Título: El primo Basilio
Autor: Eça de Queiroz
Páginas: 488
Editorial: Alianza
Precio: 12 euros
Año de Edición: 2004
El primo Basilio, publicada en 1878, es una espléndida novela clásica, realista, comparable a «Madame Bovary»de Flaubert y a «La Regenta de Clarín», también realistas, con las que comparte además el tratar el tema del adulterio de una mujer. Está escrita con un estilo de una calidad sublime y un sentido de la economía expresiva asombroso. Queiroz se había propuesto escribir una serie de novelas que retratasen los vicios y defectos de la sociedad portuguesa de la época, para lo que decidió no extenderse en descripciones detalladas de ambientes y personas, y dibujarlos en unos cuantos trazos. Ese laconismo hizo que la novela sea una maravilla de concisión y expresividad. Dibuja esquemáticamente la sociedad lisboeta con una ironía muy especial, y consigue describir magistralmente el enfrentamiento de clases existente en Portugal a través de los personajes de la protagonista y su criada.
Algunos investigadores han abordado muy en serio la cuestión de dar relevancia a la descripción sociológica que hacen de la realidad este tipo de novelas utilizando «El primo Basilio» como ejemplo (véase La novela como conocimiento social, 2009).
José María Eça de Queiroz (Póvoa de Varzim, 1845 -1900), o Queirós, según la grafía moderna, está considerado el mejor escritor realista portugués y muchas de sus obras son ejemplos típicos de la novela decimonónica. Hijo natural de un magistrado, fué registrado como huérfano y cuidado por sus abuelos. Estudió Derecho, ejerció como abogado y sacó el número uno en las oposiciones para cónsul. Estuvo en Egipto, La Habana, Estados Unidos, Centroamérica, Londres, Bristol y París. Al mismo tiempo publicó artículos, cuentos, varias novelas y reportajes interesantísimos. Escritor prolífico, fué brillante en todos los géneros que tocó y vale la pena intentar conocer toda su obra. Es un verdadero filón.
José María Eça de Queiroz
Un clásico entre los clásicos, una gran novela a la que todo devorador de libros que se precie debe hincarle el diente para saber lo que es bueno de verdad.
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