Título: Leer
Autor: André Kertész
Páginas: 80
Editorial: Periférca y Errata naturae
Precio: 21,50 euros
Año de edición: 2016
Páginas: 80
Editorial: Periférca y Errata naturae
Precio: 21,50 euros
Año de edición: 2016
Dos de mis editoriales favoritas, Periférica y Errata naturae, se han unido para editar por primera vez en España este clásico de la fotografía aparecido en inglés hace más de cuarenta años, que contiene un colección de 66 fotos de gente leyendo tomadas entre 1915 y 1970 por el fotógrafo húngaro André Kertész.
Capturar la imagen de personas absortas en la lectura fué un tema que le interesó durante toda su vida y el efecto de contemplar estas imágenes es extrañamente relajante, cercano y conmovedor. ¿Por qué nos gusta tanto ver fotos de gente que lee? Seguramente porque nos identificamos con el lector y la imaginación se nos abre para tratar de adivinar en función de su ropa, su aspecto su edad... qué estará leyendo esa persona, en qué mundo se encontrará.
Por otro lado, es tan placentero como ver a alguien dormido. El ser humano se nos ofrece a la vista relajado, desprotegido y desprevenido, rodeado de un halo de indefensión e ingenuidad. Se nos muestra tal y como es, sin máscaras, inerme y a la merced de nuestro ojo observador.
Un libro magnético y fascinante, lleno de gente leyendo en la calle, en el parque, en la escuela, en un balcón y en los sitios más inverosímiles y variados. Un homenaje a la lectura y una obra que da gusto mirar.
La edición está acompañada de un prólogo del argentino Alberto Manguel y una nota a la edición de Robert Gurbo, especialista en la obra de Kertész.
André Kertész (Budapest, 1894-1985) nació en una familia judía, su padre era vendedor de libros y falleció cuando André tenía 14 años. Su tío se ocupó de la familia, le pagó los estudios en la Academia de Comercio y se preocupó de que fuera contratado como corredor de bolsa. Pero al chico le interesaba más nadar, pescar y la fotografía.
Mientras trabajaba en la bolsa de valores se compró su primera cámara, aprendió a usarla y se dedicó a fotografiar todo lo que le interesaba. Cuando fué movilizado en la Primera Guerra Mundial, se llevó una cámara ligera y tomo muchas instantáneas. En 1925 emigró a París para unirse a una de las escuelas de fotografía más importantes, empezó a trabajar con una Leica y a hacer exposiciones individuales. Allí se convirtió en un artista, conoció a los dadaístas, a los pintores cubistas y realizó reportajes fotográficos para varias revistas. Era un fotógrafo húngaro reconocido en París, como Brassaï y Robert Capa.
Huyó a EE. UU. cuando el nazismo se convirtio en una amenaza para Francia y allí paso una mala época: no se entendía en inglés sus fotos no eran muy apreciadas y su nombre no aparecía a menudo en los créditos de sus trabajos. Incluso fué declarado durante la Segunda Guerra Mundial enemigo del país por ser húngaro y tuvo que dejar de fotografiar exteriores. Finalmente consiguió la nacionalidad estadounidense y alcanzó la fama internacional. Expuso en el MOMA de Nueva York y obtuvo una beca Guggenheim.
Está considerado como uno de los padres de la fotografía periodística y uno de los fotógrafos más influyentes del siglo XX.
André Kertész
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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