domingo, 28 de octubre de 2018

La historia de Artemisia Gentileschi, pintora y feminista

 
«Susana y los viejos» (1610) de Artemisia Gentileschi

¿Sabíais que una de las primeras pintoras de la historia fué violada y se dedicó a pintar cuadros que pueden considerarse, en cierto modo, feministas?  

Artemisia Gentileschi (Roma, 1593-1654) era hija del pintor toscano Orazio Gentileschi, seguidor de Caravaggio. De su padre aprendió a dibujar y a pintar cuadros naturalistas siguiendo los cánones de la época. Pintó cuadros de temas bíblicos, frecuentemente sobre figuras femeninas de carácter, como Lucrecia, Betsabé, Judith o Cleopatra, o sobre temas que hoy consideraríamos feministas, como la historia de Susana, incluida en el Libro de Daniel, que fué acosada por unos viejos y logró rechazarlos, representada en un cuadro que pintó con tan solo diecisiete años.

Quién iba a decir a la joven Artemisia que solo un año más tarde sería violada por Agostino Tassi, pintor y amigo de su padre, que le estaba enseñando su técnica a la joven. Al principio prometió casarse con ella como forma de reparación (figura admitida legalmente en Italia hasta 1981), pero luego se descubrió que ya estaba casado, que había intentado asesinar a su esposa, cometido incesto con su cuñada e intentado robar varias pinturas de Orazio Gentileschi. A pesar de todo eso, fué condenado sólo a un año de prisión y al exilio.

Durante el juicio, la joven pintora vió cómo se dudaba de su testimonio, tuvo que soportar tortura mientras mantenía su versión y la sometieron a un exhaustivo examen ginecológico para ver cuándo había perdido la virginidad, por ser sospechosa de llevar una vida licenciosa.  

Después  del proceso, Artemisia se mudó a Florencia, fué la primera mujer admitida en la Accademia di Arte del Disegno de Florencia y estuvo protegida por Cosme II de Médici. El primer cuadro que pintó en esa época fué «Judith decapitando a Holofernes» (1612-1613), un cuadro impresionante, lleno de movimiento y muy «caravaggiano», que fué atribuido a su padre durante cierto tiempo. Siempre fué poco considerada por ser mujer y hasta hace poco no se ha reconocido su importancia suficientemente.

«Judith decapitando a Holofernes», Galería de Los Uffizi

Tuvo una carrera como pintora por encargo en Florencia, Venecia, Londres y Nápoles. Se casó y tuvo una hija, pero luego se separó de su marido y vivió como mujer independiente, con su hija. Pintaba mujeres reales, entradas en carnes y no idealmente bellas. Viendo sus autorretratos no es descabellado pensar que siempre intentó, de una manera u otra, representarse a sí misma.  
 
«Autorretrato» (1615-1617)

 «Autorretrato como mártir» (1615)

Para más información, hay una biografía muy completa: «Artemisa Gentileschi» de Rauda Jamís, editorial CIRCE, 1998, 384 páginas, 17 euros.

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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