miércoles, 5 de abril de 2023

Campos de fresas - Jordi Serra i Fabra

 

Título: Campos de fresas                                                                                                  Autor: Jordi Serra i Fabra

Páginas: 136 pág.

Editorial:
Ediciones SM

Precio: 12,50 euros

Año de edición: 2017

Que el consumo de drogas por los más jóvenes, sin mucha información a su alcance ni apenas apoyo, es un grave problema social en las sociedades avanzadas es algo evidente y que casi nadie discute. ¿Se puede hacer algo para prevenirles e informarles adecuadamente de los peligros que corren?

Jordi Serrra i Fabr, uno de los autores españoles que más vende entre los jóvenes, decidió en el año 1996, cuando las pastillas y las drogas de diseño inundaban las discotecas, poner su granito de arena con esta novela corta, amena y directa, protagonizada por Luciana, una chica de 18 años que prueba una pastilla y entra en coma. A su alrededor, vemos los nervios de sus amigos, el dolor del novio, la desesperación de los padres, las precauciones del camello, la actividad médica, las pesquisas de la policía, la voz de la propia Luciana... una descripción excelente del mundo que la rodea y de cómo el suceso central lo altera como el vórtice de un ominoso huracán. Lo primero es saber qué ha tomado la chica exactamente, que al final se averigua que no ha sido éxtasis, sino Eva (3,4-metilenodioxietilanfetamina), una droga de síntesis de la misma familia, de efecto parecido, más rápido y de menor duración.

La narración es la crónica detallada de las primeras 24 horas después de que Luciana entra en coma. Es muy creíble, realista y evocadora, el estilo, muy realista y casi cinematográfico, el lenguaje, sencillo y cercano. La novela avanza con mucho ritmo y el autor dosifica la información poco a poco, con mucho tiempo, de manera que se mantiene la tensión dramática desde la primera línea hasta el desenlace. Al final, la cosa acaba bien, ya que no se trataba de escribir una historia truculenta, sino una advertencia literaria. Los riesgos están claros: cuando uno prueba por primera vez una pastilla es muy difícil estar seguro de lo que uno está tomando, la forma, color y presentación de cada droga no están garantizados, además no es fácil saber qué cantidad de principio activo contiene ni cuales son los excipientes con los que está cortada. Por otro lado, aunque se conoce el efecto general que produce cada sustancia, cada organismo reacciona de un modo diferente, incluso puede haber intolerancias, alergias... y en más de una ocasión, la cosa ha acabado mal. Por último, probar cosas recién aparecida tiene otro inconveniente: nadie conoce los efectos a largo plazo.

La historia está basada en casos reales: en 1995, una chica británica de 18 años, Leah Betts, murió después de estar cinco días en coma por haberse tomado una pastilla de éxtasis el día de su cumpleaños. Otra chica, Helen Cousins, que despertó después de dos meses en coma, dijo una frase que conviene no olvidar: «No bailéis con la muerte». No viene al recordar ahora esta novela, cuando parece que se nos han olvidado la cohorte de problemas que acompaña a las drogas y se consume tanto o más que antes.

El título proviene de una de las las interpretaciones del mensaje de la canción Strawberry Fields for Ever de The Beatles: la vida es fácil si cerramos los ojos, no pensamos mucho y nos refugiamos en algún tipo de estupefaciente. El libro está muy bien escrito, con mucho oficio, se lee a velocidad de superventas y cumple sus objetivos a la perfección. No carga las tintas en ningún sentido, es serio y equilibrado. Un buen ejemplo de cómo se pude utilizarla literatura para hacer algo de divulgación de un tema ciertamente peligroso. Un libro que ha conocido ya más de 25 ediciones, muy recomendable para adolescentes.

Jordi Serrra i Fabra (Barcelona, 1947) es un escritor español muy prolífico, que ha publicado 500 títulos de literatura juvenil, biografía, ensayo y novela para adultos, con gran éxito y buenas cifras de ventas. Ha obtenido innumerables premios, entre otros el Premio Cervantes chico y el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil.

Nacido en una familia muy pobre, él mismo dice que leer le salvó la vida, y fue un lector omnívoro y voraz desde su más tierna infancia. Era tartamudo y superó el aislamiento que eso le producía leyendo y escribiendo. Siempre quiso ser escritor, «No tenía plan B» ha confesado. A los ocho años atravesó por accidente una puerta de cristal, lo que casi le cuesta la vida.  A los diez años comenzó a escribir novelas de 100 páginas y a los doce tenía ya más una de más de 500, titulada «Memorias de perro», que permanece inédita. Fue víctima de un violento caso de acoso escolar, la policía le retiró el pasaporte por publicar en una revista clandestina y sobornó a un militar para librarse de la mili. 
 
A los 17 años comenzó a trabajar en la construcción y a estudiar por la noche para ser aparejador. En eso años aprendió inglés escuchando en radio rock y comprándose discos. Estuvo enviando cartas de 20 folios todas las semanas al programa El Gran Musical de La Cadena SER y, finalmente, consiguió que le encargasen hacer una revista musical a los 21 años. Fue crítico musical en varios medios, dirigió la revista Disco Exprés y a los 25 años publicó su primer libro, titulado «1962-72 Historia de la Música Pop», con gran éxito. Colaboró y dirigió varias revistas musicales.
 
A los 31 años fue finalista del Premio Planeta, a los 32 consiguió el premio Ateneo de Sevilla y a los 36, en 1981, ganó el Premio Gran Angular de literatura juvenil, que repetiría los años 1983 y 1991. Su obra ha sido traducida a multitud de idiomas y es el autor vivo más leído en los colegios españoles.

Jordi Serra i Fabra

 Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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