martes, 1 de julio de 2025

El jacarandá - Gaël Faye

Título: El jacarandá                                                                                                       Autor: Gaël Faye

Páginas: 256

Editorial: Salamandra

Precio: 21 euros

Año de edición: 2025

Esta novela, poderosa, conmovedora y terrible, delicada y lírica, me ha vuelto loco. Me ha fascinado, me ha impresionado muchísimo con su armónica mezcla de belleza y horror. Es un libro que ha ganado el Premio Renaudot 2014, ha vendido ya más de 350.000 ejemplares en Francia y ha sido un verdadero bombazo. No me extraña, tiene méritos sobrados y está escrito con la fluidez de los grandes superventas. Pero no nos adelantemos, vayamos por partes.

Es la historia de Milan, un chico de 12 años, mulato, hijo de madre ruandesa y padre francés, como el autor, que un día descubre que tiene un primo ruandés, Claude, de su misma edad. El chico aparenta ser más pequeño y Milan lo adopta inmediatamente como el hermano con el que siempre había soñado. Ha sido una sorpresa fantástica, su madre no le había dicho nada, de hecho, nunca hablaba ni de su familia ni de su país, y de pronto allí estaba: el mejor compañero de juegos. Pero ¡ay! un día, Claude desaparece igual que había llegado, de pronto y como por arte de magia. Han aparecido familiares suyos que lo reclaman y tiene que irse.

A partir de ahí Milan irá conociendo poco a poco el país de su madre, su historia, su cultura y sus costumbres. Al cabo de los años, visitará Ruanda, volverá a encontrarse con Claude, hará nuevos amigos, estará con sus familiares ruandeses y el país le robará el corazón. La novela está contada en primera persona, así que el lector acompañará al protagonista e irá conociendo con él mil detalles de ese país centroafricano, su historia reciente y, sobre todo, las devastadoras consecuencias del genocidio de tutsis del año 94.

El estilo es espléndido, sensible, tierno y poético, de manera que embellece todo lo que cuenta. Tiene a la vez, algo de discurso sincopado, va directo al grano y eso hace que haya frases largas y evocadoras junto a otras cortas y muy concretas. La narración es precisa, muy ajustada a lo que quiere contar el autor y casi no pierde el tiempo en descripciones. La mayoría de la narración está compuesta de acción, reflexiones y diálogos. El conjunto es un libro hipnótico, que casi no se puede dejar de leer, que te embarga y te transporta a otro mundo. Y creedme, la experiencia vale la pena, a pesar de su dureza.

Algunas citas pueden completar esta breve reseña: «La paz no es más que una guerra en suspenso», «¿No sabes lo que nos hicieron los franceses?», «Yo no sabía que éramos tutsis», «... querían hacer bonitos regalos a sus hijos y esposas», «Mi corazón estará en paz cuando haya hecho lo que tengo que hacer», «Ese país me perturbaba, me asustaba, me repugnaba», «Incluso la cultura se está convirtiendo en una mercancía. Si no hacemos algo al respecto, pronto los poetas recitarán tablas de multiplicar», «Los belgas decretaron que los altos y delgados eran tutsis y que los bajos y rechonchos eran hutus. Que los tutsis eran astutos y refinados y que los hutus, tímidos y perezosos», «Los belgas impusieron el carné con expresión de la etnia», «... desde hacía varios meses había un gran contingente de la ONU en Kigali. Me decía que, si surgía algún problema, estarían ahí para protegernos», «No estábamos hechos para los negocios, ni para ninguna otra cosa, excepto quizás escuchar música, leer, beber cerveza, ligar chicas y dormir durante el día. No estábamos orgullosos de ello, pero esa fue la conclusión honesta y lúcida a la que llegamos Claude, Sartre y yo», «Matar a un tutsi no era delito», «Lo peor es que han creado una sociedad de la desconfianza», «Son los lugares los que nos eligen, no al revés».

Una obra lírica y conmovedora, que te toca el corazón y es a la vez una patada en el estómago, una puñalada lenta que te deja el cerebro en carne viva. Una radiografía social de Ruanda, un resumen de su historia y un borrador de instrucciones para sobrevivir a un genocidio. Me parece muy difícil escribir sobre un tema como ése, y el resultado es una novela bella y terrible, estupendamente bien escrita, hermosa y tremenda, que se queda en la memoria días y días, sin dejarnos pasar a otra cosa fácilmente. Un libro extraordinario, casi diría que de obligada lectura.

