Chimamanda, Lucia Berlin, Vivian Gornick y muchas otras figuras admirables, Lindo nos ofrece su particular visión, profundamente humana, penetrante y original, sobre la vida y milagros de estas mujeres realmente importantes e influyentes.

El estilo es muy natural, descomplicado, sencillo y gramaticalmente yo diría que perfecto, porque muy pocos autores redactan en español tan correctamente, en eso esta mujer es modélica, especialmente porque comea como nadie y eso es un verdadero arte.

Al final, el último capítulo lo dedica a su propia vida, con humildad y sin pretensiones, más que presentándose como una gran mujer, contando su caso de chica que siempre ha resultado inconveniente, fuera de la norma y de lugar. Desde ese punto de vista, su relato es interesantísimo, hace gala de un humor envidiable, con altas dosis de ironía y capacidad de reírse de sí misma, cuenta varias anécdotas muy jugosas sobre la corrección política, la censura y la autocensura, y compone con todo ello lo que es, para mi gusto, el mejor capítulo del libro, a pesar de que los anteriores son fantásticos.

Y de propina, este volumen viene con un sabroso prólogo nada menos que de la gran Elena Poniatowska, todo un lujo para el cerebelo.

Un libro muy entretenido, que sirve de introducción para conocer aun buen número de escritoras y figuras notables, lleno de humor y de hallazgos expresivos (Un humorista está a la altura del montón) escrita por esta mujer, que me vuelve loco porque creo que reúne dos cualidades impagables: en altísimo grado: el sentido del humor y el saber escribir. Casi ná.

Elvira Lindo (Cádiz, 1962) es una escritora española, creadora del archiconocido personaje de Manolito Gafotas. A los doce años su familia se fué a vivir a Madrid. Empezó a estudiar Periodismo mientras trabajaba como locutora para Radio Nacional de España, pero al final dejó la carrera para dedicarse a tiempo completo al ejercicio de la profesión, paradojas de la vida.

Ha trabajado en radio y televisión como guionista y actriz. En 1994 triunfó con la creación de Manolito Gafotas, pero ha escrito tambien relatos, cuentos y artículos con mucho éxito de crítica y público. Está casada con el también escritor Antonio Muñoz Molina y su experiencia en Nueva York, cuando acompañó a su marido durante los dos años que dirigió el Instituto Cervantes en esa capital, dió lugar a su libro «Lugares que no quiero compartir con nadie»(2011). Actualmente colabora en la Cadena SER en el programa «La Ventana» dirigido por Carles Francino.

Elvira Lindo

Publicado por Antonio F. Rodriguez.

martes, 27 de noviembre de 2018

Harriet - Elizabeth Jenkins


Título: Harriet
Autora: Elizabeth Jenkins

Páginas: 336

Editorial: Alba

Precio: 19,50 euros 

Año de edición: 2013


Esta novela, publicada en 1934, cuenta la historia terrible de una persona frágil y realmente desvalida, que cae en manos de un malvado y su familia, igualmente cruel, creando un clima desolador casi de página de sucesos. La cosa empieza cuando un buscavidas mediocre y desalmado enamora a una millonaria no muy inteligente y se casa con ella por su dinero. 

El desenlace es tremendo y quizás pueda parecer una narración poco atractiva a priori, pero tiene el enorme mérito y el atractivo de estar basada en hechos reales, mantener un estilo sobrio, casi periodístico y ser así una de las primeras novelas completamente basadas en sucesos documentados, un notable antecedente de «A sanfre fría» (1966), una de las obras maestras del nuevo periodismo.

La sensación de estar ante una investigación y profundización sobre la maldad en un caso real es muy fuerte y de hecho, Jenkins indagó en todos los detalles de la historia auténtica y llegó a conclusiones muy distintas a las de la investigación oficial. Además, resulta una historia estremecedora porque todo es cotidiano, natural y la evolución de los acontecimientos se basa en la influencia que ejercen unas personas sobre otras.

