Título: Serenata a Kreutzer
Páginas: 162
Editorial: Acantilado
Precio: 10 euros
Año de edición: 2015
Otra encantadora novelita de Tolstói. Una nouvelle publicada en 1889 sobre uno de sus temas recurrentes: lo que el consideraba el monstruo del deseo que puede llegar a unir a parejas entre las que no hay ninguna afinidad espiritual y conducirlas a una convivencia infernal.
En un tren coinciden varios hombres, que inician una conversación sobre la mujer y el matrimonio. Uno de ellos llama la atención por su misoginia y su feroz machismo («No te fíes del caballo en el campo ni de la esposa en casa»). Cuando ha atraído la curiosidad del lector por las razones que le mueven a opinar así, inicia el relato de su vida, que lo explica todo.
La historia de una pareja llena de peleas y discusiones, de atracción y desavenencias, coronada por la irrupción de unos virulentos celos, narrada con la maestría y la penetración psicológica del mejor Tolstói, en una miniatura de más quilates que muchas novelas con el doble de páginas. En ella, la Sonata a Kreutzer de Beethoven, una estupenda pieza para violín y piano juega un papel muy especial. Os aconsejo escucharla para tener un contrapunto muy curioso a la lectura y disfrutar de una composición excepcional.
Los diálogos están llenos de tensión dramática, el narrador cuenta las cosas de manera algo desordenada, con frecuentes comentarios y saltos hacia adelante y hacia atrás, como ocurre con los contadores de historias reales, y todo el conjunto respira una naturalidad y una fuerza tales que no me extraña que este libro esté basada en los celos que sintió su autor cuando su mujer Sofía Behrs se encaprichó del violinista Serguéi Tanéyev, bautizado como Trujachevsky en la novela..
Curiosamente, a pesar de ser un verdadero alegato a favor de la abstinencia sexual, dibujar los peligros de la pasión, el desenfreno y los celos, esta obra fué duramente prohibida en Rusia y Estados Unidos. Roosevelt llegó a decir al conocerla (no sabemos si la leyó entera, sospecho que sí y con fruición) que «Tolstói es un pervertido y un desvirtuador de la moral». Lo que es seguro es que fué un incomprendido.
Una novela soberbia que hará las delicias de todo tipo de lectores. En los últimos años he descubierto dos clásicos inagotables, que escribieron mucho y muy bueno, Stefan Zweig y Lev Tolstói, dos maestros que siempre tienen alg nuevo que ofrecer.
Lev Tolstói (Yásnaya Poliana,
1828-1910) nació en una familia de la vieja nobleza rusa, sus padres eran
condes. Comenzó a estudiar Derecho, pero abandonó muy pronto los
estudios para acompañar a su hermano en la Guerra de Crimea. Allí
comenzó a escribir y su experiencia en el frente le marcó
profundamente.
Cristiano, vegetariano, esperantista, anarquista y
pacifista, llegó a cartearse con Gandhi, entonces en Suráfrica, para intercambiar ideas sobre la desobediencia civil. También se escribió con Rilke, Bernard Shaw, el zar Nicolás II y un montón de personalidades hasta llegar a escribir 10 000 cartas que se conservan en el Museo Tolstói de Moscú.
Era supersticioso
y siempre que abría un libro por primera vez, lo hacía por la página
28. A los treinta años, una osa le mordió en la cara durante una
cacería. En su diario escribió simplemente: «Fuí a cazar osos, el 21 maté uno; el 22 otro me mordió».
Las obras completas de Tolstói ocupan 90 tomos. Sus ideas sobre la no violencia activa influyeron a muchas personalidades, como Ghandi o Martin Luther King. Antes de morir pidió que le enterrasen junto a su yegua favorita, Delire .Es uno de los grandes escritores de la literatura universal.
Lev Tolstói
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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