viernes, 30 de agosto de 2019

Otra vida por vivir - Theodor Kallifatides


Título: Otra vida por vivir
Autor: Theodor Kallifatides

Páginas: 160

Editorial: Galaxia Gutenberg

Precio: 14,50 euros

Año de edición: 2019


Este libro es la hermosa y profunda crónica de un escritor griego, cuyo apellido significa etimológicamente «el que habla bien», trasplantado a Suecia y que escribe en sueco, que sufre una larga crisis de creatividad, de cómo la supera y finalmente, cómo recupera el griego, su lengua materna, viajando a Grecia a los 78 años.

En ese recorrido, en ese viaje iniciático que va desde el Norte más frío al más soleado Mediterráneo, el autor repasa su vida, sus rutinas, su familia y su historia, lo que significa para él la escritura, en fin su experiencia de ser un escritor emigrante y trasplantado, no un emigrante escritor, con destellos de lucidez y sabiduría. 

El texto está trufado de anécdotas y detalles interesantes: la vida cotidiana en Suecia, refranes suecos y griegos, sus contactos con el perfeccionista y maniático Ingmar Bergman, el choque cultural entre los dos países, el hecho curioso de que últimamente «Grecia intentaba convetirse en Suecia y Suecia quería convertirse en Grecia», la importancia de tener un estudio para escribir, cómo el arte influye en la vida, la vulgaridad de quienes creen que todo se compra y se vende, la relación entre un empleado de floristería y Sísifo, los límites de la libertad de expresión, su admiración por Stefan Zweig, una hipótesis sugerente sobre el sentido de la vejez (una oportunidad para decidir si nos arrepentimos o no de muchas de las cosas que hemos hecho) y muchas otras cosas.

Un recorrido delicioso entre dos culturas, cada una con sus valores y sus aspectos positivos, emocionado y auténtico, contado con maestría por un escritor de primera cuyas obras, curiosamente, no se habían traducido en España hasta ahora.

El estilo es recortado, escueto, esculpido en frases cortas que van al grano directamente. Pero a la vez las frases están cargadas de sentido, significado y sabor, no en vano su sustrato  cultural es la cultura griega, una de las más antiguas, ricas y poderosas de Europa. Hacia el final, se concluye que «La dulzura de la vida es la religión de los griegos».

Una obra sensacional, que seguramente es la guinda que corona toda una carrera literaria escrita entre dos culturas dispares. Un juego de contrastes y parecidos, lleno de matices e ideas originales, sobre la identidad, la memoria y la creatividad, ejecutado con mano maestra por un poeta que ha vivido lo suyo. Estupendo.

Theodor Kallifatides (Molaoi, 1938) es un escritor griego, nacido en un pueblecito del Peloponeso y emigrado a Suecia en 1964. Desde entonces vive en ese país nórdico y escribe en sueco.

Hijo de un maestro, su familia emigró primero a Atenas, donde estudió en la Escuela de Arte Dramático de Karolus Koun, y luego a Estocolmo. Allí estudió Filosofía y publicó su primer libro de poemas en 1969. Fué lector en la Universidad de Estocolmo y director de la  Bonniers literary magazine.

Ha escrito más de cuarenta libros de narrativa, poesía y ensayo, traducidos a más de veinte idiomas y muy valorados por la crítica sueca. En casi todos ellos se trata el tema de la identidad y la cultura griegas, la emigración y qué significa ser un extranjero en Suecia. Ha ganado premios literarios tanto en su país de origen como en el que vive. 

Theodor Kallifatides

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

miércoles, 28 de agosto de 2019

El río del Francés - Daphne du Maurier


Título: El río del Francés
Autora: Daphne du Maurier

Páginas: 344

Editorial: Alba

Precio: 21 euros

Año de edición: 2019


Pensar que Daphne du Maurier es la escritora de «Rebeca» y poco más es equivocarse del todo en la apreciación. Sí es cierto que esa es su novela más conocida, debido a la película homónima de Hitchcock, pero en mi opinión tiene en su haber un montón de novelas y colecciones de cuentos tan buenos o mejores que «Rebeca».

