Título: Los girasoles ciegos
Autor: Alberto Méndez
Páginas: 160
Editorial: Anagrama
Precio: 13,90 euros
Año de edición: 2005 (26ª edición)
Autor: Alberto Méndez
Páginas: 160
Editorial: Anagrama
Precio: 13,90 euros
Año de edición: 2005 (26ª edición)
Se ha escrito tanto de esta pequeña
joya que no es momento de añadir mucho a lo dicho, sino de recordarlo para hacer
un pequeño homenaje al autor, que desafortunadamente no nos dejó más obra
narrativa editada que esta, y festejar también la buena literatura, la que hace
que los latidos de nuestro corazón se modifiquen, nuestra garganta se cierre y
todo en nosotros se contraiga de emoción. Y son todos los estados de la emoción
los que me recorrieron al leer estos magníficos cuatro relatos de perdedores,
porque en toda guerra, pero especialmente en una civil como fue la nuestra,
todos –vencedores y vencidos- pierden.
Son cuatro relatos estremecedores que funcionan de manera independiente, pero que tienen una trabazón interna, pues aparecen personajes repetidos en unos y otros (en el primero y tercero es el protagonista, y en el segundo y cuarto un personaje secundario). En principio no sabemos si se trata de historias basadas en hechos reales, pero la verosimilitud nos hace sentirlas como verdaderos. Efectivamente, en una entrevista, el autor aclara que son historias ciertas aunque no tuvo intención de investigarlas y transcribirlas tal como sucedieron, sino que le sirvieron para lo que pretendía con la ficción.
El autor, con un perfecto dominio, desplegó en tan pocas páginas muchos recursos literarios como son las diferentes voces que utiliza. Son también relatos plagados de reflexiones que nos resuenan y nos obligan a ralentizar, a tomar tiempo, aire, a anotar para no olvidar. El cómo están contadas las cuatro historias es lo que hace de este libro una maravilla pues el «sonido poético» de la prosa es una constante en todo el libro y principal artífice de las emociones que nos provoca, especialmente el segundo relato que acabé –por primera vez en mi vida que recuerde- con lágrimas en los ojos.
En resumen, es un libro
impresionantemente bonito y duro.
Son cuatro relatos estremecedores que funcionan de manera independiente, pero que tienen una trabazón interna, pues aparecen personajes repetidos en unos y otros (en el primero y tercero es el protagonista, y en el segundo y cuarto un personaje secundario). En principio no sabemos si se trata de historias basadas en hechos reales, pero la verosimilitud nos hace sentirlas como verdaderos. Efectivamente, en una entrevista, el autor aclara que son historias ciertas aunque no tuvo intención de investigarlas y transcribirlas tal como sucedieron, sino que le sirvieron para lo que pretendía con la ficción.
El autor, con un perfecto dominio, desplegó en tan pocas páginas muchos recursos literarios como son las diferentes voces que utiliza. Son también relatos plagados de reflexiones que nos resuenan y nos obligan a ralentizar, a tomar tiempo, aire, a anotar para no olvidar. El cómo están contadas las cuatro historias es lo que hace de este libro una maravilla pues el «sonido poético» de la prosa es una constante en todo el libro y principal artífice de las emociones que nos provoca, especialmente el segundo relato que acabé –por primera vez en mi vida que recuerde- con lágrimas en los ojos.
Es muy posible que muchos de los
lectores de este estupendo blog en el que amablemente se nos deja participar,
leyeran en su momento este libro. Para ellos el recuerdo y la sugerencia de que
es buen momento para releerlo. Para quienes no lo hayan leído todavía, una
recomendación entusiasta para que lo hagan ya. No lo lamentarán.
Alberto Méndez, madrileño, nacido
en 1941, murió apenas unos meses después de la edición de su obra, por lo que
no pudo disfrutar de los premios que obtuvo, como el Premio Nacional de Narrativa, que
se le otorgó a título póstumo en 2005, el de la Crítica de narrativa castellana, o el Premio Setenil en su primera edición.
En 2008 José Luís Cuerda dirigió la película del mismo título basada en el último relato.
En 2008 José Luís Cuerda dirigió la película del mismo título basada en el último relato.
Alberto Méndez
Publcado por Paloma Martínez.
Con el entusiasmo con el que transmites que es una obra magnífica,emotiva y super recomendable, hace que me den ganas de leerla ya. Creo que la voy a elegir como próxima lectura.
ResponderEliminarGracias por transmitir esa emoción , hace que deseemos leer las obras ya.
Siento una respuesta tan tardía pero no me había percatado del comentario que agradezco mucho. Espero que en este tiempo pasado hayas leído esta pequeña joya y que te haya gustado tanto como a mi me gustó.
EliminarPaloma Martínez