Título: Incienso Autora: Eileen Chang
Páginas: 176
Editorial: Libros del Asteroide
Precio: 17,95 euros
Año de edición: 2019
Este libro, publicado originalmente en 1943 y ahora recuperado en español con gran acierto por Libros del Asteroide, reúne dos relatos largos, de 93 y 64 páginas, respectivamente, muy representativos de una de las mejores, para algunos la mejor, escritoras chinas del siglo XX.
Como explica en la presentación, son historias bastante cortas, que se pueden leer en el tiempo que tarda en quemarse un puñado de incienso, por lo que se titulan «Primer incensario» y «Segundo incensario». Son relatos de la China colonial y decadente, que se ajustan bastante bien al imaginario occidental de ese país: exótico, exquisito, sofisticado, suntuoso y, a veces, algo extravagante. Dos comedias de enredo, dos deliciosas historias galantes en el Hong Kong de los años 40, rematadas las dos con un final abierto.
El lenguaje está muy cuidado, es espléndido e incluye algunas descripciones intercaladas, muy poéticas, sensibles y delicadas de paisajes y detalles de la naturaleza, como un pájaro o unas flores. El tono es ligero y despreocupado, como corresponde a lo que se cuenta y finalmente, la autora deja entrever tanta experiencia de la vida que le conjunto resulta muy interesante. Algo así como Colette en Hong Kong.
El texto está lleno de citas («El hombre noble recurre a la palabra, el villano a la violencia, Confucio) y frases lapidarias («El oro auténtico no teme la prueba del fuego», «Casarse por amor ¿acaso es un gesto tan necio como el de ese hombre que pretendía encerrar nubes en jarras?, «Ese día, el mundo tenía voz de soprano»».
Curiosamente, Eileen Chang nos habla con voz enamorada de un mundo a punto de desaparecer, prácticamente en los mismos años en los que Stefan Zweig y Arthur Schnitzler hacían los mismo en Viena, Irène Némirovsky en París... un curioso caso de sincronía.
Un libro sorprendente de una autora casi desconocida en nuestro país, a pesar de su innegable calidad. Muy recomendable.
La traducción del chino es de la sinóloga Anne-Hélène Suárez, hija de Gonzalo Suárez,y ya conocida en este blog por otros trabajos, y el resultado es un texto de un español correctísimo y de gran calidad.
Eileen Chang (Shangái, 1920-1995) fue una escritora chino-estadounidense. Nacida en una familia burguesa, era descendiente de políticos y gobernadores. Cuando tenía dos años, su familia se trasladó a Tianjin y cuando tenía cuatro, su madre abandonó a su padre al enterarse que tenía un amante. Tuvo profesores privados, pero las fiestas nocturnas y la afición al opio de su padre no fueron influencias muy estabilizadoras. Cuando tenía ocho años, su padre rompió con su amante, su madre volvió y hubo paz en el hogar hasta que sus padres se divorciaron dos años después.
Su madre le introdujo en la literatura y poesía chinas y estudió lengua y literatura inglesas en la Universidad de Hong Kong. Estuvo trabajando en Shangái adaptando novelas al cine y se casó con un político en un matrimonio que duró solo tres años. Cuando triunfó la revolución comunista en 1949, comenzó a publicar relatos, tuvo problemas con la censura y se exilió, primero en Hong Kong y luego en Estados Unidos, donde se casó por segunda vez. Siguió escribiendo y fue profesora en varias universidades estadounidenses, como el Radcliffe College en Cambridge, Massachusetts y la Universidad de California en Berkeley
Se trasladó a Los Ángeles y cuando murió su marido, se encerró en su casa, no quiso ver a nadie y se dedicó solo a escribir en chino y en inglés. Fué hallada muerta en su apartamento en 1995. Según sus deseos, sus cenizas fueron arrojadas al Oceano Pacífico.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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