Título: La mujer de la falda violeta Autora: Natsuko Imamura
Páginas: 192
Año de edición: 2020
Una mujer vestida con una falda violeta baja casi todos los días al parque y se sienta en el mismo banco. Lo hace siempre a la misma hora, deja que los niños jueguen con ella, sigue las mismas rutinas y todo el vecindario la conoce de vista. Pero es a la vez una persona conocida y desconocida, porque tiene una edad indefinida, vive sola y nadie sabe más detalles de su vida. Una vecina, que se fija en ella, picada por la curiosidad, será la voz narradora que seguirá a la misteriosa mujer, se obsesionará con ella y la ayudará desde la sombra a encontrar un trabajo estable.
Así comienza esta curiosa historia sobre la difícil que les resulta a algunas personas adaptarse a su entorno social y encajar, acerca de las complicaciones que conllevan tanto la pertenencia a un grupo como la disidencia, sobre los rumores y los prejuicios, la timidez y la extroversión, las convenciones y lo que los demás esperan de nosotros.
La obra empieza siendo muy sencilla, casi un cuento infantil, pero se va complicando poco a poco, hasta que los acontecimientos se precipitan y llega al sorprendente y enigmático desenlace. Una novelita muy interesante, con todas las características típicas de la narrativa nipona: presencia de la naturaleza, con la aparición de flores y pájaros, lenguaje sencillo y transparente, estilo objetivo y depurado, atención dedicada a los detalles, uso de sutiles sugerencias y una rara habilidad para mantener el interés del lector.
Una obra con una trama bien urdida, llena de sorpresas, cierto sentido del humor y una factura espléndida. Aparentemente es un relato sencillo y sin complicaciones, pero como si de un témpano se tratara, tiene mucho trasfondo y una buena parte, sumergida. Una novela corta muy japonesa, que se lee muy a gusto y nos recuerda que hay otras maneras de narrar. Muy interesante y altamente recomendable.
La traducción del original en japonés es obra de Juan Francisco González Sánchez.
Natsuko Imamura (Hiroshima, 1980) es una escritora japonesa. Estudió Literatura en la Universidad de Osaka. Empezó su carrera escribiendo relatos cortos, con los que ganó en 2010 el Premio Dazai Osamu y en 2011 el Yukio Mishima. Luego pasó a escribir novela y obtuvo en 2017 el Premio Kawai Hayao y el Noma Literary New Face. En 2019 consiguió el prestigioso Premio Akutagawa de novela con esta obra que hoy comentamos, con lo que se ha consolidado como una de las jóvenes autoras japonesas más prometedoras. Vive en Osaka con su marido y su hija.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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