Título: Andanza sevillana
Autor: Juan José Cuadros
Páginas: 115
Editorial: CNIG
Precio: 0 euros
Precio: 0 euros
Año de edición: 2018
En este delicioso librito, escrito en los años 50 y editado ahora por primera vez, el poeta Juan José Cuadro nos invita a acompañarle en el recorrido que realizó en aquella época por tierras del Guadalquivir, desde Jaén hasta Sevilla y Doñana, con motivo de sus primeros trabajos de campo como topógrafo del Instituto Geográfico Nacional.
Se trata de un libro de viajes algo diferente del resto, escrito con ligereza, fino sentido del humor, amenidad y un lenguaje muy personal, de gran calidad y capacidad evocadora. No se retratan aquí de modo exhaustivo y detallado todos los detalles del periplo del que se llama a sí mismo andorrero, sino que se dan una serie de instantáneas y visiones, salpicadas por el camino, que proporcionan una visión de conjunto alejada de toda pesadez y tan fiel y relevante como pudiera ser una guía completa de viajes.
Uno de los puntos interesantes del libro es que nos ofrece una descripción, breve, indirecta e impresionista, de la Andalucía de los años 50, del ambiente, diálogos y temas cotidianos que por allí se daban. Otra cosa que me ha encantado han sido las descripciones, que con cuatro trazos dibujan una ciudad, un valle, una vista o un paraje. Especialmente notable es la que nos da del barrio de Triana («Triana es un barrio muy llevadero, en el que te encuentras como más suelto, como más desabrochado») y el uso libre que hace de las enumeraciones:
«En el florido campo del término municipal alcalareño viven y medran cuantos bichejos y alimañas puso allí Dios. El gazapo que se achante o que galopa, el zorrico que se las sabe todas, la nutria, que no se aparta de la corriente del agua, el lagarto esmeraldino que se refocila al sol, la perdiz que se apeona o revolotea y el tejón que se enguarida».
No faltan las anécdotas, los personajes, los diálogos enjundiosos y las citas y menciones literarias, porque aquí y allá se incluyen unos cuanto poemas y referencias eruditas que acaban por dibujar también un paisaje cultural.
En fin, un libro que con aparente facilidad enhebra un recorrido a la vez algo lúdico y lírico, humilde y ameno, ligero y profundo, del paisaje y paisanaje andaluces. Un libro de viajes literarios que son los que a mí más me gustan, y una crónica indirecta de una época a la vez tan cercana y tan lejana.
Una obra estupenda, que da la impresión de que este hombre se hizo topógrafo para poder poetizar mejor las tierras de España, para dibujarlas en un mapa mientras las encantaba con su mirada poética y reveladora, en un doble juego de ida vuelta, técnico y literario.
Para mí ha sido además una experiencia muy especial devorar este texto como se merece, porque tuve la fortuna de conocer al autor y compartir con él alguna que otra charla y unos cuantos cafés. Recorrer estas páginas ha constituido una experiencia emocionante, la de encontrarme en cierto sentido con él, sentir que estaba a mi alrededor con su forma de hablar, su sentido del humor y su carácter, algo más joven, eso sí, no menos sabio sino un poco más irónico y juguetón. Porque este poeta vivía en la poesía y escribe prosa prácticamente igual que hablaba, en el mismo tono.
El texto está muy bien arropado por un estupendo prólogo de Alfredo Llanos, Catedrático de la Escuela de Topografía, Geodesia y Topografía de la UPM y se puede descargar de manera gratuita en formato PDF, Mobipocket y EPUB en la página de publicaciones digitales del Instituto Geográfico Nacional, en este enlace. Os lo recomiendo, vale mucho la pena.
Juan José Cuadros Pérez (Palencia, 1926-1990) fue un topógrafo, poeta de culto y escritor español. Hijo de un funcionario de correos de Beas de Segura (Jaén) y de una maestra palentina, siempre tuvo sus afectos divididos entre esas dos tierras. Nació en Palencia, pero cuando tenia tres años su familia se instaló en Beas de Segura. Hizo el bachillerato en Baeza, donde hacía poco tiempo que Antonio Machado había dado clase y en 1945 fue a Madrid para empezar Ciencias Exactas.
Tuvo que dejar los estudios y entró por oposición en el Instituto Geográfico Nacional como topógrafo. Mientras tanto escribió poesía, frecuentó las tertulias madrileñas, conoció a los poetas de la capital y, en sus frecuentes viajes a Palencia, a los de esa provincia, con los que se incluyó en el grupo de la revista «Rocamador».
Publicó diez libros de
poesía, aprovechó sus trabajos como topógrafo para escribir algunos títulos de viajes, como éste que nos ocupa y «Viaje a la Sierra de Segura» (también descargable). Durante algún
tiempo sus poemas aparecieron en la sección de «ABC» titulada «...Y poesía cada día».
Tuve la suerte de conocerle y le recuerdo como excelente amigo, tertuliano inteligente, observador agudo de la realidad cotidiana, siempre sonriente y respirando optimismo, vestido de chaqueta y ataviado con un colorido pañuelo al cuello.
Juan José Cuadros
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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