El crimen se presenta en esta ocasión no como un plan preconcebido, ni como el resultado de un arrebato o una explosión de ira, sino como un acuerdo tácito, algo familiar y humano, demasiado humano. Por ese motivo, esta novela está más cerca de las historias de terror que del género policiaco.

En cualquier caso, un libro muy interesante y original, una crónica periodística y de investigación muy atractiva, que ofrece, además y de manera indirecta, un retrato de la sociedad inglesa de 1875, cuando ocurrieron los hechos, en los círculos en los que la máxima preocupación era salir de la pobreza, conseguir un buen casamiento y tener asegurada una renta anual de unos cuantos miles de libras. Muy recomendable (el libro, claro). 

Elizabeth Jenkins (Hitchin, 1905 - 2010) fué una escritora británica, biógrafa de Jane Austen, Henry Fielding, Lady Caroline Lamb y otros autores. Su padre fundó un colegio y Elizabeth estudió en Cambridge Lengua e Historia, pero entonces las mujeres no podían tener el título de grado.

Fué profesora de inglés, durante la Segunda Guerra Mundial trabajó en una organización de acogida a los refugiados judíos y tuvo responsabilidades políticas en el Ministerio del Información y en el de Comercio. 

Publicó nueve novelas y seis biografías. Se relacionó con el Círculo de Bloomsbury, aunque parece que no se llevaba muy bien con Virginia Woolf. Cuando falleció, a los 104 años de edad, The Thelegraph dijo que supo explotar la situación dramática en la que seres frágiles que inspiran simpatía son maltratados por personajes que representan la maldad y que, como a Agatha Christie, le fascinaban los crímenes en barrios residenciales.

 
Elizabeth Jenkins

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

lunes, 26 de noviembre de 2018

En ausencia de Blanca - Antonio Muñoz Molina


Título: En ausencia de Blanca
Autor: Antonio Muñoz Molina

Páginas: 144

Editorial: Seix Barral

Precio: 6,6 euros 

Año de edición: 2009


Este excelente novelita puede parecer a primera vista una obra menor de Muñoz Molina, pero no os confiéis porque en su brevedad y aparente sencillez tiene todo lo necesario para ser una estupenda novela: un planteamiento original, pero conectado con lo cotiidano, un buen desarrollo y un desenlace extraño e inesperado. Un libro redondo.

Cuenta la vida aburrida y monótona de un funcionario de la Diputación de Jaén, un trasunto del propio Muñoz Molina que, en clave de caricatura creo que toma muchos rasgos del carácter del autor, y su fascinada relación con Blanca, una mujer muy hermosa.

Pero no os voy a contar nada más, prefiero que o leáis. Se trata de una historia de admiración que arranca con un inicio espectacular e inquietante y un final que nos dice que en realidad no ha habido acción desde el principio, simplemente se nos ha contado una situación en profundidad, con tanta habilidad que nos lo hemos pasado estupendamente.

El estilo es alambicado, de frases largas y envolventes, morosas, que estimulan la memoria, la evocación y también la empatía de sentimientos. Una novela ejemplar escrita con intensidad y entrega. Un libro muy bueno que puede servir muy bien para iniciarse en el mundo personal de este escritor universal. Espléndido.

http://antoniomunozmolina.net/
Antonio Muñoz Molina

Antonio Muñoz Molina (Úbeda, 1956) es un escritor español y académico de la lengua, que ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras y director del Instituto Cervantes en Nueva York durante dos años.

Estudió en el Colegio de los Salesianos de Úbeda, hizo Historia del Arte en la Universidad de Granada y periodismo en la Complutense de Madrid. Comenzó a trabajar como funcionario en la Diputación de Jaén y a colaborar en el Ideal. Su primer libro fué «El robinsón urbano», una recopilación de sus artículos.

Luego vino su primera novela, la maravillosa «Beatus Ille», en 1986, que le abrió las puertas del éxito y luego hasta un total de catorce novelas más, relatos, ensayos, artículos, etcétera. Aquí hemos hablado de su «Ardor guerrero».

