Los vivos y los muertos - Edmundo Paz Soldán

A Ginna, gracias.

Título: Los vivos y los muertos
Autor: Edmundo Paz Soldán
 
Páginas: 208

Editorial: Alfaguara
 
Precio: 15,50 euros
 
Año de edición: 2009

La muerte empieza a visitar a un grupo de adolescentes en el último curso de instituto en Madison, una pequeña localidad estadounidense. El tema no parece muy atractivo a primera vista y recuerda a las películas de terror en las que aparecen adolescentes, pero en literatura nunca hay que dejarse llevar por las primeras impresiones.

Este libro es en realidad una novela fruto de un trabajo de investigación exhaustivo sobre una cadena de trágicos sucesos increíbles (suicidios, asesinatos, aciidentes...) que se dieron en poco tiempo y durante la década de los 90 en Dryden, un pueblo pequeño, de 13 000 habitantes, en el estado de Nueva York, situado a sólo 20 minutos en coche de Ithaca, donde vive Paz Soldán. El autor quedó tan impresionado cuando conoció los hechos que decidió escribir una novela de ficción sobre ellos, respetando todos los datos que pudo recabar y profundizando en la psicología de todos los personajes, en sus motivos y puntos de vista.

El resultado es esta novela coral, en la que cada uno de los 35 capítulos está contada por un narrador diferente, bueno se van repitiendo, así que hay en total hay nueves narradores que van tomando la palabra hasta contar una historia completa en la que la mala suerte, la casualidad y los problemas de los personajes se confabulan para causar una extraña sucesión de muertes, una serie estadísticamente muy poco probable..

Es una novela de suspense, desde luego y leerla es toda una experiencia porque el motor de la intriga va cambiando página a página. Primero uno se pregunta ¿cómo va a seguir la trama?, luego ¿quién es el asesino? y cuando lo sabe ¿le van a descubrir?¿cómo?, más adelante ¿cómo va a seguir la historia?... así, las preguntas llevan al lector en volandas hasta el final, mientras los caracteres de los personajes se van dibujando con precisión.

Tambien tiene tintes de novela negra, porque se ofrece un retrato muy poco amable de la localidad de Madison (Dryden en realidad): drogas, sexo adolescente, matrimonios fracasados, segregación racial, vigorexia, adición a las redes sociales, obsesos sexuales y otros aspectos sombríos que dan una visión realista del llamado sueño americano.

Una excelente novela, muy original, formalmente vanguardista y fresca, con animadoras, un equipo de fútbol americano, chicos de instituto, relaciones entre adolescentes por supuesto, amas de casa que juegan al mahjong, un periodista que se evade leyendo a Lovecraft y un puñado de personas que juegan con la muerte: unos quieren morir, otros quieren matar y alguno desea simplemente salir vivo de Madison.

Un buen libro, que vale la pena leer, difícil de escribir sin caer en tópicos y fácil de leer, lleno de matices y detalles interesantes, sobre la pérdida y cómo puede afectar un suceso trágico a una pequeño pueblo en el que todos se conocen. Muy recomendable.

Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, 1977) es un escritor boliviano, miembro destacado de la generación de escritores latinoamericanos de los 90, conocida como generación McOndo, que nació como reaccción al realismo mágico, un movimiento que prefiere escenarios urbanos, huye del exotismo y busca tramas realistas.

Empezó a escribir siendo muy joven y sus primeras publicaciones aparecieron en periódicos locales de su Cochabamba natal cuando aún estaba en el instituto. Estudió Relaciones internacionales en Buenos Aires y, gracias a una beca como jugador de futbol, Ciencias Políticas en la Universidad de Alabama, en Huntsville (EE. UU.). 

Desde entonces no ha parado de publicar relatos y novelas, ha ganado varios premios, como el galardón boliviano Erich Guttentag, y también ha probado a escribir ciencia-ficción. Ha colaborado con artículos en El País, The New York Times  la revista Time.

Desde 1991 es profesor de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Cornell y reside en los Estados Unidos.

Edmundo Paz Soldán

Publicado por Antonio F. Rodríguez.