Título: Mujeres de Madrid
Autora: Paloma Fernández Quintanilla
Páginas: 174
Editorial: El Avapiés
Precio: 8 euros
Año de edición:1986 (2ª edición)
Basta analizar un poco prácticamente cualquier época histórica, para ver cómo la mujer ha sido sistemáticamente olvidada y ninguneada. Las grandes figuras femeninas no son apenas tenidas en cuenta, cuando no son directamente borradas de la memoria colectiva. Recuérdese, por ejemplo, el caso de las sinsombrero o el de Alice Guy Blaché, la gran pionera del cine.
Pues bien, este libro contribuye a remediar ese entuerto contando la Historia de las mujeres de Madrid. No en forma de estudio histórico riguroso y académico, sino comoun ensayo histórico ameno y ligero, muy entreteido, que da un somero repaso a la presencia femenina en la historia madrileña.
Aborda la descripción tanto de los colectivos de mujeres más relevantes, como las majas y manolas, bordadoras y castañeras, actrices y tonadilleras, petrimetras y damas ilustradas, cigarreras y modistillas, cupletistas y tertulianas, escritoras y periodistas..., como de las mujeres más notables de la historia de la ciudad, madrileñas de nacimiento o de adopción, entre otras: Beatriz Galindo, que enseñó a Isabel la Católica; la escritora María de Zayas; la ilustrada Josefa Amar; Teresa Cabarrús, que hablaba cuatro idiomas y se acabó yendo a París; Manuela Malasaña y Clara del Rey, heroínas del 2 de mayo; la gran Emilia Pardo Bazán; la intelectual Concepción Arenal; la escritora Concha Espina, y toda la generación de las sinsombrero (María Zambrano, Rosa Chacel, María Blanchard, Victoria Kent, Federica Montseny...). Toda una galería de mujeres que marcaron época.
Mientras tanto, se aprende muchas cosas curiosas: que en el siglo XVIII, una humilde portera le quitó a unos críos en la calle un cuadro de la virgen con el que jugaban, lo puso en su portería, la gente empezo a pedirle cosas, dicen que la advocación las concedía, la portería se transformó primero en capilla y luego en igesia y así nació la Virgen de la Paloma; que ya había castañeras en Madrid en el siglo XVIII; que en 1858 se fundó la primera Escuela Normal para maestras; que en 1859 se derribaron las murallas de la ciudad para faciitar su expansión y fueron sustituidas por los bulevares; que en 1914 se puso de moda que las damas no se negaran a bailar con ningún caballero y a las chicas que iban a bailes públicos se las llamó «chicas de alterne»; que hasta 1918 las mujeres no podían ser funcionarias; que en los felices años 20 llegó el shandy (cerveza con límón), y mil cosas más.
Una obra estupenda, acertadamente dedicada «a las modistillas, a las cigarreras, a las castañeras... a todas esas mujeres madrileñas, anónimas y abnegadas, que dieron su carácter a nuestra ciudad». Un libro interesantísimo, muy entretenido y apasionante, que cuenta un montón de cosas sobre la historia de esta ciudad, que hasta hace poco era algo provinciana. Un recorrido delicioso sobre el papel de la mujer en la historia de Madrid. Magnífico.
Autora: Paloma Fernández Quintanilla
Páginas: 174
Editorial: El Avapiés
Precio: 8 euros
Año de edición:1986 (2ª edición)
Basta analizar un poco prácticamente cualquier época histórica, para ver cómo la mujer ha sido sistemáticamente olvidada y ninguneada. Las grandes figuras femeninas no son apenas tenidas en cuenta, cuando no son directamente borradas de la memoria colectiva. Recuérdese, por ejemplo, el caso de las sinsombrero o el de Alice Guy Blaché, la gran pionera del cine.
Pues bien, este libro contribuye a remediar ese entuerto contando la Historia de las mujeres de Madrid. No en forma de estudio histórico riguroso y académico, sino comoun ensayo histórico ameno y ligero, muy entreteido, que da un somero repaso a la presencia femenina en la historia madrileña.
Aborda la descripción tanto de los colectivos de mujeres más relevantes, como las majas y manolas, bordadoras y castañeras, actrices y tonadilleras, petrimetras y damas ilustradas, cigarreras y modistillas, cupletistas y tertulianas, escritoras y periodistas..., como de las mujeres más notables de la historia de la ciudad, madrileñas de nacimiento o de adopción, entre otras: Beatriz Galindo, que enseñó a Isabel la Católica; la escritora María de Zayas; la ilustrada Josefa Amar; Teresa Cabarrús, que hablaba cuatro idiomas y se acabó yendo a París; Manuela Malasaña y Clara del Rey, heroínas del 2 de mayo; la gran Emilia Pardo Bazán; la intelectual Concepción Arenal; la escritora Concha Espina, y toda la generación de las sinsombrero (María Zambrano, Rosa Chacel, María Blanchard, Victoria Kent, Federica Montseny...). Toda una galería de mujeres que marcaron época.
Retrato de Manuel Malaseña
Mientras tanto, se aprende muchas cosas curiosas: que en el siglo XVIII, una humilde portera le quitó a unos críos en la calle un cuadro de la virgen con el que jugaban, lo puso en su portería, la gente empezo a pedirle cosas, dicen que la advocación las concedía, la portería se transformó primero en capilla y luego en igesia y así nació la Virgen de la Paloma; que ya había castañeras en Madrid en el siglo XVIII; que en 1858 se fundó la primera Escuela Normal para maestras; que en 1859 se derribaron las murallas de la ciudad para faciitar su expansión y fueron sustituidas por los bulevares; que en 1914 se puso de moda que las damas no se negaran a bailar con ningún caballero y a las chicas que iban a bailes públicos se las llamó «chicas de alterne»; que hasta 1918 las mujeres no podían ser funcionarias; que en los felices años 20 llegó el shandy (cerveza con límón), y mil cosas más.
Pintura original de la Virgen de la Paloma
Una obra estupenda, acertadamente dedicada «a las modistillas, a las cigarreras, a las castañeras... a todas esas mujeres madrileñas, anónimas y abnegadas, que dieron su carácter a nuestra ciudad». Un libro interesantísimo, muy entretenido y apasionante, que cuenta un montón de cosas sobre la historia de esta ciudad, que hasta hace poco era algo provinciana. Un recorrido delicioso sobre el papel de la mujer en la historia de Madrid. Magnífico.
Paloma Fernández Quintanilla, historiadora madrileña, ha dedicado su vida profesional al estudio de la Historia de las mujeres en España. En 1979 recibió el Premio María Espinosa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte por su trabajo de investigación «La mujer ilustrada en el siglo XVIII».
Colabora regularmente en revistas y publicaciones de Historia y ha estado trabajando como lector en la Cátedra de Español de la Universidad de Leeds.
Colabora regularmente en revistas y publicaciones de Historia y ha estado trabajando como lector en la Cátedra de Español de la Universidad de Leeds.
Paloma Fernánez Quintanilla
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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