Es uno de los autores clave de a España actual y, en mi opinón, la voz de toda una generación, porque expresa lo que muchos de los que nacimos en los años 50 y 60 sentmos y pensamos, y lo hace mejor que nadie. Tiene una página personal muy interesante y completa en este enlace.

Antonio Muñoz Molina

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

domingo, 25 de noviembre de 2018

Balada de los ahorcados - François Villon


El francés François Villon (Pontoise, 1431) pasa por ser el primer poeta maldito de la historia que se conoce. Vivió en una época convulsa, llena de brutalidades, hambruna, epidemias y violencia, la Guerra de los Cien Años, que como todo el mundo sabe duró 116 (1337-1453). Nació el año en el que quemaron a Juana de Arco en la hoguera, estudió letras y frecuentó por igual aulas, tabernas y burdeles.

Contemporáneo de Jorge Manrique, le dedicó versos también a la brevedad de la vida, a sus compañeros estudiantes, a las parisinas y su delicioso modo de hablar, a las chicas de la calle y a la gorda tabernera Margot. El estudiante de la «cara flaca y delgada como un nabo», como él mismo decía, era un poeta con un estilo directo y sarcástico  que hace que aún hoy suene moderno:

Soy Francisco y el nombre me duele,
nacido en Pontoise, cerca de París,
y balanceándose al cabo de la cuerda
sentirá mi cuello lo que mi culo pesa.

Renovó formas, utilizó la burla y la ironía, utilizó un lenguaje innovador y llano, del pueblo, invirtió el ideal cortés al alabar a los ahorcados y a los marginados, y está considerado como uno de los grandes poetas de Francia, que influyó poderosamente en todos los que vinieron luego.

Fué poeta, ladrón y asesino. En una riña callejera por una mujer hirió de muerte a un canónigo, participó con la banda de los Coquillards en el robo de 500 doblones de oro del Colegio de Navarrra y finalmente, en la muerte de un notario. Pasó temporadas en la cárcel, fué perdonado, desterrado, protegido y perseguido:
  
Muero de sed cerca del manantial,
junto al fuego tiemblo de frío
y en mi tierra soy extranjero
a la vez bienvenido y rechazado.

Finalmente fué apresado por el asunto del notario y cuando le torturaron, confesó todas sus fechorías. Fué condenado a la horca y esperando ser ejecutado escribió su famosa «Balada de los ahorcados»
  
 
Balada de los ahorcados

Hermanos humanos, que viven después de nosotros,
no tengan contra nosotros endurecidos corazones,
pues, teniendo piedad de nuestras pobres almas,
Dios la tendrá antes de ustedes.
Aquí nos ven atados, cinco o seis:
en cuanto a la carne, que hemos alimentado en demasía,
hace tiempo que está podrida y devorada
y los huesos, nosotros, ceniza y polvo nos volvemos.
De nuestros males no se burle nadie;
pero rueguen que a todos Dios nos quiera absolver.

Si hermanos nos llamamos, en nuestro clamor sin desdén
nos traten, aunque hayamos sido muertos
por Justicia. Pues deben entender
que no todos los hombres pueden ser sensatos;
perdónennos ahora, ya que hemos partido
hacia el hijo de la Virgen María;
que su gracia no nos sea negada
y pueda preservarnos del rayo infernal.
Muertos estamos, que nadie nos moleste:
pero rueguen que a todos Dios nos quiera absolver.

La lluvia nos ha limpiado y lavado,
y el sol desecado y ennegrecido;
urracas, cuervos, nos han cavado los ojos
y arrancado la barba y nuestras cejas.
Nunca jamás, ni un instante, pudimos sentarnos:
luego aquí, luego allá, como varía el viento,
a su placer sin cesar nos acarrea,
siendo más picoteados por los pájaros que dedales de coser.
De nuestra cofradía nadie sea:
pero rueguen que a todos Dios nos quiera absolver.

