miércoles, 31 de enero de 2024

Relaciones misericordiosas - László Krasznahorkai

 
Título: Relaciones misericordiosas                                                                                        Autor: László Krasznahorkai                        

Páginas: 152 pág.

Editorial: Acantilado

Precio: 16 euros 

Año de edición: 2023

Ocho relatos astutos, llenos de sentido del humor y originales componen este sorprendente volumen, un libro muy entretenido y refrescante, que nos trae una voz nueva y refrescante al panorama literario europeo. Subtitulado «Relatos mortales» y publicado originalmente en 1986, no ha sido accesible en castellano durante 17 años, hasta que la editorial Acantilado ha decidido, muy acertadamente, traducirlo y publicarlo.

Son cuentos con giros sorprendentes, puntos de inflexión de la trama inesperados y algo estrambóticos, pero que resultan convincentes y creíbles una vez leídos por cómo son presentados. El autor despliega un ingenio irresistible, que conquista al lector sin remedio y le hace disfrutar durante unas horas. El lenguaje es rico y barroco, lujoso, construido con frases largas y envolventes; recuerda la narrativa decimonónica por su empaque y eficacia, pero tiene un ritmo, una viveza y una capacidad de sugerir cosas muy modernos. Todo un lujo de estilo.

La inquieta espera de sesenta personas, no se sabe si son presos, deportados, inmigrantes o qué, que van a viajar en una barcaza por el Danubio; un guardabosques jubilado especializado en trampas, que se cambia de bando y se empieza a vengar de los humanos; una curiosa variación del tema «crimen y castigo» en manos de un peculiar barbero; un hombre espía a otro, que a su vez vigila y sigue a un tercero, todos con sus razones para hacerlo; la frenética huida de un recaudador de impuestos cuando cae el gobierno y llega una revolución; la epopeya de un ciudadano que se siente acosado por las miradas de los transeúntes; un buscador de emisoras; el último representante de un ancestral oficio... Esas son las curiosas historias y personajes, siempre misteriosos y peculiares, que pueblan estas páginas. Son relatos en los que el misterio, el suspense, está encerrado en el interior de los personajes y la culpa, inquieta e insidiosa, reina por doquier. Los temas y la forma de redactar, muy indirectamente, nos recuerdan la historia reciente del este de Europa y, en particular, de Hungría. Mi cuento favorito es «Herman, el guardabosques», por cómo está escrito.

La traducción es obra del chileno descendiente de húngaros Adan Kovacsics, nacionalizado español, que en 2010 obtuvo el Premio Nacional a la Obra de un Traductor,por su labor de puente entre culturas. La portada muestra una reproducción de un cuadro de Emile-Allain Séguy, ilustrador francés art decó de los años 20.

Un librito que nos trae una voz nueva, un curioso escritor que tiene algo de retromoderno, interesante, muy inteligente y entretenido. En fin, un libro fascinante de un autor hasta ahora desconocido. No se puede pedir más.

László Krasznahorkai (Gyula, 1954) es un escritor y guionista húngaro. Estudio Derecho en la Universidad József Attila, en Szeged y completó sus estudios en Lengua Húngara y educación de Adultos en la Universidad Loránd Eötvös de Budapest. Empezó a escribir a los 24 años y consiguió una beca Zsigmond Móricz y el apoyo de la DAAD (Servicio Alemán de Intercambio Academíco).

En los años 90 viajó por China, Mongolia, Latinoamérica y Europa, en un periplo que duró más de un año. En 1997 visitó Bosnia, Japón y de nuevo China. Ha publicado 11 novelas, varios guiones, con los que ha ganado varios galardones, como el Premio Booker Internacional en 2015. Varias de sus historias han sido llevadas al cine, en ocasiones con un guion adaptado también suyo.

László Krasznahorkai

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

martes, 30 de enero de 2024

El adversario - Emmanuel Carrère

 

Título: El adversario                                                                                                              Autor: Emmanuel Carrère                        

Páginas: 176 pág.