Ha sido una sorpresa muy agradable la reedición de «El río del Francés», obra escrita en 1941 por la autora. Es una gran historia de aventuras además de tener un suspense muy bien medido desde la primera página. Lady Dona St. Columb tiene veintinueve años y está casada con un barón que se ocupa poco de ella. Ocupa un lugar destacado en la corte de Carlos II, es una mujer con  muchos admiradores y se entretiene disfrazándose de bandido  y asalta a ancianas aristócratas.

Hasta que un día, aburrida de esa vida sin emoción, se lleva a sus dos hijos a Navron House, la casa familiar de su marido. Dando un paseo por los alrededores descubre una ría oculta en la cual un pirata francés que causa terror en la zona se oculta en su barco. Se da cuenta pronto que son «el uno para el otro, dos trotamundos, dos fugitivos sacados del mismo molde». A partir de ahí se suceden los acontecimientos dando un lugar a situaciones de peligro y emoción estupendamente narrados por la escritora.

Una vez más,
Daphne du Maurier elige como protagonista a una mujer y se pregunta si para que una dama de esa época pudiera ser libre necesitaba huir y así «convertirse en otra persona» como dice la protagonista en algún momento. Otra extraordinaria novela de la escritora que no debe ni puede ser olvidada.
 
Daphne du Maurier nació el 13 de mayo de 1907 en Londres (Reino Unido). Era descendiente de una importante familia de literatos y artistas; entre ellos, su padre, el actor Gerald Du Maurier, su abuelo, el caricaturista de la revista
«Punch» George Du Maurier y su madre, la actriz Muriel Beaumont.

El ambiente cultural que se respiraba en su hogar orientó a
Daphne desde su juventud hacia el mundo literario. Tras educarse en Inglaterra y París, dio inicio a su faceta como escritora en 1928 abordando con talento la intriga, el romanticismo y el misterio.

Sus primeros textos fueron publicados gracias a la ayuda de su tío Willie Beaumont, propietario de la revista «The Bystander», en donde colaboró Daphne. En el año 1932, contrajo matrimonio con el militar Frederick Arthur Montague, con quien residió principalmente en Menabilly, Cornualles. Montague recibió el título de Sir por sus servicios a la corona británica en la Segunda Guerra Mundial.

Alcanzó la inmortalidad literaria con la novela «Rebeca» (1938), título que fue llevado al cine por Alfred Hitchcock con el protagonismo principal de Laurence Olivier, Joan Fontaine y Judith Anderson. El propio Hitchcock, admirador de la escritora londinense, adaptó también a la pantalla su primera novela de éxito, «La posada de Jamaica» (1937).

Otras novelas de
Daphne du Maurier, que escribió tanto relatos de suspense, intriga y terror como historias de carácter gótico-romántico, son «Espíritu de amor» (1931), «Nunca volveré a estar joven» (1932), «Adelante, Julio» (1933), «Los Dumariers» (1937), «El río del Francés» (1941), «Monte Bravo» (1943), «El general del rey» (1946), «Los parásitos» (1949), «Mi prima Raquel» (1951), «Monte Veritá» (1952), «Mary Anne» (1954), «Una vida por otra» (1957), «A través de la tormenta» (1962), «El vuelo del halcón» (1965), o «Perdido en el tiempo» (1969), novela de viajes temporales que pone de manifiesto el gusto por la escritora por las historias con trazos sobrenaturales.

Daphne du Maurier

Publicado por Ana Domingo.

lunes, 26 de agosto de 2019

Que vaya Meneses - Fernando Schwartz


Título: Que vaya Meneses
Autor: Fernando Schwartz

Páginas: 368

Editorial: Espasa

Precio: 19,90 euros

Año de edición: 2019


Hace tiempo que Fernando Schwartz está demostrando que es un escritor habilidoso, que conoce bien su oficio y sabe escribir superventas de calidad, correctos, interesantes y con más enjundia de lo que puede parecer a primera vista.

