Título: El mundo de ayer
Autor: Stefan Zweig
Páginas: 552
Editorial: Acatilado
Precio: 27,00 euros
Año: 2012
Una narración autobiográfica en la que el autor nos muestra la vida social y política en la Europa de las primeras décadas del siglo XX. El título hace referencia al mundo perdido de su infancia, sólido y seguro dentro del Imperio Austrohúngaro, que salta definitivamente por los aires con la Primera Guerra Mundial.
Stefan Zweig (1881-1942) pertenece a la burguesía judía de Viena, culta y rica, que fomenta el arte, la música y la literatura, que educa con esmero a sus hijos, abierta, cosmopolita y tolerante, viajera y políglota. Este autor, que se define como «austríaco, judío, escritor, humanista y pacifista», sufre intensamente la devastación de su querida Europa por las dos guerras mundiales. Expresa un profundo dolor debido a la destrucción de su mundo: por la pérdida del Imperio («no se molesten en buscarlo en el mapa»), la degradación de Viena («metrópoli dos veces milenaria y supranacional») al devenir en ciudad de provincias alemana cuando Austria desaparece como país y es engullida por el Tercer Reich, y por la pérdida de «mi patria propiamente dicha, la que había elegido mi corazón, Europa, a partir del momento en que ésta se ha suicidado, desgarrándose en dos guerras fraticidas».
En un crescendo emocional el escritor pasa de su infancia a su época universitaria, sus viajes por toda Europa en los que conoce a escritores, músicos y pintores, hasta la catástrofe de la Primera Guerra Mundial, cuyas causas analiza de forma lúcida y profunda. Tras el fin de la seguridad, el mundo de entreguerras fue un tiempo fértil en el que Europa desaprovecha la gran oportunidad de conseguir la unidad y la paz. De nuevo, con gran agudeza intelectual, describe cómo el cierre en falso de la Gran Guerra conduce de forma inexorable a la Segunda Guerra Mundial: si la primera se debió a un absurdo y total fracaso de la diplomacia, la segunda fue consecuencia de la asfixia económica a que fue sometido el mundo germánico, ya que la inflación incontrolable condujo al surgimiento de los fascismos.
Con gran añoranza recuerda el antiguo Imperio, un territorio sin fronteras en el que se podía viajar sin pasaporte ni documentos. De pronto, Zweig, europeísta convencido, se ve rechazado en su país por judio y toma conciencia por primera vez de ésa condición, y a la vez, es mirado con hostilidad en el resto de Europa por ser un autor de cultura germánica (escribe en lengua alemana ). El escritor, apátrida forzoso, abandona Europa y se instala en Brasil, donde se suicidará junto a su joven segunda esposa.
«... pues la misión más íntima a la que había dedicado toda la fuerza de mi convicción durante cuarenta años, la unión pacífica de Europa, había fracasado. Aquello que yo temía más que a la propia muerte, la guerra de todos contra todos, se había desencadenado por segunda vez. Y quien había luchado con pasión durante toda su vida por la solidaridad humana y por la unión de los espíritus, se sentía en aquellos momentos inútil y solo».
Estas palabras de este su testamento literario, escrito en 1941, señalan el fin de su sueño paneuropeísta. Una obra imprescindible para la comprensión del siglo XX.
Stefan Zweig con su perro
Publicado Pilar Saavedra.
Eso reflejaba la estupenda película "Gran Hotel Budapest", un mundo de ayer, que ya no existe, la Europa de principios de siglo. Por eso la película está dedicada a Stefan Zweig.
ResponderEliminarSalud libros.