Título: Reina
Autora: Elizabeth Duval
Páginas: 176
Editorial: Cabalo de Troya
Precio: 14,90 euros
Año de edición: 2020
Ha aparecido hace poco esta novelita, novelita por la extensión, que no por el contenido, el deslumbrante debut de una escritora muy joven, una novela escrita a los 19 años, potente y profunda. Esta chica promete muchísimo.
Está escrita casi en forma de diario, es la crónica de una estudiante de filosofía en París que convierte su vida diaria en literatura, con una gran dosis de autobiografía, como es fácil adivinar. Es un texto digresivo, tentativo, muy metaliterario, cercano al diálogo interior y plagado de reflexiones. Una novela muy filosófica, y a ratos poética, sobre las andanzas de una estudiante española en París.
La protagonista, es una chica transexual, a la que le gustan las chicas, pero también algún que otro chico, que trata de olvidar su pasado madrileño y trata de alcanzar en París una vida que antes le parecía que podría ser ideal. Muchas relaciones personales con Aurore, Pablo, Hanah... contadas en forma de diario, un diario escueto, que va al grano, tal como se redactan los dietarios en los que uno escribe solo lo imprescindible para poder conjurar luego el pasado, pero con todas las claves emocionales de las cosas que le pasan.
Hay mucho café, alcohol, cigarrillos y amigos, y también muchas reflexiones sobre casi todo, las relaciones subterráneas, Nôtre Dame quemada, el cine, la literatura, libros, autores... en un libro muy personal, de un gran atractivo y escrito con una madurez envidiable a esa edad.
Contiene frases afortunadas, como «La orientación sexual es una rotonda», «Siempre me acuesto con anarquistas. Para las relaciones de pareja prefiero las derrotas», «Me gusta más escribir que vivir», «No sé si es muy tarde para introducir otro personaje», «Tengo miedo de no ser capaz de amar».
Y de pronto, cuando han transcurrido dos tercios del libro, rompe completamente el texto y arranca con un monólogo en el que interpela al lector directamente («No sé cómo te vas a tomar este libro», «¿Por qué sigues leyendo?», «¿No te cansas? Déjame se un personaje, deja que esto sea una novela», «Cállate. Cállate. No quiero escribir más», «Se me han ido las palabras de las manos») y genera un discurso fragmentario, autorreflexivo, algo caótico y supremo, una disquisición que suena a auténtica y descoloca completamente al lector en cada página, una y otra vez, sin que resulte ni cansado, ni absurdo, ni ridículo. Un final extraordinario para una primera novela de excepción, humana y conmovedora como pocas.
A partir de ahora, hay que leer todo lo que publique Duval. Es una monstrua.
Autora: Elizabeth Duval
Páginas: 176
Editorial: Cabalo de Troya
Precio: 14,90 euros
Año de edición: 2020
Ha aparecido hace poco esta novelita, novelita por la extensión, que no por el contenido, el deslumbrante debut de una escritora muy joven, una novela escrita a los 19 años, potente y profunda. Esta chica promete muchísimo.
Está escrita casi en forma de diario, es la crónica de una estudiante de filosofía en París que convierte su vida diaria en literatura, con una gran dosis de autobiografía, como es fácil adivinar. Es un texto digresivo, tentativo, muy metaliterario, cercano al diálogo interior y plagado de reflexiones. Una novela muy filosófica, y a ratos poética, sobre las andanzas de una estudiante española en París.
La protagonista, es una chica transexual, a la que le gustan las chicas, pero también algún que otro chico, que trata de olvidar su pasado madrileño y trata de alcanzar en París una vida que antes le parecía que podría ser ideal. Muchas relaciones personales con Aurore, Pablo, Hanah... contadas en forma de diario, un diario escueto, que va al grano, tal como se redactan los dietarios en los que uno escribe solo lo imprescindible para poder conjurar luego el pasado, pero con todas las claves emocionales de las cosas que le pasan.
Hay mucho café, alcohol, cigarrillos y amigos, y también muchas reflexiones sobre casi todo, las relaciones subterráneas, Nôtre Dame quemada, el cine, la literatura, libros, autores... en un libro muy personal, de un gran atractivo y escrito con una madurez envidiable a esa edad.
Contiene frases afortunadas, como «La orientación sexual es una rotonda», «Siempre me acuesto con anarquistas. Para las relaciones de pareja prefiero las derrotas», «Me gusta más escribir que vivir», «No sé si es muy tarde para introducir otro personaje», «Tengo miedo de no ser capaz de amar».
Y de pronto, cuando han transcurrido dos tercios del libro, rompe completamente el texto y arranca con un monólogo en el que interpela al lector directamente («No sé cómo te vas a tomar este libro», «¿Por qué sigues leyendo?», «¿No te cansas? Déjame se un personaje, deja que esto sea una novela», «Cállate. Cállate. No quiero escribir más», «Se me han ido las palabras de las manos») y genera un discurso fragmentario, autorreflexivo, algo caótico y supremo, una disquisición que suena a auténtica y descoloca completamente al lector en cada página, una y otra vez, sin que resulte ni cansado, ni absurdo, ni ridículo. Un final extraordinario para una primera novela de excepción, humana y conmovedora como pocas.
A partir de ahora, hay que leer todo lo que publique Duval. Es una monstrua.
Elizabeth Duval
Elizabeth Duval (Alcalá de Henares, 200) es una escritora jovencísima, que estudia filosofía en la Sorbona de París y tiene ya un currículum considerable: dos libros publicados, siete artículos, un montón de entrevistas y una cuenta en Twitter de lo más interesante.
Es trans, pero no le da mayor importancia, y pertenece a la llamada generación z, también conocida como posmilénica o centúrica, formada por los nacidos entre 1995 y 2005. Gente joven que ha usado internet y las redes sociales desde que eran niños y se sienten muy cómodos en ellas.
En este enlace podéis leer una entrevista que le han hecho hace poco, muy interesante.
En este enlace podéis leer una entrevista que le han hecho hace poco, muy interesante.
Elizabeth Duval junto a una de sus pintadas
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Hola, Antonio.
ResponderEliminarMuy buena reseña.
Veo que te has atrevido con una autora que promete controversia. Caballo de Troya, todos los años, trae una buena gama de sorprendentes autores.
Yo, a esta chica, la conocí en el programa de televisión de First Dates -salió como concursante-, y poco después la reconocí cuando la vi como autora del sello del Grupo PRH. Duval va a por todas: tan pronto busca ligue como escribe para el selecto catálogo de Caballo.
Un fuerte abrazo.
Jesús Rojas
A mí me ha gustado mucho cómo rompe el libro y comienza a dirigirse al lector directamente. Creo que lo hace muy bien.
ResponderEliminarSalud y libros.
Antonio