En esta ocasión, nos regala una estupenda descripción y panorámica completa de lo que es la actividad diplomática de un país europeo, como España, en África. Para ello, ha compuesto esta novela de aventuras con smoking, de un diplomático español, Meneses, en Matambezi, una república centroafricana imaginaria que mezcla características de los dos congos, la República del Congo y la República Democrática del Congo.

El título alude a una frase, que se supone ya proverbial, del Ministro español de Asuntos Exteriores, que cuando tiene ante sí un problema diplomático peliagudo, peligroso y complicado hasta lo imposible tiene como último recurso ordenar que vaya Meneses, una especie de James Bond español y de salón, pacífico, cínico y simpático, habilidoso y sin escrúpulos, que se pirra por las joyas antiguas, acostumbrado a tomarse licencia para todo y a resolver cualquier embrollo, eso sí,  a costa de impredecibles efectos colaterales.

El elenco de personajes que desfila por estas páginas no tiene desperdicio: el ministro, el subsecretario, el maderero español, el chófer sentencioso y culto, Dupont, los políticos locales, el jefe de la policía, el líder de los buyumbura, el obispo de Saint Juste, el policía secreta, el general... un panorama inventado que suena a muy, pero que muy real. La descripción del país y la situación, aunque también son de ficción, transmiten la sensación de que en olo esencial, cualquier diferencia con la realidad congoleña es pura casualidad y toda la historia es, en líneas generales, tan disparatada como creíble.

Merece especial atención la solución discursiva adoptada, que mezcla la voz de un narrador omnisciente con el diálogo interior del protagonista, que va comentando lo que sucede. Algo que puede parecer una herejía, pero que funciona. Y, hay que reconocerlo, hay algún que otro resabio machista y erotómano.

En cuanto al tono, se divide en cuatro partes bien diferenciadas: empieza como una comedia ligera y divertida, cargada de ironía y retranca; luego se convierte en una narración muy negra cuando aparece «el horror», porque el Congo de Conrad no ha cambiado en lo fundamental; a continuación aparece un cuento de hadas parisino, lleno de lujo y joyas, probablemente para que el lector se recupere, y la última parte es una historia de acción, realpolitik y violencia, porque como dice el general Monzalé en algún momento, «Esta es la tierra de la violencia».

Una novela muy interesante, bien escrita, irónica y terrible, que describe las claves de la diplomacia europea en el continente negro, redactada por alguien que parece saber de lo que habla, que plantea cuestiones éticas de profundidad, como si en algunas circunstancias pueden llegar a tener atenuantes cosas como que alguien se tome la justicia por su mano o la tortura (yo estoy convencido de que no). En fin, que dan ganas de echarse las manos a la cabeza porque es una barbaridad lo que hemos hecho hasta ahora y seguimos haciendo en África los occidentales.

No en vano, el texto inclye al principio esta cita de Virgilio: «Temo a los griegos incluso cuando traen regalos». Si los griegos somos ahora los europeos y los troyanos, los pobres africanos, no cuesta mucho concluir que no hay nada nuevo bajo el sol.

Fernando Schwartz (Ginebra, 1937), diplomático y escritor, ha vivido en un buen número de países durante 25 años, como diplomático e hijo de diplomático que es. Ha sido embajador español en Kuwait y en Países Bajos, y portavoz del gobierno para asuntos exteriores.

Luego trabajó durante varios años para el grupo PRISA, ocupando varios cargos en el priódico «El País». Y durante nueve años fué copresentador del programa «Lo más plus» en la cadena de televisión La Sexta. Ha escrito catorce novelas y ganó el Premio Planeta en 1996 con «El desencuentro».

Fernando Schwartz

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

sábado, 24 de agosto de 2019

Pessoa, anarquista y oráculo

 

Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957), escritor y periodista argentino, ha publicado un artículo titulado «Alguien ya lo sabe» alrededor de un hecho sorprendente. Y es que Fernando Pessoa, en su relato «El banqero anarquista», describió el futuro del régimen soviético nada menos que en 1922.

