Título: Yamila Autor: Chinguiz Aitmátov
Páginas: 127
Editorial: Círculo de lectores
Precio: 15,90 euros
Año de edición: 1990
¿Es la dulzura una emoción, un sentimiento, una sensación? ¿Acaso un estado de ánimo?
Dulzura y una sensación de levedad un tanto naíf es lo que transmite el narrador y a la vez personaje, Seit, de este relato de amor en tiempos difíciles.
Estamos en Kirguistán, país aislado en medio de Asia que en 1942 se ha vaciado de hombres, pues han ido a la guerra. Quedan las mujeres, los viejos, algunos adolescentes y los responsables de la colectivización que organizan el duro trabajo agrícola en las pequeñas aldeas.
A pesar de la rudeza del trabajo que no deja tiempo para ningún relajo, a pesar —o quizás por ello— de los matrimonios arreglados entre familias, puede surgir el amor. La protagonista, Yamila, es una joven casada que no pena por un marido ausente al que no ama, se adapta a una familia que no es la suya, a unas costumbres impuestas por una sociedad muy tradicional que todavía recuerda simbólicamente el tiempo pasado como nómadas, y soporta las normas de los violentos responsables del koljós.
Un día aparece por la aldea un joven soldado convaleciente, Daniar, que es asignado junto al adolescente Seit y a Yamila, que es su cuñada, para realizar el trabajo juntos. Deberán preparar y trasladar diariamente en un carro los sacos de la cosecha y depositarlos en la estación para servir de avituallamiento a los soldados destacados en el frente.
Ninguna sorpresa para el lector: a pesar de los caracteres tan diferentes, ella enérgica, con un punto de rebeldía y alegre, él silencioso y misterioso, surge la chispa del amor. Es ese amor el que revive y nos relata Seit, ya pasados los años. Su narración nos transporta y nos sumerge en esa naturaleza tan vívida y encarnada en él, en el paisaje por el que atraviesan cada día. Con ellos asistimos al amanecer y de regreso, ya agotado el día, al ocaso.
La relación que se va fraguando entre ellos es de amistad primero y complicidad después. Como hilo conductor de la comunicación una melodía susurrada en los viajes por Daniar que es su manera de expresar los sentimientos.
Intuimos también el final que viene anunciado por la estación de mercancías, única posibilidad de salir de un lugar escondido entre montañas. Sin embargo, ahí no termina la narración pues el personaje/narrador, mientras rememora aquel tiempo ya lejano, hace un descubrimiento que es clave para conseguir ese poso de dulzura con el que él y nosotros nos quedamos.
Quizás la magia se produzca por la sencillez narrativa y la capacidad del autor para reflejar los sentimientos de un adolescente que celebra gozoso el amor prohibido de las dos personas a las que más quiere. Quizás por conseguir algo tan difícil como es trasladar los sentimientos de unión, respeto y admiración por la naturaleza. Lo cierto es que nos va cautivando a medida que nos adentramos en una historia que nos recuerda a los cuentos.
La cuidada traducción es de Isabel Vicente, una de las mejores traductoras de ruso.
Una pequeña novela muy bella.
Chinguiz Torekúlovich Aitmátov (Kirguistán, 1928-2008) fue un escritor kirguís de posguerra, su primera narración con éxito fue la que se comenta, «Yamila», publicada en 1958. Tuvo una vida interesante. Pasó de practicar el nomadismo con su padre a estudiar en una escuela agrícola. En la Universidad de Moscú estudió literatura, pero solo pudo acceder a ella tras la muerte de Stalin, pues era hijo de un «enemigo del pueblo» ejecutado en «La gran purga». Escribió en periódicos. Participó activamente en la vida política de su país, tanto como diputado como siendo después miembro del Consejo con Mijaíl Gorbachov. Posteriormente representó a su país como diplomático.
Escritor activo, tuvo gran reconocimiento en todo el mundo gracias a que su obra fue traducida a muchos idiomas y obtuvo los mayores premios soviéticos. Algunas de sus narraciones, cuentos y novelas han sido llevadas al cine, al teatro e incluso al ballet. Es una pena que la mayoría de sus obras traducidas al español estén agotadas. Si sirviera para algo, reivindicaríamos sus reediciones y si no, también.
Publicado por Paloma Martínez.
Me gusta esta novela ya la lei con ms relevantes y amor mutuo.
ResponderEliminarMuchas gracias por comentar. Ya tengo preparadas dos más del autor que pienso leer estos días.
ResponderEliminarPaloma