La traducción al castellano del original francés es obra de Lydia Vázquez Jiménez, catedrática de Filología Francesa en la Universidad del País Vasco, que ha realizado un gran trabajo. Y, por supuesto, en el libro aparece un majestuoso jacarandá que juega un papel muy especial en la trama.

Jacarandá 

Gaël Faye (Buyumbura, 1982) es un rapero y escritor de Burundi, ganador del Premio Goncourt des Lycéens en 2016 con Pequeño país. Hijo de un francés y una ruandesa, tuvo que huir a los 13 años de su país debido al genocidio tutsi y la guerra civil burundesa.

Obtuvo un título universitario en Ciencias Económicas y un máster en Finanzas, pero abandonó pronto ese mundo para dedicarse a una brillante carrera como rapero. Ha ganado el Premio Internacional de música de la Académie Charles-Cros con «Pili-Pili sobre un cruasán con mantequilla».

Gaël Faye

Publicado por Antonio F. Rodríguez. 

lunes, 30 de junio de 2025

Nadie es más de aquí que tú - Miranda July

Título: Nadie es más de aquí que tú                                                                     Autora: Miranda July

Páginas: 208

Editorial: Seix Barral

Precio: 18 euros

Año de edición: 2018

Este libro contiene 16 relatos, ni uno más ni uno menos, de una joven autora estadounidense, artista polifacética y rompedora que, en el campo de la literatura tiene algo de autora experimental, de escritora fuera de la norma, de innovadora y original. Sus relatos resultan refrescantes, extrañamente nuevos y aunque hay a quien pueden parecerles confusos, a mí me encantan. Son historias atípicas, raras y algo surrealistas, mezcladas con reflexiones algo excéntricas y maravillosamente bien contadas. El estilo es algo poético, un poco desordenado y muy sugerente. La autora se basa siempre en el hilo de pensamiento de su personaje principal, siempre en primera persona, una fórmula muy cercana al monólogo interior y dotada de grandes dosis de subjetividad. Un cóctel curioso y libérrimo que produce resultados llamativos.

Sus protagonistas son personas solitarias, inadaptados con dificultades de comunicación, que intentan conectar con los demás de las maneras más insólitas. Suelen tener problemas de personalidad y de comportamiento. Las tramas son relativamente sencillas y casi siempre están teñidas de detalles surrealistas, un humor agridulce, una ironía punzante y algún que otro aspecto provocador, a veces en forma de erotismo explícito.

Una chica con problemas que se duerme en el hombro de su vecino, que está teniendo un ataque epiléptico; una joven que enseña a nadar con unas palanganas a tres ancianos, los únicos habitantes de un pueblo; una escritora que tiene sueños sexuales con el príncipe Enrique; una mujer que no devuelve las llamadas, se encierra en sí misma y se siente culpable por ello; un anciano que se obsesiona con la hermana de un amigo antes de haberla conocido; una chica desesperadamente enamorada de su mejor amiga, que hace más llevadero el rechazo desnudándose ante extraños; dos chicas algo atolondradas que se abrazan y lloran en un cursillo para aprender a ser románticas; una chica que trabaja en un peep show mientras trata de ligar con su amiga; la secretaria de una oficina que se apunta a un taller de costura para conocer a la mujer de su jefe; una anciana que se quita una marca de nacimiento con láser. Esos son algunos de los protagonistas de estas extrañas historias, que suelen resultar inquietantemente familiares al mismo tiempo.

En fin, un libro de relatos variados y arriesgados, a la vez excéntricos y convincentes, muy originales y escritos con mucha habilidad. Una obra que debió de causar un gran impacto cuando se publicó por primera vez, en inglés, en 2007, hace 18 años. Una buena oportunidad de conocer a una escritora de culto. 

Miranda July (Barre, Vermont, 1972), que en realidad se llama Miranda Jennifer Grossinger, es una actriz, cantante, música, escritora y directora de cine estadounidense. Sus padres, un judío y una protestante, son escritores y fundaron North Atlantic Books, una editorial dedicada a los libros de artes marciales, salud alternativa y espiritualidad establecida en Berkeley. Allí pasó su infancia Miranda.

