Título: Cielo ácido
Autor: Carlos Ríos
Páginas: 148
Editorial: Centro de estudios tomistas
Precio: 15 euros
Año de edición: 2017
Un asesino a sueldo recibe un encargo mediante una extraña fórmula. Necesitamos un muerto, le dicen, y le indican precisamente cuál. Sin embargo el matón es un profesional al que le gusta su trabajo, un asesino en serie, se enreda en mil vicisitudes y en vez de matar a quien le han pedido, deja un reguero de muertes casi caprichosas detrás de sí.
Ese es el punto de arranque y el resumen de esta novela extraña, algo surrealista y que traiciona continuamente las expectativas del lector, lo cual es de agradecer, con una cadena de acontecimientos que, a posteriori, muestran su hilazón.
El autor confiesa haber escrito esta novela como un desafío, para ver si era capaz de iniciar una novela negra que contradijese las convenciones del género, o por lo menos las convenciones tal y como él las recordaba. El resultado es un texto atípico, extraño, algo surrealista, difícil de clasificar y sugerente.
El lenguaje es poético, lleno de imágenes seductoras, construcciones nunca oídas y un manera de escribir enormemente original. No en vano el autor es un poeta consumado y sabe jugar con el lenguaje, lo que significa y lo que evoca.
El texto está lleno de frases felices («El águila no caza moscas», «La venganza es una alfombra desenrrollándose sobre el olvido») y el final es muy bueno, un desenlace que no decepciona.
Un libro muy interesante, moderno y rompedor, que lee y entiende fácilmente a pesar de lo dicho y se disfruta frase a frase. No había encontrado hasta ahora un híbrido así, intrigopoético, tan bien montado y equilibrado, de poesía y novela negra. Un espléndido thriller poético, original y sobrecogedor. Alguien tenía que hacer un experimento así.
Carlos Ríos (Santa Teresita, 1967) es un escritor y poeta argentino. Ha publicado poesía, novela y relatos. Ha ganado varios premios y en el 2005 fue declarado Visitante Distinguido por el Ayuntamiento de Huejotzingo, en el estado de Puebla (México).
Un asesino a sueldo recibe un encargo mediante una extraña fórmula. Necesitamos un muerto, le dicen, y le indican precisamente cuál. Sin embargo el matón es un profesional al que le gusta su trabajo, un asesino en serie, se enreda en mil vicisitudes y en vez de matar a quien le han pedido, deja un reguero de muertes casi caprichosas detrás de sí.
Ese es el punto de arranque y el resumen de esta novela extraña, algo surrealista y que traiciona continuamente las expectativas del lector, lo cual es de agradecer, con una cadena de acontecimientos que, a posteriori, muestran su hilazón.
El autor confiesa haber escrito esta novela como un desafío, para ver si era capaz de iniciar una novela negra que contradijese las convenciones del género, o por lo menos las convenciones tal y como él las recordaba. El resultado es un texto atípico, extraño, algo surrealista, difícil de clasificar y sugerente.
El lenguaje es poético, lleno de imágenes seductoras, construcciones nunca oídas y un manera de escribir enormemente original. No en vano el autor es un poeta consumado y sabe jugar con el lenguaje, lo que significa y lo que evoca.
El texto está lleno de frases felices («El águila no caza moscas», «La venganza es una alfombra desenrrollándose sobre el olvido») y el final es muy bueno, un desenlace que no decepciona.
Un libro muy interesante, moderno y rompedor, que lee y entiende fácilmente a pesar de lo dicho y se disfruta frase a frase. No había encontrado hasta ahora un híbrido así, intrigopoético, tan bien montado y equilibrado, de poesía y novela negra. Un espléndido thriller poético, original y sobrecogedor. Alguien tenía que hacer un experimento así.
Carlos Ríos (Santa Teresita, 1967) es un escritor y poeta argentino. Ha publicado poesía, novela y relatos. Ha ganado varios premios y en el 2005 fue declarado Visitante Distinguido por el Ayuntamiento de Huejotzingo, en el estado de Puebla (México).
En Puebla vivió durante siete años y dirigió un Taller de iniciación a la novela, dio clases sobre técnicas narrativas en la Escuela de Escritores-Puebla de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem) y el Taller de creación literaria de la Universidad Iberoamericana Golfo Centro.
Actualmente coordina talleres de lectura y escritura en cárceles bonaerenses y es coeditor de la editorial platense «El Broche». Su obra magna es la novela titulada «Manigua» (2009).
Carlos Ríos
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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