Príncipe Jesús, que sobre todo reinas,
guarda que el Infierno no tenga sobre nosotros dominio:
nada tenemos que hacer con él ni que pagarle.
Hombres, en esto no hay ninguna burla:
pero rueguen que a todos Dios nos quiera absolver.


Sin embargo, su sentencia fué recurrida y un tribunal de casación la conmutó la pena por el destierro de París. En 1463 salió de la capital a vagabundear por los caminos y se perdió su rastro. Ya no se sabe qué fué de su vida.

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

sábado, 24 de noviembre de 2018

¿El mejor currículum vitae de la historia?

Corría el año 1482 cuando Leonardo da Vinci (1452-1519) se vió en la tesitura de buscar un mejor empleo a los 30 años, cuando todavía no era el genio reconocido que sabía hacer prácticamente de todo. Por aquel entonces, era un experto armero que sabía manejar la pólvora, el nuevo materila militar que se estaba introduciendo en Europa.

Cuando llegó a Milán como emisario florentino de su mecenas, Lorenzo de Médicis, se enteró de que el regente de esa ciudad, el Duque Ludovico Sforza «el moro», estaba buscando ingenieros para fines militares. Leonardo, ni corto ni perezoso, le entregó una carta al moro ofreciendo sus servicios. Aquí tenéis el texto, que pasa por ser uno de los mejores currículums que se conocen:

Ilustrísimo Señor, que ya cuenta suficientemente con los ejemplares de todos aquellos que se proclaman con los artìfices calificados en los instrumentos de guerra, y que la invención y el funcionamiento de dichos instrumentos no son diferentes de los de uso común: me esforzaré, sin perjuicio de cualquier otro, a dar explicaciones a su Excelencia, mostrando a su señoría, mi secreto, y luego ofrecer a su mejor gusto y a su aprobación para trabajar con efectos en los momentos oportunos sobre todas las cosas que, en parte, le señaló brevemente a continuación.

1. Tengo una especie de puentes muy ligeros y resistentes, adaptados para ser más fáciles de llevar, y con ellos puede llevar a cabo, y en cualquier momento huir del enemigo, y otros, seguros e indestructible por el fuego y la batalla, fácil y cómodo para levantar del lugar. También los métodos de quemar y destruir los del enemigo.

2. Yo sé cómo, cuando se ve asediado un lugar, para tomar el agua de los fosos, y hacer interminable variedad de puentes y caminos cubiertos y escaleras, y otras máquinas relacionadas con tales expediciones.

3. Si, por causa de la altura de los bancos, o la fuerza del lugar y su posición, es imposible, al asedio de un lugar, a valerse del plan de bombardeo, tengo métodos para la destrucción de la fortaleza de otros, incluso si se basa en una roca.

4. Una vez más, tengo toda clase de morteros, gran terror, más convenientes y fáciles de llevar, y ellos arrojan piedras pequeñas casi asemejando una tormenta, y con el humo de estos, motivos para el enemigo, en su detrimento y confusión.

5. Y si la lucha debe ser en el mar tengo muchos tipos de máquinas más eficientes para el ataque y defensa, y los buques resistirán el ataque de las mayores armas de fuego, el polvo y el humo.

6. También conozco modos de llegar sigilosamente a un determinado lugar por cuevas y pasajes secretos, aunque para ello fuera necesario pasar bajo un río.

7. Haré carros cubiertos, seguros y inatacables, que, entrando en el enemigo con su artillería, no hay ningún cuerpo de hombres tan grande, que los resista. Y detrás de estos, la infantería podría seguir muy ilesa y sin ningún obstáculo.

8. En caso de necesidad, haré cañones, morteros y artefactos explosivos sin luz de formas sutiles y útiles, fuera del tipo común.

