Título: Madrid
Autor: Roberto Arlt
Páginas: 93
Editorial: Casimiro
Precio: 8 euros
Año de edición: 2018
Este librito me ha encantado. Reúne doce crónicas o impresiones de viaje de una temporada que pasó en Madrid entre 1935 y 1936, la última firmada en junio del 36 solo un poco antes del estallido de la Guerra Civil española, Roberto Arlt, el gran escritor porteño..
Y lo curioso es que este argentino, autor habitualmente furioso, oscuro y terrible, describe una ciudad alegre y luminosa, casi idílica. Una ciudad en la que se siente feliz y que le roba el corazón. Una urbe agradable, en la que se vive mucho en la calle, teatral, caótica, multitudinario, llena de vida, plagada de cafés, maravillosa institución madrileña, a veces con mecedoras, donde los funcionarios, que solo trabajan por la mañana y los que se jubilan a los 50 o 60 años pasan la tarde debatiendo, viendo pasar a las chicas y tomando algo.
Uno de los secretos del foro es que es una ciudad de mujeres, hay 30 000 féminas más que hombres y a menudo desempeñan los trabajos más pesados, basureras, barrenderas, descargadoras, mozas de cuerda... eso les da una presencia en la calle que cambia la atmósfera y el ambiente.
Madrid le parece al autor una ciudad apasionante y acogedora, con cielos maravillosos («El amanecer de Madrid es siempre nuevo»), donde los cargos públicos se cubren por oposición, con un barrio delas letras habitado por las sombras de los genios que vivieron en él (Góngora, Quevedo, Lope, Calderón, Cervantes...), en la que el cronista se pregunta «¿En qué consiste el embrujo de Madrid?» y se contesta «Madrid es la tentación. Te llenará de ensueños».
Me han gustado especialmente las descripciones del Parque del Retiro y del barrio de Cuatro Caminos, lleno de puestos de libros de viejo. Un texto estupendo, lleno de corazón y cariño, de sinceridad y convicción, de un argentino enamorado de las calles y las plazas de Madrid.
Roberto Emilo Gofredo Arlt (Buenos Aires, 1900-1942) fué un inventor y escritor argentino. Hijo de padre prusiano y madre austro-húngara, una pareja de inmigrantes pobres recién llegados al país, en su casa se hablaba el alemán. Tuvo dos hermanas que murieron de tuberculosis y la relación con su padre estuvo marcada por un trato severo, poco permisivo, incluso algo sádico. La memoria de su padre aparecería en sus escritos.
Fue expulsado de la escuela a los ocho años y se volvió autodidacta. Trabajó en un periódico local, fue ayudante de biblioteca, pintor, mecánico, soldador, trabajador portuario y gerente de una fábrica de ladrillos. Entre 1920 y 1930 se acercó al Grupo Boedo que publicaba en la Editorial Claridad y se reunían en el Café El Japonés.
En 1926 escribió su primera novela El juguete rabioso, con cierto éxito. También trabajó como periodista para el diario donde editaría sus famosas Aguafuertes porteñas. Los protagonistas de sus relatos tienen algo de grotesco, sórdido, anormal y enfermizo. Sus historias tienen fuerza y carácter. Muchos autores argentinos reconocen su influencia y creen que jugó un papel decisivo como primer gran autor argentino del siglo XX en la historia de la literatura de ese país.
Autor: Roberto Arlt
Páginas: 93
Editorial: Casimiro
Precio: 8 euros
Año de edición: 2018
Este librito me ha encantado. Reúne doce crónicas o impresiones de viaje de una temporada que pasó en Madrid entre 1935 y 1936, la última firmada en junio del 36 solo un poco antes del estallido de la Guerra Civil española, Roberto Arlt, el gran escritor porteño..
Y lo curioso es que este argentino, autor habitualmente furioso, oscuro y terrible, describe una ciudad alegre y luminosa, casi idílica. Una ciudad en la que se siente feliz y que le roba el corazón. Una urbe agradable, en la que se vive mucho en la calle, teatral, caótica, multitudinario, llena de vida, plagada de cafés, maravillosa institución madrileña, a veces con mecedoras, donde los funcionarios, que solo trabajan por la mañana y los que se jubilan a los 50 o 60 años pasan la tarde debatiendo, viendo pasar a las chicas y tomando algo.
Uno de los secretos del foro es que es una ciudad de mujeres, hay 30 000 féminas más que hombres y a menudo desempeñan los trabajos más pesados, basureras, barrenderas, descargadoras, mozas de cuerda... eso les da una presencia en la calle que cambia la atmósfera y el ambiente.
Madrid le parece al autor una ciudad apasionante y acogedora, con cielos maravillosos («El amanecer de Madrid es siempre nuevo»), donde los cargos públicos se cubren por oposición, con un barrio delas letras habitado por las sombras de los genios que vivieron en él (Góngora, Quevedo, Lope, Calderón, Cervantes...), en la que el cronista se pregunta «¿En qué consiste el embrujo de Madrid?» y se contesta «Madrid es la tentación. Te llenará de ensueños».
Me han gustado especialmente las descripciones del Parque del Retiro y del barrio de Cuatro Caminos, lleno de puestos de libros de viejo. Un texto estupendo, lleno de corazón y cariño, de sinceridad y convicción, de un argentino enamorado de las calles y las plazas de Madrid.
Roberto Emilo Gofredo Arlt (Buenos Aires, 1900-1942) fué un inventor y escritor argentino. Hijo de padre prusiano y madre austro-húngara, una pareja de inmigrantes pobres recién llegados al país, en su casa se hablaba el alemán. Tuvo dos hermanas que murieron de tuberculosis y la relación con su padre estuvo marcada por un trato severo, poco permisivo, incluso algo sádico. La memoria de su padre aparecería en sus escritos.
Fue expulsado de la escuela a los ocho años y se volvió autodidacta. Trabajó en un periódico local, fue ayudante de biblioteca, pintor, mecánico, soldador, trabajador portuario y gerente de una fábrica de ladrillos. Entre 1920 y 1930 se acercó al Grupo Boedo que publicaba en la Editorial Claridad y se reunían en el Café El Japonés.
En 1926 escribió su primera novela El juguete rabioso, con cierto éxito. También trabajó como periodista para el diario donde editaría sus famosas Aguafuertes porteñas. Los protagonistas de sus relatos tienen algo de grotesco, sórdido, anormal y enfermizo. Sus historias tienen fuerza y carácter. Muchos autores argentinos reconocen su influencia y creen que jugó un papel decisivo como primer gran autor argentino del siglo XX en la historia de la literatura de ese país.
Roberto Arlt
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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