jueves, 30 de marzo de 2023

Maddi y las fronteras - Edurne Portela

 

Título: Maddi y las fronteras                                                                                            Autora: Edurne Portela

 Páginas: 248 pág.

Editorial:
Galaxia Gutenberg

Precio: 18,50 euros

Año de edición: 2023 

Una tarde de otoño de 2021 alguien llamó a Edurne Portela y le empezó a hablar de un dossier sobre una mujer muy especial, recogido durante años de investigación. Contenía cientos de documentos oficiales, entrevistas, datos obtenidos del registro civil y otros archivos. Los principales hitos y datos sobre la vida de María Josefa Sansberro, conocida como Maddi, nacida en Oiartzun (Guipúzcoa) en 1895, una mujer de carácter que en los años 30 había regentado un hotel muy conocido, situado muy cerca del pico Larrún, en los Pirineos más occidentales y al otro lado de la frontera hispano-francesa. El regalo iba acompañado de una propuesta: escribir una novela sobre la vida de esa mujer, ir más allá de los datos objetivos para intuir, imaginar y describir en detalle su biografía.

El resultado es esta espléndida biografía novelada, admirable ejercicio de estilo en el que la autora pone en contexto todos los datos que tenía disponibles e imagina cómo debió de ser aquella mujer enigmática y fuerte, que ayudó a pasar la frontera a mucha gente, llena de contradicciones y contrastes: mugalari (experta en pasar personas de un lado a otro) y contrabandista, católica y divorciada, madre y sin hijos, sin pareja y acompañada siempre de un hombre, agente de la Resistencia y anfitriona de los nazis. Una mujer independiente, acostumbrada a cruzar fronteras, políticas y mentales. que acabó sus días en 1944, en un campo de concentración.

El texto es admirable. Después de un preludio, en el que Maddi se dirige a la autora y reflexiona sobre la dificultad y la responsabilidad de narrar una vida, Portela toma la voz de la propia Maddi y nos cuenta su peripecia vital desde dentro, imaginando su propia voz para ir desgranando en una suerte de diálogo consigo mismas sus sensaciones, percepciones, pensamientos más íntimos y emociones. El efecto causa un gran impacto en el lector, que conoce muy de cerca el carácter de aquella mujer y qué cosas se le pasaban por la cabeza. Toda la narración se convierte en indirecta y vamos sabiendo qué ocurre a través de los pensamientos de la protagonista. Un exigente tour de force que la autora supera con solvencia y de manera brillante. Tiene mucho mérito imaginar así, desde dentro, la vida y milagros de una persona fuerte, independiente y resuelta, valiente, llena de energía y amante de la acción, que tomó las riendas de su vida y la vivió de forma poco convencional.

Las frases son cortas, contundentes y concretas, como corresponde a la gente nacida en un caserío; el lenguaje rural está bien reproducido y los diálogos son naturales. Abundan las frases curiosas y los giros llamativos, llenos del sabor de la cultura vasca: «Los pensamientos profundos son para los que tienen criada», «A quien mucho quiere saber, poco y al revés», «Mi pulguita». Y algún que otro párrafo en el que la protagonista se muestra independiente y con las ideas muy claras: «No me interesa el amor. Hace vulnerables a las mujeres, las somete, las atonta. Es el mejor engaño para quitarnos la capacidad de actuar y pensar por nosotras mismas».

La narración tiene como fondo los ecos de dos terribles guerras, la Guerra Civil Española, a través de la red de apoyo a los que huían cruzando la frontera, y la Segunda Guerra Mundial, en la que los alemanes ocuparon el hotel y Maddi tuvo que continuar con sus actividades clandestinas mientras vivía en la misma boca del lobo. Varias tragedias se describen de refilón, como la de los refugiados españoles confinados en las playas francesas, en condiciones muy duras y mirados con recelo por los del lugar, que comentaban «Va a ser imposible usar nuestras playas este verano». Los personajes de su círculo más íntimo están bien dibujados, siempre desde su punto de vista, y sus relaciones con ella quedan bien perfiladas. Son Louis Nicole, el propietario del hotel y fiel amigo, con el que mantiene una relación de compañerismo muy especial, Lucien, el niño que adoptan, de misterioso origen y padres desconocidos, y su prima, Marie Jeanne Etcheverria, que trabajaba en el hotel y se convirtió en una especie de ahijada y protegida.