9. Cuando la operación de bombardeo puede fallar, me gustaría inventar catapultas, cañones, trabocchi, y otras máquinas de la eficacia maravillosa y no de uso común. Y, en definitiva, de acuerdo a la variedad de los casos, puedo inventar diferentes y un sinfín de medios de ataque y defensa.

10. En tiempos de paz creo que puedo dar satisfacción perfecta y al igual de cualquier otro en la arquitectura y la composición de los edificios públicos y privados, y en el agua rectores de un lugar a otro.

11. Puedo realizar esculturas en mármol, bronce o barro, así como pinturas, y mi trabajo puede compararse al de cualquier otro, quien quiera que sea.

Además, yo podría asumir la obra del caballo de bronce que sería una gloria inmortal y honor eterno de la memoria feliz de su señor padre y de la ilustre casa de los Sforza.

Y si alguna de las cosas mencionadas le pareciesen a alguien imposibles o no factibles, me declaro dispuesto a hacerle una demostración en su parque o el lugar que prefiera Vuestra Excelencia, a quien me encomiendo con toda humildad.

Es curioso que algunas de las cosas que menciona no las había desarrollado todavía; pero poco tiempo después, sí fué capaz de llevarlas a la práctica. Desde luego, este hombre sabía cómo vernderse. No hace falta decir que fué contratado.

Luego idearía el automóvil, el carro de combate, el helicóptero, el submarino, el ala delta, máquinas para volar, varios autómatas, la escafandra, los rodamientos a bolas, la bicicleta y otros ingenios, pero eso ya es otra historia.
           
Publicado por Antonio F. Rodríguez.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Madrid - Roberto Arlt


Título: Madrid
Autor: Roberto Arlt

Páginas: 93

Editorial: Casimiro

Precio: 8 euros 

Año de edición: 2018


Este librito me ha encantado. Reúne doce crónicas o impresiones de viaje de una temporada que pasó en Madrid entre 1935 y 1936, la última firmada en junio del 36 solo un poco antes del estallido de la Guerra Civil española, Roberto Arlt, el gran escritor porteño..

Y lo curioso es que este argentino, autor habitualmente furioso, oscuro y terrible, describe una ciudad alegre y luminosa, casi idílica. Una ciudad en la que se siente feliz y que le roba el corazón. Una urbe agradable, en la que se vive mucho en la calle, teatral, caótica, multitudinario, llena de vida, plagada de cafés, maravillosa institución madrileña, a veces con mecedoras, donde los funcionarios, que solo trabajan por la mañana y los que se jubilan a los 50 o 60 años pasan la tarde debatiendo, viendo pasar a las chicas y tomando algo.

Uno de los secretos del foro es que es una ciudad de mujeres, hay 30 000 féminas más que hombres y a menudo desempeñan los trabajos más pesados, basureras, barrenderas, descargadoras, mozas de cuerda... eso les da una presencia en la calle que cambia la atmósfera y el ambiente. 

Madrid le parece al autor una ciudad apasionante y acogedora, con cielos maravillosos («El amanecer de Madrid es siempre nuevo»), donde los cargos públicos se cubren por oposición, con un barrio delas letras habitado por las sombras de los genios que vivieron en él (Góngora, Quevedo, Lope, Calderón, Cervantes...), en la que el cronista se pregunta «¿En qué consiste el embrujo de Madrid?» y se contesta «Madrid es la tentación. Te llenará de ensueños».

Me han gustado especialmente las descripciones del Parque del Retiro y del barrio de Cuatro Caminos, lleno de puestos de libros de viejo. Un texto estupendo, lleno de corazón y cariño, de sinceridad y convicción, de un argentino enamorado de las calles y las plazas de Madrid.

Roberto Emilo Gofredo Arlt (Buenos Aires, 1900-1942) fué un inventor y escritor argentino. Hijo de padre prusiano y madre austro-húngara, una pareja de inmigrantes pobres recién llegados al país, en su casa se hablaba el alemán. Tuvo dos hermanas que murieron de tuberculosis y la relación con su padre estuvo marcada por un trato severo, poco permisivo, incluso algo sádico. La memoria de su padre aparecería en sus escritos.

