En 1968, dos figuras muy relevantes del franquismo, el general Agustín Muñoz Grandes, jefe de la División Azul, y el almirante Luis Carrero Blanco le encargaron al ingeniero y general de división Guillermo Velarde la dirección de un proyecto para que España tuviese la bomba atómica.
El general Guillermo Velarde (1929-2018)
El proyecto se llamó «Islero», como el toro que mató a Manolete (sí, si, no es broma ni está sacado de Mortadelo y Filemón) y muy pronto se definieron como objetivos desarrollar un reactor nuclear y conseguir un artefacto termonuclear de plutonio.
La increíble, pero cierta, historia de ese proyecto, está llena de avatares, avances y retrocesos, una entrevista clave entre Henry Kissinger y Carrero Blanco, la víspera del atentado que le costó la vida a este último, planes para hacer pruebas nucleares en el Sáhara y otros detalles realmente pintorescos. El asunto estuvo coleando durante la transición y los primeros años de la democracia española y no se cerró del todo hasta que el gobierno español firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear en 1987.
España estuvo a punto de convertirse en una potencia atómica, algo que se ha mantenido en secreto hasta hace muy pocos años y pocos conocen. En el blog Strambotic podéis leer un buen resumen de esta curiosísisma aventura, hay un libro publicado en el 2016 por el jefe del proyecto, el propio general Guillermo Velarde (editorial Guadalmazán, 384 pág., 19,95 euros), titulado «Proyecto Islero»:
y aquí os dejo este vídeo que contiene la grabación completa de un programa de radio sobre el tema:
A veces da la sensación de que el pasado depara más sorpresas que el futuro.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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