El libro se cierra con una última parte que cuenta cómo los alemanes descubren sus actividades secretas y la deportan en un largo peregrinaje que pasa por varios campos de concentración junto con su prima Marie Jeanne, hasta el de Brandeburgo, en el que falleció a los 59 años, mientras que Marie Jeanne conseguía sobrevivir.

Una novela excepcional y un admirable ejercicio de estilo, difícil y a veces incluso doloroso, durante el que la autora dice que, en realidad, la voz de Maddi la poseyó y ya no pudo dejar de escribir hasta el final

Edurne Portela (Santurce, 1974) es una filóloga, historiadora y escritora vasca. Se licenció en Historia por la Universidad de Navarra y ha desarrollado toda su carrera académica en Estados Unidos. Allí hizo un máster en Literaturas Hispánica y un doctorado sobre Literatura Española y Latinoamericana, ambas cosas en la Universidad de Carolina del Norte.

En 2003 se trasladó al College of Arts and Sciences de la Universidad de Lehigh (Pensilvania), donde a lo largo de trece años compaginó su trabajo como docente, con trabajos de investigación y la dirección del Humanities Center (Centro de Humanidades) (2008-2014) y de Iniciativas Internacionales (2013-2014) del centro.

Finalmente, volvió a España en el 2016 para dedicarse por completo a escribir. En ese año publicó el ensayo titulado «
El eco de los disparos: cultura y memoria de la violencia», en el que reivindica la cultura como herramienta para digerir y asumir la violencia del pasado. Ésta es su cuarta novela, después de
«Mejor la ausencia», «Formas de estar lejos» y
«Los ojos cerrados».

Edurne Portela

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

miércoles, 29 de marzo de 2023

Una salida honrosa - Éric Vuillard

 

Título: Una salida honrosa                                                                                                 Autor: Éric Vuillard

 Páginas: 183 pág.

Editorial:
Tusquets

Precio: 17 euros

Año de edición: 2023 

Nos gusta Éric Vuillard. Nos gusta su peculiar manera de mirar y desentrañar la historia. Una mirada que combina la larga distancia, la globalidad de momentos conflictivos importantes en general para Francia, pero no solo, y los pequeños detalles de las personas que influyen decisivamente en esos conflictos y que normalmente toman decisiones alejados de ellos. Decisiones que son definitivas en la suerte que corren quienes están realmente implicados, los que pelean directamente y los que sufren las consecuencias directas de las batallas.

El autor se fijaba en los detalles de un día definitivo en el destino de millones de personas que fueron arrolladas en la segunda guerra mundial, cuando Hitler se reunió con los principales empresarios alemanes para exigirles la contribución a su particular contienda imperialista. Era su aclamada novela «El orden del día». Así lo ha hecho en sus otros libros y también en éste. Y todo con una contención literaria que supone que, sin llegar a las 200 páginas, nos da una visión sintética y clara de lo que ocurrió en cada uno de los conflictos que narra. Un virtuosismo que le ha llevado a que todas sus obras sean reconocidas con prestigiosos premios, Goncourt incluido.

Cuando ya el final desastroso para Francia estaba más que claro en la guerra de Indochina, una frase llenó las bocas de los responsables políticos y militares del momento, después de que fuera pronunciada en forma de orden por el entonces presidente de la IV República, René Mayer. Se dirigió al general Henri Navarre, a quien le ordenó tomar el mando de las fuerzas militares en la guerra con un encargo preciso: «Al menos tengamos una salida honrosa». Esas fueron sus palabras. Algo que sabemos que no ocurrió y no sólo porque jamás puede haber salida honrosa de una guerra, sino por las características de la terrible batalla de Dien Bien Phu, que fue un desastre anunciado en el que los franceses tuvieron finalmente que sacar la bandera blanca y que supuso incluso que uno de los generales destacados en la batalla se suicidara. De la situación antes, en y después de la batalla el autor nos da detalles decisivos para comprender cómo ocurrieron los hechos, y despierta tanto nuestro interés que buscamos más información para saber más.