Editorial: Anagrama

Precio: 10,90 euros 

Año de edición: 2013

Emmanuel Carrère (París, 1957), como toda la sociedad occidental en su momento, se vio conmovido por los hechos acontecidos en Prévessin-Moëns a principios de 1993. Jean-Claude Romand, un hombre que se hacía pasar por un reconocido médico, mintió a su familia durante dieciocho años hasta el extremo de haber construido una vida sobre esa mentira, y su única salida fue asesinar a sus padres, su mujer y sus hijos.

«El adversario» es la obra que ha dedicado Emmanuel Carrère a tan controvertida figura, la de Jean-Claude Romand, después de pensárselo más de una vez e incluso de plantear sus dudas en el propio libro a modo de making of. Superadas esas incertidumbres que recurrentemente aparecerán, Carrère estructura muy bien una historia que se remonta al origen de todo —el día de la primera mentira—, a los horrorosos hechos criminales y al cautiverio posterior que Jean-Claude Romand protagonizó, con los consiguientes saltos temporales.

En un libro relativamente breve como es este, se nos hace un perfil humano del asesino, se nos cuenta cómo pasa su día a día durante las casi dos décadas que duró la mentira, y se nos da también una puerta de entrada para tratar de entender al monstruo en que se convirtió. Aquella mentira inicial relacionada con el resultado de un examen en su etapa universitaria fue una pequeña bola de nieve, que con el paso de los años acabó teniendo el tamaño de una avalancha. El personaje creado por Jean-Claude Romand para él mismo acabó devorándolo.

Esta novela gozó en nuestro país y en fechas recientes del «altavoz booktube», fenómeno del que muchas obras se ven beneficiadas sin haber una fórmula o patrón que las haya podido llevar a ese éxito –salvo el contagio del «vídeo a vídeo»–, pero que, en el momento de su llegada a las librerías, allá por el año 2000, supuso el espaldarazo definitivo para Emmanuel Carrère, un popular escritor francés que hasta entonces había escrito novelas como «El bigote» y al que solo le quedaba abordar un caso tan singular como el de Jean-Claude Romand para que tuviera una repercusión mundial.

Emmanuel Carrère

 Publicado por Jesús Rojas.

lunes, 29 de enero de 2024

Formas de volver a casa - Alejandro Zambra

 

Título: Formas de volver a casa                                                                                            Autor: Alejandro Zambra                        

Páginas: 168 pág.

Editorial: Anagrama

Precio: 15 euros 

Año de edición: 2011

No es fácil encontrar a estas alturas una novela realmente original e innovadora, que le sorprenda a uno, que le parezca corta y que le deje deseando leer más del mismo autor. Eso me ha pasado con este estupendo libro del chileno Alejandro Zambra, un autor con mucho peligro, que en cualquier momento nos puede sorprender con una novela maestra.

El libro comienza con una anécdota de la infancia del narrador que suponemos es del autor. Siendo niño, a los seis o siete años, se perdió una vez, sus padres no le encontraron y regresó a casa antes que ellos. Entonces pensó que los que se habían perdido eran sus padres y que él sabía volver a casa, peros sus padres, no. Una microhistoria muy apropiada para introducir el contexto en el que se desarrolla la novela y el tema principal: las difíciles relaciones paterno-filiales entre los niños y los padres que vivieron en Chile la terrible dictadura de Pinochet, ya fueran verdugos o víctimas. Porque Zambra reivindica la necesidad de una literatura de los hijos, subjetiva e intimista, de una mirada nueva, aunque herida y maltrecha, superviviente al fin y al cabo frente a las versiones oficiales y sancionada por la Historia.