Un amigo de la familia la animó a escribir y empezó con obras de teatro. Estudió en la  Universidad de California en Santa Cruz, pero la dejó en segundo curso y se dedicó a actuar y a escribir. Vive en Los Ángeles desde 2005, año en el que escribió, dirigió y protagonizó Tu, yo y todos los demás, su primera película, con la que ganó La Cámara de oro en Cannes. Tiene en su haber cinco largometrajes y nueve cortos.

Ha grabado además cuatro discos, realizado performances multimedia y, como escritora, ha publicado cinco novelas y catorce relatos. 

Miranda July

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

domingo, 29 de junio de 2025

¿La primera calculadora de eclipses?

Molde minoico A de Palaikastro

En 1899, un agricultor hizo un descubrimiento arqueológico sorprendente en Palaikastro, una pequeña localidad situada en el extremo oriental de la isla de Creta, en el yacimiento de los restos de una ciudad minoica de la Edad de Bronce, abandonada en el 1200 a. C. , un importante centro comercial con un puerto propio y todo. 
 
Lo que allí apareció fueron unas placas de esquisto que parecen moldes de fundición y se denominan los Moldes Minoicos de Palaikastro, cuyo aspecto puede verse en las fotografías que ilustran esta entrada. Se conservan en el Museo Arqueológico de Heraclión, están datados entre el 1790 y el 1370 a. C. ,y parece claro que se utilizaban como moldes para producir objetos de metal.
 
Lo más asombroso es que los estudiosos han concluido que servían para fabricar una especie de reloj solar metálico, con piezas móviles, útil para predecir eclipses lunares y solares hasta el años 2028 con bastante precisión. Es decir, algo así como una calculadora analógica portátil de eclipses ideada hace 3800 años, unos 1400 años antes que el mecanismo de Anticitera.

Molde minoico B de Palaikastro

En este enlace puede encontrarse el artículo original en inglés y aquí os dejo un vídeo explicativo de 20 minutos, también en inglés. 


Visto en La brújula verde

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

sábado, 28 de junio de 2025

Todo África en el centro Dikan de Acra


En Acra, la capital de Ghana, se encuentra el Centro Dikan, fundado en 2022 por Paul Ninson, un fotógrafo ghanés, con el objetivo de mostrar la realidad africana no desde el punto de vista de los fotógrafos extranjeros, sino de los nacidos en África. El resultado es la biblioteca fotográfica más grande del continente,con más de 30.000 libros.  Además, el centro tiene una sala de exposiciones, una sala de proyección, un aula en la que se imparten cursos de fotoperiodismo y se ofrece asesoría a proyectos fotográficos y desde el mes de abril de este año, se ha iniciado un proyecto para digitalizar todos los fondos d ela institución.
 
Mientras tanto, solo podemos disfrutar de lo que se puede ver en la web del Centro Dikan
 



 
Fotos de Emmanuel Bobbie, una y Paul Ninson, tres, por orden de aparición. 
 
Aquí podéis ver el vídeo de una exposición curada por Paul Ninson.
 
 
 
Publicado por Antonio F. Rodríguez.

viernes, 27 de junio de 2025

Romance del ecuador - Brian Aldiss

Título: Romance del ecuador                                                                                       Autor: Brian Aldiss

Páginas: 327

Editorial: Minotauro

Precio: 9,82 euros

Año de edición: 2002

Se calcula que el gran escritor Brian Aldiss escribió a lo largo de su vida unos 300 cuentos. Los fue agrupando en diversas colecciones. Los relatos de Aldiss tienen la misma calidad de sus novelas: una brillante imaginación puesta al servicio de una concepción humanista de lo fantástico. Porque Aldiss, indiscutiblemente uno de los mejores autores de ciencia ficción de la segunda mitad del siglo XX, no se ocupó únicamente de viajes interestelares, futuros cercanos o remotos y catástrofes medioambientales. Algunas de sus creaciones pertenecen a ese género ambiguo conocido en Francia como fantastique y que mezcla terror, ciencia ficción y fantasía. 

