Título: El tercer ojo
Autor: T. Lobsang Rampa
Páginas: 320
Editorial: Destino
Precio: 7,95 euros
Año de Edición: 2011
Esta mañana me he acordado de uno de los libros de mi adolescencia, el famoso «El tercer ojo» de Lobsang Rampa, publicado en Londres en 1956 y que causó furor en Argentina y España allá por los años 70. Yo leí la edición de la editorial Destino del año 1972 que lucía esta portada:
Por aquel entonces andabamos todos revolucionados con esa novela, la supuesta autobiografía de un lama tibetano que hablaba de viajes astrales, levitaciones, el aura, la vida en los monasterios del Tíbet, la reencarnación, el budismo y el despertar de la vida interior. Fué un superventas de primera magnitud y resultaba una lectura muy estimulante. Luego aparecieron más volúmenes de la serie, hasta doce, que no eran tan buenos y contaban cosas cada vez más fantasiosas y difíciles de creer.
Años más tarde, me enteré de que su autor era un impostor. En el Reino Unido la novela había despertado muchas sospechas entre los especialistas, hasta que Heinrich Harrier, el alpinista y viajero autor de «Siete años en el Tíbet», contrató a un detective privado que se encontró con que el autor, Cyril Henry Hoskin, era hijo de un fontanero, no hablaba tibetano y nunca había salido de su país. El autor reconoció haber nacido como Hoskin, pero contó que su cuerpo había sido poseído por el lama Rampa.
Sin embargo y a pesar de todo, sigo pensando que «El tercer ojo» es un libro muy recomendable si se lee como una novela, bien escrito, interesante y muy sugerente. Cuenta en detalle la vida de un niño de siete años que ingresa en un monaterio tibetano para ser educado como un lama. Y creo que el autor se informó basante bien, porque el texto es una introducción aceptable a esa cultura. Al fin y al cabo, todos los escritores tienen algo de cuentistas y simuladores, y parece que nuestro hombre algo de habilidad tenía. Su obra fué la primera que leyeron muchos grandes especialistas en el país del Himalaya y la que les hizo interesarse por su cultura. Como detalle curioso recuerdo que describe personas volando utilizando cometas especiales, justo unos años antes de que apareciese el ala delta.
En fin, un superventas del pasado que describe un mundo fascinante y lejano. Creo vale la pena buscarlo y leerlo si es que no lo habéis hecho en su momento, especialmente apropiado como lectura de aventuras y entretenimiento.
Tuesday Lobsang Rampa fué el seudónimo literario de Cyril Henry Hoskin (Plympton, 1910 - 1981), un escritor inglés autor de diecinueve libros sobre espiritualidad, ocultismo, el Tíbet y los fenómenos paranormales. En 1948 adoptó legalmente el nombre de Carl Kuon Suo, antes de firmar como Lobsang Rampa. La prensa británica le acusó de charlatán y farsante, y Hoskin se fué a vivir primero a Irlanda, luego a Uruguay y finalmente a Canadá.
T. Lobsang Rampa (Cyril Henry Hoskin)
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Yo también leí este libro en la adolescencia, era casi un sacrilegio no leerlo :D Pero reconozco que no lo releería, ni siquiera como tú dices, haciéndolo como si fuera una novela. Te agradezco la reseña por los recuerdos que me ha traído ;) Un saludo.
ResponderEliminarCOMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderEliminarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente.
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años
Gracias, Joaquín. Tienes razón, hay gente que tiene los intermitentes nuevecitos, sin estrenar ;-)
EliminarSalud y libros.
Me gusta su metáfora, al final lo importante era el mensaje....
ResponderEliminarHace algunos 10 años lo encontré en casa de mis papás (seguro a alguno de mis hermanos se lo recomendaron en el colegio) y lo leí, varias cosas me parecían sospechosas, como las cometas humanas, sin embargo lo terminé, era entretenido, nunca vi una nota o comentario en esa edición que advirtiera sobre la veracidad, he visto algunos comentarios de personas que creen que en su momento logro que el Tíbet tuviera cierto reconocimiento a nivel mundial por las millonarias ventas de estas novelas y eso era positivo, personalmente creo que no se debe recomendar esta lectura más de lo que se recomienda una serie divertida en Netflix, desdibuja y banaliza el legado cultural del budismo, también debo añadir que me es singularmente parecido al caso del libro de los Mormones, es desconcertante cuanta gente, aún hoy día, sigue con inquebrantable fe y rigurosidad éstas patrañas
ResponderEliminarGracias, Óscar, por tu comentario. Tienes mucha razón en lo que dices. Es una novela que marcó mi adolescencia porque era al superventas que leía todo el mundo, pero desde luego, debe leerse como una novela de aventuras y saber que su autor era un completo fraude. Salud y libros.
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