viernes, 2 de agosto de 2019

Verano, verano


Llegó agosto, mes de nombre rotundo e imperial, y con él las vacaciones para la mayoría de la gente. Mes de calores, plata, montaña y viento. Uno de mis favoritos. No hace mucho tiempo Madrid se quedaba desierto; recuerdo cuando las avenidas se quedaban sin coches, vacías  y maravillosamente tranquilas hasta que, a lo lejos, se oían los coches en rebaño venir. Se había abierto el semáforo, pasaban los automóviles como una estampida y volvía el silencio.

Todo se ralentiza, la tensión baja, la prisa se va de vacaciones, el aire invita a sestear y no hacer nada (el dolce far niente) o casi nada, leer mucho, pasear e ir a la filmoteca. Cuando cae el sol noche se hace difícil dormir, pero en la calle, parece que la noche está llena de posibilidades y de vida, se siente un cosquilleo y excitación especiales. En agosto hay noches que son para vivirlas y días hechos para dormir. Hace tiempo que me gusta quedarme en la capital, disfrutar de su tranquilidad y del aire acondicionado. 

Veamos un poco de etimología. Parece que verano viene del latín ver, veris que denotaba la estación más larga del año, compuesta, tal y como dice Cervantes en El Quijote, de la primavera (primer verano), el verano y el estío (la época de máximo calor), del griego hesta, fuego. A la estación más corta se le llamaba invierno.

En cualquier caso, como siempre, me dedicaré este mes a holgazanear un poco, escribiré menos entradas, leeré algo más y disfrutaré de la vida. Para acabar, aquí os dejo un poema veraniego de Antonio Machado que me gusta, junto a una versión cantada de Paco Ibáñez
    
Feliz verano y felices lecturas.


Tus ojos me recuerdan

Tus ojos me recuerdan
las noches de verano,
negra noche sin luna,
orilla al mar salado,
y un chispear de estrellas
de un cielo negro y bajo.
Tus ojos me recuerdan
las noches de verano.
Y tu morena cara,
los trigos requemados
de un suspirar de fuego
de los maduros campos.

    
Tus ojos me recuerdan
las noches de verano.

    
De tu morena cara,
de tu soñar gitano,
de tu mirar de sombra
quiero llenar mi vaso.
Me embriagaré una noche
de un cielo negro y bajo,
para cantar contigo,
orilla al mar salado,
una canción que deje
cenizas en los labios...
De tu mirar de sombra
quiero llenar mi vaso.

        
Tus ojos me recuerdan
las noches de verano.

                        
Antonio Machado 



Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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