La Revolución rusa acababa de triunfar y la URSS se había constituido como nación ese mismo año. El pueblo se había sacudido el yugo del régimen zarista, opresor y medieval, y parecía que un mundo nuevo era posible.

Y en ese momento histórico, Pessoa escribió:

«La idea que condujo a los revolucionarios, el fin hacia el que se dirigían, desapareció por completo de la realidad social, que es ocupada exclusivamente por el fenómeno guerrero. De modo que lo que sale de una dictadura revolucionaria, y tanto más saldrá cuanto más tiempo dure esa dictadura, es una sociedad guerrera de tipo dictatorial, esto es: un despotismo militar. No podía ser otra cosa...

»Yo no sé mucha historia, pero lo que sé coincide con esto, no podía dejar de coincidir… ¿Qué salió de las agitaciones políticas de Roma? El Imperio Romano y su despotismo militar. ¿Qué salió de la Revolución Francesa? Napoleón y su despotismo militar. Y usted verá lo que sale de la revolución rusa… Algo que va a atrasar decenas de años la realización de la sociedad libre».

Asombroso, ¿cómo es posible que el portugués describiera con tanta claridad el futuro?

En cualquier caso, la pieza de Caparrós, vale la pena: 


Publicado por Antonio F. Rodríguez.

jueves, 22 de agosto de 2019

Diario del ladrón - Jean Genet


Título: Diario del ladrón
Autor: Jean Genet

Páginas: 272

Editorial: RBA

Precio: 22 euros

Año de edición: 2010


Extraño libro, que despierta algo de morbo, una pizca de rechazo y a la vez atrae por lo excéntrico y rompedor que tiene de todas las normas sociales. Porque tres son los temas de este libro, homosexualidad, robo y traición, trenzados en una autobiografía inventada, pero con demasiados puntos en común con la del autor.

Más que un diario, como anuncia el título, se trata de unas confesiones íntimas, de un vagabundo y maleante, de un mendigo perverso, contadas en primera persona y en la que el protagonista nos habla de sus amantes masculinos, Stilitano el bello, Armand, Guy René, Lucien... Java el policía, y de sus andanzas delictivas que le llevan a visitar  buena parte de España (Barcelona, Huelva, Cádiz, Elche, Murcia, Alicante...) y Francia (Marsella), con alguna experiencia que otra en Polonia como monedero falso y en Amberes como traficante de opio.

Es imposible saber qué episodios forman parte de la biografía real de Genet y cuáles son inventados, pero uno tiene la sensación de que todo lo que aquí se cuenta es auténtico y resume su experiencia vital. La narración está entreverada con breves apuntes históricos de la época y con un discurso muy extraño, que ve la vida como algo brillante y perverso al mismo tiempo.

Porque curiosamente, la homosexualidad se vive aquí como algo vicioso, con remordimiento. También la delincuencia y la promiscuidad tienen algo de sombrío y traicionero. Este literato atípico donde los haya vive una vida perversa porque es lo único que conoce, con remordimiento y a la vez con vocación redentora en cierto sentido, porque es capaz de encontrar ternura y belleza en lo más degradado. Su mirada convierte la cárcel en un palacio y a los delincuentes en brillantes ángeles.

Un tono lírico muy especial atraviesa todo el texto y ofrece una visión de la vida tan perturbadora, como abyecta y fascinante al mismo tiempo. Para completar la fórmula, se encuentran también dosis de ironía y cómo no, la intención de epatar y escandalizar al lector. Y a fé que este hombre lo consigue.

Por el camino, narra historias y anécdotas insólitas: fué capaz de cruzar Yugoslavia de lado a lado, yendo de cárcel en cárcel, sin pisar la calle; vivió en la cárcel de Palermo un ambiente muy curioso, todos los malhechores vivían pendientes de la prensa del corazón y de la vida de la corte, atentos al sexo del heredero a punto de nacer, porque si era varón habría amnistía...

También se encuentran pensamientos que dejan al lector conmocionado: «Encuentro en los ladrones, en los traidores, en los asesinos, en los perversos, en los taimados, una profunda belleza, una belleza cóncava»; «Porque posee ciertas condiciones de erotismo es por lo que me encarnicé en el mal»; «Los que me despreciáis también estáis hechos de una sucesión de miserias semejantes a las mías, pero nunca sois conscientes de ello».

