Título: Háblame de tí. Carta a Matilda
Autor: Andrea Camilleri
Páginas: 120
Editorial: Salamandra
Precio: 14 euros
Año de edición: 2019
Este libro tiene en realidad la forma de una carta a una bisnieta del autor, Matilda, de tres años, con la que intuye que no va poder charlar, para contarle su vida y decide conectar con ella así, epistolarmente, porque no le quedaya mucho tiempo.
Escrita, o más bien dictada porque hace algunos años que ha perdido la vista, nada menos que a los 92 años, esta emocionante misiva es un truco para burlar a la parca. El autor adivina que se acerca la pelona, como dicen los mexicanos, sabe que no va a poder ver crecer a Matilda, que no podrá hablar con ella, contarle cosas y para salvar el problema le deja en este libro-carta un estupendo resumen de su peripecia vital y un repaso a la historia italiana reciente, en un ejercicio de concisión y profundidad, como todo lo que escribe este hombre últimamente.
Camilleri recuerda aquí su infancia, nos cuenta que aprendió a leer a los cinco años y a los seis leía ya a Conrad, Simenon y Melville. En poco tiempo se pulió la muy bien provista biblioteca de su padre, es decir, es uno de los nuestros. Nos habla además de la miseria que había entonces, del fascismo y de Mussolini, de los partisanos, de su pasado como voluntario fascista a los diez años, de su conversión al comunismo y de su paso por el Partido Comunista Italiano, de su carrera como director de teatro, de su novia... un recorrido maravilloso y esencial por toda su vida, con la historia de Italia como telón de fondo.
Un libro sutil y formidable, que podía haberse quedado en una obra insulsa y convencional en otras manos, pero que en este caso tiene la marca del genio, está muy bien planteada y mejor resuelta. Una maravilla de novela histórica, en la que luce de nuevo el enorme talento, la sensibilidad y la inteligencia de este siciliano irrepetible. Una obra sobresaliente con un remate muy efectivo.
He disfrutado mucho de estas memorias escritas a corazón abierto. Primero porque permiten conocer a su autor de una manera muy especial y segundo, porque después de haber leído tantos libros suyos, uno se acostumbra a esa manera tan especial de contar las cosas y ya cualquier obra de Camilleri se percibe como parte de una gran unidad, de un gran discurso, un libro enorme que, a mí por lo menos, me fascina.
Este libro tiene en realidad la forma de una carta a una bisnieta del autor, Matilda, de tres años, con la que intuye que no va poder charlar, para contarle su vida y decide conectar con ella así, epistolarmente, porque no le quedaya mucho tiempo.
Escrita, o más bien dictada porque hace algunos años que ha perdido la vista, nada menos que a los 92 años, esta emocionante misiva es un truco para burlar a la parca. El autor adivina que se acerca la pelona, como dicen los mexicanos, sabe que no va a poder ver crecer a Matilda, que no podrá hablar con ella, contarle cosas y para salvar el problema le deja en este libro-carta un estupendo resumen de su peripecia vital y un repaso a la historia italiana reciente, en un ejercicio de concisión y profundidad, como todo lo que escribe este hombre últimamente.
Camilleri recuerda aquí su infancia, nos cuenta que aprendió a leer a los cinco años y a los seis leía ya a Conrad, Simenon y Melville. En poco tiempo se pulió la muy bien provista biblioteca de su padre, es decir, es uno de los nuestros. Nos habla además de la miseria que había entonces, del fascismo y de Mussolini, de los partisanos, de su pasado como voluntario fascista a los diez años, de su conversión al comunismo y de su paso por el Partido Comunista Italiano, de su carrera como director de teatro, de su novia... un recorrido maravilloso y esencial por toda su vida, con la historia de Italia como telón de fondo.
Un libro sutil y formidable, que podía haberse quedado en una obra insulsa y convencional en otras manos, pero que en este caso tiene la marca del genio, está muy bien planteada y mejor resuelta. Una maravilla de novela histórica, en la que luce de nuevo el enorme talento, la sensibilidad y la inteligencia de este siciliano irrepetible. Una obra sobresaliente con un remate muy efectivo.
He disfrutado mucho de estas memorias escritas a corazón abierto. Primero porque permiten conocer a su autor de una manera muy especial y segundo, porque después de haber leído tantos libros suyos, uno se acostumbra a esa manera tan especial de contar las cosas y ya cualquier obra de Camilleri se percibe como parte de una gran unidad, de un gran discurso, un libro enorme que, a mí por lo menos, me fascina.
Andrea Camilleri (Porto Empedocle, 1925-2019), guionista, director de escena y novelista italiano, es el creador del personaje del comisario Montalbano , llamado así en homenaje a su amigo Manuel Vázquez Montalbán, y autor de la serie de novelas sobre sus casos. Es ya un clásico de la novela negra que, desgraciadamente, nos ha dejado este año, víctima de un ataque al corazón.
Aunque empezó a escribir tarde, casi a los 70 años, ha sido un escritor muy prolífico, que ha dado a luz más de un centenar de novelas. En mi modesta opinión, su producción tiene un nivel medio extraordinario y su escritura está muy influida por la cultura mediterránea y siciliana. Hay quien dice que leer sus libros le quita la depresión, quien asegura que de Camilleri le gustan hasta los andares, quien se declara feligrés suyo... despierta las reacciones más variadas y fervorosas.
Divertido, compasivo, socarrón, irónico, lúcido, inteligente, culto, muy profesional y algo cascarrabias, ha sido el autor más leído en Italia estos últimos años, allí ha vendido 18 millones de ejemplares, y uno de los más leídos en Europa. A mí me parece sencillamente genial. Queremos tanto a Camilleri.
Andrea Camilleri
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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