Título: Hombres fatales Autora: Elisenda Julibert
Páginas: 176
Editorial: Acantilado
Precio: 16 euros
Año de edición: 2022
Como bien dice Julibert en este brillante ensayo, de todas las criaturas fantásticas que pueblan la literatura, el cine y demás artes de ficción, la mujer fatal es una de las que más éxito y predicamento ha tenido, hasta el punto de que muchos se han creído que existía de verdad. No deja de ser curiosa la pirueta psicológica en que se basa: cuando un hombre pierde la cabeza por una mujer, la responsabilidad no es suya por no saber controlar sus deseos —ya se sabe, los hombres son así—, sino de la pérfida fémina que arteramente le manipula y le domina. El mito homérico de las sirenas, que con su canto perdían irremediablemente a los marineros, es muy antiguo y parece que muy aceptado.
Sobre esa idea, en la que nadie había reparado hasta ahora, se basa este ensayo culto, perspicaz y ameno, un texto clarividente que se lee con sumo interés y deleite. La autora analiza con erudición y agudeza tan peculiar mecanismo mítico, flagrantemente injusto con la mujer y un excelente ejemplo de transferencia de la responsabilidad, para luego pasar a revisar algunas de las historias más conocidas que lo ejemplifican.
La disección que realiza del entramado conceptual de «Carmen» de Merimée, «Ese obscuro objeto de deseo» de Buñuel, «La prisionera» de Proust, «Vértigo» de Hitchcock, «Lolita» de Nabokov, «Bouvard y Pécuchet» de Flaubert y el desenlace de «Con faldas y a lo loco» de Wilder («Nadie es perfecto») producen en el lector asombro por no haberse fijado antes en lo obvio y el placer de ver nuevos significados que le habían pasado hasta ahora desapercibidos. Nos recuerda también la famosa frase de Dumas, «Cherchez la femme», que equivale a «Echadle siempre la culpa a ella», y la larga lista de femmes fatales que pueblan nuestro imaginario: Eva, Helena, Pandora, Cleopatra, Medusa, Marlene Dietrich, Sharon Stone, Gilda, Lolita, Carmen... la lista es inacabable.
Un ensayo estupendo, que lleva un acertado título secundario, «Metamorfosis del deseo masculino», y que nos hace pensar que, si bien es cierto que el amor mueve el mundo, también se nos ocurre que el deseo del hombre lo destroza todo a su paso, porque probablemente, de la pérdida de control que acarrea nace un miedo instintivo y poderoso a la mujer, que puede estar a su vez en la raíz del ansia universal por dominarla, sojuzgarla y reprimirla, un ansia difícilmente explicable por otros motivos. Tanta inquina y ensañamiento tienen que estar causados por algo muy gordo. De los dos pilares de la inteligencia emocional, la empatía y el autocontrol, creo que el segundo forma parte de la esencia de la masculinidad, así que perderlo puede llegar a ser muy perturbador.
La portada es una reproduccion del cuadro «Susana y los viejos» de Artemisia Gentileschi, la pintora toscana del s. XVI, violada por su profesor, de la que ya hemos hablado aquí. El motivo es la historia bíblica de Susana, una bella joven vergonzosamente acosada cuando se bañaba por dos viejos verdes. Tradicionalmente la escena se ha pintado mediante tres personajes tranquilos que parecen estar disfrutando de un día de campo, sin violencia ni apasionamiento. Tuvo que llegar Gentileschi para representar la situación con todo su dramatismo. Otra metamorfosis del deseo masculino desenmascarada, en este caso, visual.
En fin, un ensayo espléndido, erudito, ameno y muy bien argumentado, sobre un tema que parece mentira que haya pasado desapercibido durante tanto tiempo. Muy recomendable.
Elisenda Julibert (Barcelona, 1974) es una traductora, escritora y editora española. Estudió Filosofía en la Universidad de Barcelona y se doctoró en Estética en la UAB con una tesis titulada «Ironía y finitud», sobre la filosofía de los autores del primer Romanticismo alemán.
Desde hace más de veinte años, traduce autores de primera fila del francés y del inglés al castellano. Actualmente es editora de mesa en Acantilado y escribe esporádicamente en CTXT. Un editor de mesa es un editor técnico editorial, que trabaja con el autor y es responsable del proceso que sigue el texto desde que lo recibe la editorial hasta que se publica. Dirige la corrección de estilo, propone cambios y mejoras al autor y decide cuándo el libro está maduro para su publicación.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Exelente post, ha motivado mi interés más aún cuando la autora ha recorrido los entresijos de la filosofía , me quedo por aquí gracias por compartir , un abrazo felicidades para ti.
ResponderEliminarGracias por el comentario, Pablo. Es un ensayo interesantísimo, de los que nos abren los ojos y nos señalan cosas que no habíamos advertido y muy sugerente.
ResponderEliminarSalud y libros.