Estoy convencido de que los blog constituyen un género literario más, que ha venido a renovar la bastante olvidada costumbre del diario. Y es que hay blogs que son una verdadera maravilla, que te tocan el corazón y se salen de lo normal. Auténticos diarios digitales que vale la pena leer, porque alguien te entrega algo muy suyo en ellos.
Neil vivía en un pequeño piso en Toronto, su matrimonio iba mal, su mejor amigo estaba deprimido y él trabajaba de 09:00 a 17:00, volvía a casa, se ponía a ver la tele y...se aburría muchísimo. Así que decidió abrir un blog y escribir cada día, excepto los fines de semana, que están hechos para descansar, sobre alguna pequeña cosa cotidiana que vale realmente la pena, algo en lo que fijarse que nos levante el ánimo, esas pequeñas cosas estupendas que a menudo ni siquiera vemos.
Y lo hizo con una curiosa cuenta atrás que comenzaba en el número mil cuando enpezó, allá por el verano de 2008, y ha acabado el pasado jueves con el número uno. Mil cosas asombrosas que nos alegran la vida, mil antídotos contra el aburrimiento.
Ha tenido 45 millones de visitas en estos cuatro años, se ha hecho famoso, ha publicado tres libros que han sido rotundos superventas y ha ganado varios premios al mejor blog. Te aconsejo que los disfrutes y lo paladees, basta con leer una entrada el día.
Neil Pasricha
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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