El libro comienza con la narración de la visita de unos inspectores de trabajo en 1928 a una plantación de caucho propiedad de Michelín para investigar malos tratos que, efectivamente, se producían, allí donde la población local trabajaba en condiciones prácticamente de esclavitud. El autor sienta las bases ya desde el principio de una verdad irrefutable: que la colonización, cualquier colonización, ha tenido en su base motivos económicos y que las empresas aliadas con los gobiernos y los bancos han desarrollado sus más duras fórmulas de trabajo para conseguir los máximos beneficios. En el caso de Francia en la denominada Indochina, —conformada desde 1887 por AnnamTonkínCochinchina, la República JemerLaos que se agregó en 1893—, fueron multitud las grandes empresas, dedicadas principalmente a la extracción de materias primas,  las que se fueron instalando y ello dio lugar a un enorme y atomizado entramado de otras empresas que estaban ligadas a las principales, con lo que el enriquecimiento a costa de las poblaciones locales fue inimaginable. La clave, las sociedades anónimas en donde nadie es responsable.

Desde los primeros momentos de la colonización los sucesivos gobiernos deciden la marcha de esos territorios y sus gentes que son mantenidas a raya por un ejército que estaba compuesto fundamentalmente por tropas coloniales, los propios locales y africanos traídos a la fuerza de las otras colonias, para luchar por el país que les había conquistado. Tremendo.

Vuillard a continuación pone el zoom de muchos aumentos en los tejemanejes de los máximos responsables de la Asamblea Nacional Francesa y de los militares, dejando a la vista las pequeñas miserias de cada cual. Para ello utiliza esa prosa irónica y ácida de frases cortas y gran impacto, y nos muestra desde cómo sus señorías tienen problemas de digestión en las sesiones del parlamento, hasta que hay reuniones en las que la urgencia por terminar de algunos es atender a los compromisos sociales regidos por sus mujeres. En definitiva, los hace humanos y los iguala a la gente corriente. Desmontados los mitos, despojados metafóricamente de sus uniformes, hace un repaso importante de quienes determinaron la marcha de los acontecimientos en una cruel guerra de descolonización que tuvo más muertos que la primera guerra mundial.

Si hace poco veíamos cómo Pierre Lemaitre en su «Ancho mundo», reseñada aquí, nos descubría el complejo y perverso tema de las piastras, ahora Éric Vuilllard nos descubre desde otra perspectiva esa verdad que todos conocemos, pero que de vez en cuando hay que recordar, el negocio de la guerra y la vital importancia que tuvieron los banqueros que participaban en el Banco de Indochina, cuyas piastras circularon en todos los países colonizados por Francia. Un banco que, en el año 1954, en el que se perdió la guerra, obtuvo los mayores beneficios de su historia. Cuenta la desvergüenza de los banqueros que estaban presentes en todos los consejos de administración de las empresas importantes y que, mientras triplicaban sus beneficios, habían ido retirando su capital de Indochina porque tuvieron claro, mucho antes que los gobiernos y el ejército, que se iba a perder la guerra. Una guerra para la que no hubo una salida honrosa por mucho que la grandeur francesa lo haya querido soslayar.

Queda claro y meridiano que, para acercarse a la realidad de las guerras, de todas las guerras, hay que intentar responder a la pregunta de a quién benefician.  Es lo que hace, una vez más, Éric Vuilllard en esta narración de manera, como siempre, brillante.

Éric Vuillard

En una reciente reseña, se ha dicho que Éric Vuillard (Lyon, 1968) es «uno de los mejores escritores de este siglo, en todas las lenguas». Totalmente de acuerdo. Ya antes de que en 2017 ganara muy merecidamente el más prestigioso de los premios literarios franceses, el Goncourt, con su obra «El orden del día», no ha dejado de escribir ni de cosechar merecidos éxitos. En otra crítica literaria se pone de relieve una frase del autor «la literatura es capaz de establecer y encontrar una relación a aquello que es más extraño para la historia». Si no teníamos duda de la enorme utilidad de la literatura, en lo referente a la historia, esta frase lo subraya.

Publicado por Paloma Martínez.