Fue expulsado de la escuela a los ocho años y se volvió autodidacta. Trabajó en un periódico local, fue ayudante de biblioteca, pintor, mecánico, soldador, trabajador portuario y gerente de una fábrica de ladrillos. Entre 1920 y 1930 se acercó al Grupo Boedo que publicaba en la Editorial Claridad y se reunían en el Café El Japonés

En 1926 escribió su primera novela El juguete rabioso, con cierto éxito. También trabajó como periodista para el diario donde editaría sus famosas Aguafuertes porteñas. Los protagonistas de sus relatos tienen algo de grotesco, sórdido, anormal y enfermizo. Sus historias tienen fuerza y carácter. Muchos autores argentinos reconocen su influencia y creen que jugó un papel decisivo como primer gran autor argentino del siglo XX en la historia de la literatura de ese país.  

Roberto Arlt

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

jueves, 22 de noviembre de 2018

El diablo - Lev Tolstói


Título: El diablo
Autor: Lev Tolstói

Páginas: 117

Editorial: Galaxia Gutenberg

Precio: 10,90 euros 

Año de edición: 2018


Esta nouvelle (novela corta) es una verdadera joya. Tolstói la escribió en solo diez días, así que el tema le debía quemar en las manos. Durante un tiempo la llevaba escondida en la caña de una de sus botas para que su mujer no la encontrase y la tirase a la basura, y finalmente descosió la tapicería de un sofá y la escondió en su interior. No se atrevió a publicarla nunca, quizás por miedo a un ataque de puritanismo de su esposa o a lo mejor porque contenía elementos autobiográficos que no estaba dispuesto a airear. El caso es que no vió la luz hasta 1911, un año después de su muerte.

Trata un viejo tema, la facilidad con la que los hombres, o al menos algunos hombre, se ven arrastrados por el deseo, hasta el punto de no poder controlarlo y verse dominados por él en contra de su voluntad. Algo mucho más frecuente de lo que parece y de lo que los hombres estamos habitualmente dispuestos a reconocer.

El escritor pudo conocer de cerca un caso parecido protagonizado por un funcionario judicial de Tula. También es muy posible que se basase en su propia experiencia, pues se  sabe que mantuvo una tórrida relación con una campesina exuberante y una de sus mayores preocupaciones en la vida fué el perfeccionamiento, tanto en lo físico como en lo moral.

Así que el diablo no es la mujer, hay un demonio que habita en el hombre y debemos aprender a dominarlo si no queremos correr el riesgo de que nos destruya. Tolstói lo cuenta mejor que nadie, con un estilo terso y elegante, por el que navega el lector con suavidad por la superficie de una narración sencilla y natural, con más trasfondo de lo que parece.

Un cuentecito extraordinario, una pequeña obra maestra con la que el autor demuestra su categoría, su habilidad prodigiosa como narrador.

En esta edición se incluyen los dos finales que escribió, muy diferentes entre sí, pero parece que ninguno de los dos le satisfizo el todo. Qizás lo insatisfactorio era que no consiguió encontrar una solución al problema.

Lev Tolstói (Yásnaya Poliana, 1828-1910) nació en una familia de la vieja nobleza rusa, sus padres eran condes. Comenzó a estudiar Derecho, pero abandonó muy pronto los estudios para acompañar a su hermano en la Guerra de Crimea. Allí comenzó a escribir y su experiencia en el frente le marcó profundamente. 

Cristiano, vegetariano, esperantista, anarquista y pacifista, llegó a cartearse con Gandhi, entonces en Suráfrica, para intercambiar ideas sobre la desobediencia civil. También se escribió con Rilke, Bernard Shaw, el zar Nicolás II y un montón de personalidades hasta llegar a escribir 10 000 cartas que se conservan en el Museo Tolstói de Moscú.