Libro extraño y atractivo, no muy recomendable para paladares delicados, que escandaliza en algún momento que otro, tierno sensible y salvaje, pervertido y poético. No hay mezcla más rara, cóctel más excéntrico y brillante. Es Genet.

Jean Genet (París, 1910-1986), fué abandonado por su madre, una joven prostituta, a los siete meses de edad. A partir de entonces estuvo rodando de orfanato en orfanato, luego de correccional en correccional y finalmente, fué huésped ocasional de varias cárceles.

Chapero, vagabundo, desertor, ladrón, delincuente, provocador y bastardo, Genet es un escritor maldito entre los malditos, que alardeaba de su marginalidad y su falta de moral. En el colegio sacaba notas muy buenas y en sus textos muestra un gran talento literario,
  
A la vez, es uno de los monstruos sagrados de la literatura francesa de todos los tiempos. Su condición de homosexual marca toda su obra narrativa y dramática, en la que con un poderoso estilo, directo y descarado, pervierte todos los roles conocidos.

Jean Genet

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

martes, 20 de agosto de 2019

Voces de Chernóbil - Svetlana Alexievich


Título: Voces de Chernóbil
Autora: Svetlana Alexievich

Páginas: 408

Editorial: Debolsillo

Precio: 11.95 euros

Año de edición: 2015
 


Después de ver la extraordinaria serie «Chernóbil», en la que se narra el desastre nuclear ocurrido en Ucrania en 1986, leí en alguna crítica que estaba muy inspirada en el texto de la Premio Nobel de literatura Svetlana Alexiévich (periodista bielorrusa), sin que hubiera ninguna mención en los títulos de crédito.

Narrada en forma documental, diferentes conversaciones de la autora con todo tipo de personas que sufrieron la catástrofe, se convierte en un documento imprescindible si se quiere saber de primera mano cómo se vivieron aquellos días y los tiempos posteriores.

He leído en algún sitio que se puede asemejar a la estructura de una tragedia griega y es cierto, pues además de las entrevistas individuales, hay coros de personas que hablan a la vez (estremecedoras las conversaciones con niños y jóvenes).

Una de las historias más tristes es la de uno de los bomberos que acudieron en un primer momento a la central nuclear, sin saber bien a lo que se enfrentaban y por ello fueron los peor parados: «Cierra las ventanillas y acuéstate. Hay un incendio en la central. Vendré pronto». Est fue lo último que un joven bombero dijo a su esposa embarazada antes de acudir a la central. Ya no regresó. Y como ella misma dice, ya no volvió a verle, porque  en el hospital su marido dejó de ser su marido.

En total son unos cuarenta monólogos o coros de personas (casi quinientas personas en total): bomberos, liquidadores, políticos, físicos, psicólogos, residentes en la zona afectada y también familiares de los anteriores fallecidos. En todos ellos se analiza cómo fue afectada su vida diaria a nivel físico y psicológico.

Al final, la propia autora se reserva un espacio para su propio monólogo final de reflexión. Creo que es un libro totalmente imprescindible para entender uno de los peores desastres de la historia contemporánea.

Svetlana Alexiévich (Ivano-Frankivsk, 1948), hija de maestros en educación, el padre bielorruso y la madre ucraniana, nació en el pueblo de Stanislav –actual Ivano-Frankivsk– en la Ucrania socialista, pero se crio en la República socialista de Bielorrusia. Estudió periodismo en la Universidad de Minsk desde 1967 y al graduarse marchó a la ciudad de Biaroza, en el óblast o provincia de Brest, para trabajar en el periódico y en la escuela locales como profesora de historia y de alemán. Durante ese tiempo se debatió entre la tradición familiar de trabajar en la enseñanza y el periodismo. 

Fue reportera en la prensa de Narowla, en el óblast o provincia de Gómel. Desde sus días de escuela había escrito poesía y artículos para la prensa escolar y también en la revista literaria Neman de Minsk, donde publicó sus primeros ensayos, cuentos y reportajes.

