miércoles, 31 de agosto de 2022

Ligeros libertinajes sabáticos - Mercedes Abad

 

Título: Ligeros libertinajes sabáticos                                                                               Autora: Mercedes Abad

Páginas: 144 pág.

Editorial: Tusquets

Precio: 6,95 euros

Año de edición: 2012

Me he leído un libro diferente. Sabía qué sensaciones podía encontrar, pero no sabía qué me iba a evocar. «Ligeros libertinajes sabáticos» es un libro de relatos eróticos, que tiene un sabor a literatura de antes. No en vano fue Premio La sonrisa vertical allá por 1986. Una jovencísima Mercedes Abad (Barcelona, 1961) ganó este galardón haciendo alta y sugerente literatura cuando tenía 25 años. 

La obra cuenta con un buen número de relatos que transmiten el encanto de la seducción de manera espontánea, y tan pronto lo pueden hacer con personajes hacendados acinados en imponentes construcciones, como con ciudadanos de a pie que bien podríamos ser cualquiera de nosotros. También nos hablan de sucesos trágicos en el acto más íntimo, como una muerte por un corchazo de champán, o de invertidos sexuales como Serafín: un cocinero de gustos diferentes.

Los personajes de estos relatos están dotados de la capacidad de sentir, está claro, pero también de una filiación al sexo a veces casi enfermiza. Es un buen ejemplo el apocado banquero que hace un repaso a su aburrida vida mientras practica un facesitting con una mujer obesa, o las turbias negociaciones que experimenta una intermediaria para zanjar un importante acuerdo inmobiliario. 

La mente de Merecedes Abad llega a parecer si no taimada, sí bastante perversa, pero siempre podrá argumentar que, si hay algún acto impúdico o políticamente incorrecto, los responsables son sus personajes, no ella. Nos adentra también en lujosas fiestas que terminan siendo  lujuriosas, y hay hasta un fanfic erótico de Sherlock Holmes y el Doctor Watson que me ha recordado a la relación del señor Burns con Waylon Smithers en Los Simpson

Pasados estos relatos eróticos donde abunda creo que, con la excepción del relato del banquero, un lujo arcaico, la autora nos escribe otros relatos más mundanos. Curiosamente, estos, pueden ser muy eróticos o tener un contenido mucho más sutil. «Crucifixión del círculo» es uno de ellos: donde un personaje espera desaforadamente a su pareja mientras marca con una equis en el calendario los días que no se ven. También el relato «Ese autismo tuyo tan peligroso» que cierra el libro, donde lo que leeremos será una autoficción. Pero no se me escapa «Juego de niños» donde sensualidad, sado y arte se convierten en literatura, y tampoco «Canapé frío», en el que un actor tiene sueños infernales, y al estar narrado en un 3 de noviembre, da la posibilidad de poner de manifiesto las malas pasadas que pueden jugarnos las variaciones atmosféricas. 

Mercedes Abad ha tocado una gran cantidad de registros en estos relatos eróticos que se leen más como composiciones divertidas que eróticas —pues hay comicidad en estas páginas—, pero seguro que este libro va también a levantar algún que otro ramalazo morboso en el lector. 

Mercedes Abad

Publicado por Jesús Rojas.

lunes, 29 de agosto de 2022

Todos estábamos vivos - Enrique Llamas

 

Título: Todos estábamos vivos                                                                                          Autor: Enrique Llamas

Páginas: 288 pág.

Editorial: Alianza

Precio: 18,50 euros

Año de edición: 2020

Su autor no la ha conocido directamente y yo tampoco. Ni siquiera somos madrileños. Pero de la mano de Enrique Llamas (Zamora, 1989), él con su escritura y yo con mi lectura, creo que nos hemos sentido como si estuviésemos en el Madrid de 1980, en el ambiente del pistoletazo de salida de la movida madrileña. Esa atmósfera que se atribuye al concierto de homenaje a Canito en la Escuela de Caminos de Madrid, en febrero de ese año. 

Enrique Llamas nos describe el ambiente madrileño de esos meses y se vale de unos personajes que, más o menos directamente, se vieron involucrados en los acontecimientos de aquella época. Ellos y sus circunstancias son lo mejor del libro. Con la acción, los diálogos y lugares donde transcurre la novela, ha sido capaz de dibujar ese Madrid casi a la perfección. Lo demás contiene algunas puntadas de no ficción, como las referentes a las últimas horas de vida de Canito y al concierto a él dedicado. 

La acción nos guía de la mano, principalmente, de dos personajes, Teo y Adela, una pareja de novios de clases sociales muy diferentes, que ven cómo la incipiente fiebre musical que se desata en Madrid puede afectar definitivamente a su relación. Alrededor de ellos veremos amigos y enemigos de ese vínculo afectivo que se enfrentan para que siga existiendo y, como tal vez deduzcáis, serán más los enemigos que aparecerán que los amigos. 

Enrique Llamas ha sabido llevar la historia haciendo buena literatura, manteniendo la misma impresión que a la gente de nuestra edad —soy de la misma quinta del autor— nos ha llegado de la movida madrileña. Los albores del cambio que daban esperanzas a ciertos oportunistas para alcanzar la fama, como es el caso de Teo en el aspecto musical, están muy bien reflejados, y también esos viajes hacia el placer que, llegados los años ochenta, empezaron a estar un poco menos mal vistos. Además, en esta novela hacen acto de presencia colectivos marginales como drogadictos, homosexuales y otros. 

«Todos estábamos vivos», la segunda novela del autor, me ha parecido una novela valiente, madura, que describe unos hechos con una certeza asombrosa —siempre a ojos de alguien que, como yo, no ha conocido la movida de primera mano; un libro que me ha hecho disfrutar con una crónica vintage y al mismo tiempo, cercana. 

Enrique Llamas

Publicado por Jesús Rojas.