Romance del ecuador (2002) recopila relatos de Aldiss escritos entre 1960 y 1989. Es un conjunto heterogéneo, en donde brilla el genio de su autor, pero que también incluye cuentos no especialmente logrados. Digamos que los peores son perfectamente legibles; los buenos son excelentes piezas del género fantástico o de ciencia ficción. El propio Aldiss indica en su prólogo, citando a Borges, que las fronteras entre la ciencia ficción y la fantasía no son estables, sino movedizas, y por esa misma razón cambiantes. Algunos de sus cuentos se escribieron con la intención de pertenecer a la ciencia ficción y acabaron siendo fantásticos; en otros sucedió lo contrario: lo fantástico encontró su confirmación empírica y terminaron en la ciencia ficción. 

En esto, como en todo, deben evitarse los dualismos maniqueos. La pregunta sobre lo fantástico lleva a interrogarse acerca de lo real. La realidad, ¿es un proceso natural o un sueño? ¿El mandarín, que una noche soñó ser una mariposa, es un hombre que sueña ser un insecto o un insecto que sueña ser un hombre? Ahí está el detalle, que diría Cantinflas

Pero entremos en harina, como suele decirse. El cuento que da título al libro no es de los mejores, aunque sea encantador. Se trata de una fábula oriental sobre un hombre que vacila entre dos mujeres que son dos gacelas. Toda la historia transcurre en un marco intemporal, ensoñador, de paisajes remotos, bosques encantados y lagos con nenúfares e islas idílicas. En cambio, «El embaucador de aldea» es un cuento realista. Una mujer occidental está en la India con su padre, que enferma gravemente. Reciben la ayuda de un médico hindú. La mujer es una inglesa estirada que tomará contacto directo con la pobreza aplastante y la superstición. Es un buen cuento. 

Todavía mejor, en mi opinión, es «El rey condenado». Un monarca y su ayudante escapan por los riscos de Serbia de la marea turca. Como los serbios son contemplativos, acabarán bajo la bota otomana, aunque un pope advierte al rey de que el futuro no está escrito, y que muchos hombres llaman realidad a sus deseos «as cosas tienen que ser así»), lo que no es para nada real ni sensato. 

Algunos de los cuentos de Aldiss son un tanto largos y confusos. Para mí son los peores. Y es que no se debe confundir una imaginación desbordante, que para funcionar debe estar sometida a reglas, con la confusa sucesión de escenas abigarradas y sin sentido. Para los aficionados a las historias de fantasmas, se incluye el estupendo «North Scarning». Tiene todos los ingredientes del género, aunque barajados de una manera original. Un señor quiere visitar la casa del condado de Norfolk en la que pasó su infancia. Cae la tarde. Brotan los recuerdos, los fantasmas del pasado. Cuando el hombre se aproxima a la mansión, ahora deshabitada, una luz se enciende en una ventana. Escalofrío. 

Hay muchas más historias. Por una interminable llanura avanza una marabunta perseguida por unas máquinas infernales. Se suceden las generaciones, se esfuma el peligro, pero la llanura no termina nunca. Un profesor de geología debe atender los caprichos de su abuela de 94 años, que vive sola en el otro extremo de la ciudad. En una aldea remota de los Balcanes, una iglesia en ruinas alberga un cristo crucificado sobre un fondo azul. Un niño se ve atraído por esa escena tan patética como hermosa. Pero llegará un hombre de la ciudad a fotografiar la iglesia y se romperá el misterio como una pompa de jabón al viento. En definitiva, unos cuentos desiguales, fascinantes, siempre entretenidos, muchas veces muy buenos, de uno de los grandes del fantástico a secas. A leerlos sin excusa, que enganchan y no sueltan. 

Brian W. Aldiss

Brian Wilson Aldiss (1925-2017) fue uno de los grandes escritores ingleses del género fantástico. Nació en el condado de Norfolk, lugar muy a propósito para desarrollar una imaginación tenebrosa. Aldiss luchó en la Segunda Guerra Mundial en Birmania y Sumatra. Después de la contienda trabajó como librero y empezó a publicar sus historias en revistas especializadas de ciencia ficción. 

En los sesenta le llegó la fama. Sus novelas y relatos se han traducido a prácticamente todos los idiomas. La gran preocupación de Aldiss parece ser la evolución de la especie humana en un sentido positivo o negativo. Nada está escrito y el hombre debe hacer su historia contando con su inteligencia, poniendo la ciencia y la técnica a su servicio y no al revés. Aldiss vivió buena parte de su vida en Oxford y allí falleció a los 92 años recién cumplidos. 

Publicado por Alberto.