En sus textos, a medio camino entre la literatura y el periodismo, usa la técnica del collage que yuxtapone testimonios individuales, con lo que consigue acercarse más a la sustancia humana de los acontecimientos. Para eso tuvo que transformarse en viajera y visitar casi toda la Unión Soviética. Usó este estilo en su primer libro La guerra no tiene rostro de mujer (1985), en el que, a partir de entrevistas, abordó el tema de las rusas que participaron en la II Guerra Mundial. El estreno de la adaptación teatral en Moscú supuso un gran antecedente de la glásnost o apertura del gobierno soviético iniciada por su dirigente Mijaíl Gorbachov. Alés Adamóvich y Vasil Bykaŭ son las más importantes influencias que la propia escritora ha reconocido en su obra. 

En Tsínkovyie málchiki (Los chicos de zinc, traducida a veces como Ataúdes de zinc), 1989, compila un mosaico de testimonios de madres de soldados soviéticos que participaron en la Guerra de Afganistán; en Zacharóvannye smertiu (Cautivos de la muerte), 1993, ofrece la visión de aquellos que no pudieron sobrevivir a la idea de la caída del gobierno soviético y se suicidaron.  

Voces de Chernóbil (1997), uno de los pocos libros suyos traducidos al castellano (2006), expone el heroísmo y sufrimiento de quienes se sacrificaron en la catástrofe nuclear de Chernóbil. Libro traducido a veinte idiomas, todavía sigue prohibido en Bielorrusia. En su última obra, Época del desencanto. El final del homo sovieticus, publicado a la vez en alemán y en ruso en 2013, procura hacer un retrato generacional de todos los que vivieron la dramática caída del estado comunista soviético. ​ También ha compuesto numerosos guiones para documentales y varias obras de teatro. 

Recibió el Premio Nobel de Literatura en 2015. Es la primera escritora de no ficción con este premio en un siglo.

Svetlana Alexievich

Publicado por Ana Domingo.

domingo, 18 de agosto de 2019

Celebration - William Klein


Título: Celebration
Autor: William Klein

Páginas: 120

Editorial: La Fábrica

Precio: 32 euros

Año de edición: 2019


Este volumen, titulado así para celebrar el 90 cumpleaños de William Klein, es el catálago de la exposición que con el título «Manifiesto» muestra unas 200 obras (fotos, cuadros, collages, vídeos...) del gran fotógrafo William Klein en las salas del Espacio Fundación Telefónica, situadas en la madrileña calle de Fuencarral, 3, hasta el 22 de septiembre. 

Es una exposición impresionante, de uno de los fotógrafos más innovadores del siglo pasado. Resultan especialmente interesantes los retratos de grupos callejeros, llenos de caras expresivas que trasmiten multitud de matices.

El espectador tiene la sensación de ver un trozo de vida capturada íntegramente en cada foto. Una verdadera maravilla. No os la perdáis. Epecialmente curioso es el documental que se proyecta continuamente en el que el propio Klein explica varias fotos suyas.

Para los que no podáis desplazarosa Madrid, en este enlace podéis encontrar imágenes de las exposición en el punto 4 y una selección de las fotos de la exposición en el punto 3..

Bikini, Moscú 1959 (© William Klein)

París (© William Klein)

Nueva York (© William Klein)

William Klein (Nueva York, 1928) es un fotógrafo y director de cine estadounidense. Hijo de emigrantes judíos, nació en una familia humilde.

En 1947, haciendo el servicio militar visitó a París, se enamoró de la ciudad y desde entonces vive y trabaja en ella. Sus dos especialidades son la fotografía de moda y las fotos callejeras, pero ha tocado además otros géneros: la pintura, el collage, la escultura... Es uno de los fotógrafosmás reconocidos e influyentes del siglo XX.

Aquí podéis leer una interesante entrevista que le han hecho hace poco con motivo de esta exposición.

William Klein

Publicado por Antonio F. Rodríguez.