Era supersticioso y siempre que abría un libro por primera vez, lo hacía por la página 28. A los treinta años, una osa le mordió en la cara durante una cacería. En su diario escribió simplemente: «Fuí a cazar osos, el 21 maté uno; el 22 otro me mordió».

Las obras completas de Tolstói ocupan 90 tomos. Sus ideas sobre la no violencia activa influyeron a muchas personalidades, como Ghandi o Martin Luther King. Antes de morir pidió que le enterrasen junto a su yegua favorita, Delire .Es uno de los grandes escritores de la literatura universal.

Lev Tolstói

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

La habitación de Giovanni - James Baldwin


Título: La habitación de Giovanni
Autor: James Baldwin

Páginas: 238

Editorial: Tajamar

Precio: 19 euros 

Año de edición: 2014


Esta espléndida novela, rara y original, aborda el tema de qué ocurre cuando alguien tiene miedo de amar a la persona de quién está enamorada y lo destructivas que pueden llegar a ser las relaciones de un homosexual que no sale del armario ni siquiera ante sí mismo.

Ambientada en el París de los años 40 y con un claro trasfondo autobiográfico, cuenta la tormentosa relación del protagonista con Giovanni, cuya vida en común está simbólicamente representada por su habitación. Está escrita en 1956, ocho años después de que Gore Vidal tratase el tema de la homosexualidad, parece que por primera vez en occidente, en su novela «La ciudad y el pilar de sal» y también su aparición fué un escándalo y armó el revuelo que era de esperar. 

Pero aparte de su carácter reivindicativo, esta novela es un título importante por su extraordinaria belleza, por su factura exquisita y elegante, por ser profunda y sobrecogedora. Extraña, poética y algo sórdida al mismo tiempo, con un halo de oscuridad y remordimiento, arranca con una frase («Estoy parado frente a la ventana de esta grandiosa casa en el sur de Francia, mientras la noche cae, la noche que conducirá a la mañana más terrible de mi vida»), que es como una sacudida que sobrecoge al lector, le atrapa y ya no le suelta hasta el final. Magistral y absorbente, esta texto tiene algo dramático y a la vez bello, que no se puede dejar de leer.

Como curiosidad, Baldwin se basó para describir la habitación de Giovanni en la del escritor Elliott Stein en París, que también utilizó Susan Sontag para su ensayo «Notas sobre lo camp». Un cuarto bien aprovechado.

Volviendo a la novela, está llena de sinceridad, y también de sufrimiento, pero leerla es una experiencia única por la que creo que todo buen lector que se precie debe pasar. Hay que visitar alguna vez en la vida la habitación de Giovanni.

James Baldwin (Nueva York,1924-1987) nacido en el barrio de Harlem, era el mayor de nueve hermanos y nunca conoció a su padre biológico. Su madre se casó después de ser abandonada con un predicador austero y severo, con el que Baldwin tuvo una relación siempre conflictiva. Ser negro y homosexual marcó su vida y muy pronto se convirtió en activista en defensa de los derechos humanos de los afroamericanos.

A los 14 años se hizo predicador, a los 17 lo dejó para dedicarse a escribir y a los 24 se fué a París para alejarse de la sociedad neoyorkina y verla desde fuera. Allí vivió la mayor parte de su vida, salvo varias visitas a EE. UU. para luchar por los derechos de los negros junto a Martin Luther King y Malcolm X.

Empezó malviviendo de artículos y críticas literarias hasta que el escritor Richard Wright creyó en su talento y le ayudó a conseguir una beca. Publicó su primera novela «Ve y dilo en la montaña» a los 29 años. Escribió ocho novelas más, toda semiautobiográficas, relatos y un buen número de ensayos que son un referente en los movimientos en defensa de los derechos civiles.

En el 2016, Raoul Peck realizó un documental sobre su vida, con abundancia de fotos y vídeos originales de la época, titulado «I am not your negro», que alcanzó cierto éxito y obtuvo varios premios.

James Baldwin

Publicado por Antonio F. Rodríguez.