La empresa es extremadamente difícil y peligrosa, pero nuestro hombre la solventa con eficacia, desde el punto de vista literario, dejando la política solo insinuada y como telón de fondo, ominosa y omnipresente. Lo hace a través de una trama muy bien trabada, que arranca con los recuerdos de infancia del protagonista, melancólicos, curiosos, poéticos, laterales y llenos de misterio. Al principio, el texto parece un inofensivo libro de memorias infantiles y, cuando menos se lo espera el lector, arranca una historia de suspense protagonizada por un adolescente, casi un crío en realidad: la vecina que le gusta, aunque sea algo mayor que él, le pide que vigile a un vecino misterioso. Y cuando el thriller ya está lanzado como un perro de caza, el autor vuelve a sorprendernos con una reflexión metaliteraria, en la que se pregunta cómo va la novela, si evoluciona bien o no y con la voz de ese adolescente ya adulto, veinte años después, inicia otra introspección sobre el paso del tiempo y lo que ha vivido. Ésta es la parte que más me gusta, porque aparecen frases misteriosas, casi mágicas, algo esotéricas, que apuntan a saberes ocultos y conclusiones herméticas, como:

«¿Realmente reconocemos a alguien veinte años después?», «... es bello y en cierto modo terrible saber que incluso ese rostro puede liberar de pronto, imprevistamente, gestos nuevos», «Leer es cubrirse la cara. Y escribir es mostrarla», «Ahora que lo pienso, hubo un tiempo en el que todo el mundo daba consejos. La vida consistía en dar y recibir consejos», «Queremos ser actores que esperan con impaciencia el momento de salir al escenario. Y el público hace rato que se fue», «Al escribir, nos comportamos como hijos únicos».

Y a continuación la historia se cierra sobre sí misma, se conecta con el pasado y la intriga se resuelve con elegancia, avanza un trecho más con una curiosa historia de amor y desemboca en un final abierto, espléndido, que casa a la perfección con el resto de la obra.

El lenguaje es melancólico, evanescente y a la vez preciso. Tiene la brumosidad de los recuerdos y la solidez de las frases más rotundas. Se trata de una literatura muy bella, reposada y poderosa, delicada y leve, compleja, difícil de clasificar, original y sorprendente. Como lector, me gusta y me atrae, pero me resulta difícil explicar exactamente en qué reside su encanto. Tengo la sensación de que Zambra es capaz de hablar con la misma intensidad y al mismo tiempo a mi consciente y a mi inconsciente y, claro, me parece siempre que hay cosas que se me escapan. Sin embargo, al final me parece que tiene razón que hay algo que encaja y hace clic. Como cuando dice: «Así es la vida: te conviertes en ladrón o ingeniero».

Una novela cuyas mejores cualidades se resumen en el título, fresca, nueva, que se parece poco a todo lo leído, con estructura, con trucos de magia literaria, misterio, altas dosis de interés y mucha calidad. Y todo en 152 páginas de texto. Un libro que dura lo suficiente y parece seguir con astucia el consejo de Borges: «Escribe como si estuvieras redactando el resumen de un libro». Una obra muy interesante, una excelente lectura.

Alejandro Zambra (Santiago de Chile, 1975) es un escritor chileno. Creció en Valparaíso y Villa Alemana, estudió Literatura Hispánica en la Universidad de Chile, hizo un postgrado en Filología Hispánica en el CSIC, en Madrid, y se doctoró en la Universidad Católica de Chile

Ha sido profesor en la Facultad de Comunicación y Letras de la Universidad Diego Portales durante más de diez años. editó, junto al poeta Andrés Andwandler, la revista de poesía Humo y, con la poeta Andrea Insunza, la revista Dossier. Ha colaborado con críticas y columnas en un buen número de diarios.

En 2015, la Biblioteca Pública de Nueva York le concedió una beca para escribir sobre las bibliotecas públicas, titulado Cementerios personales. Allí conoció a Jazmina Barrera, una ensayista mexicana con la que acabaría casándose. La pareja vive en Ciudad de México.

Empezó su carrera como poeta con «Bahía inútil» (1998) y ha publicado otro poemario más, 6 novelas, 2 volúmenes de cuentos, 3 ensayos, 2 guiones y 1 libro de literatura infantil, con los que ha ganado multitud de premios.

Alejandro Zambra

Publicado por Antonio F. Rodríguez.