Título: Las cigüeñas son inmortales
Autor: Alain Mabanckou
Páginas: 280
Editorial: Libros del Asteroide
Precio: 20,95 euros
Año de edición: 2022
Pues aquí tenemos una obra verdaderamente africana hasta la médula, de las que te hacen sentir el polvo y el calor del sol abrasador mientras las lees. Se trata de una novela de crecimiento, en la que vamos a acompañar a Michel, un chaval congoleño de diez u once años que vive en Pointe-Noire, la segunda ciudad más poblada de la República del Congo, con sus padres, Papá Roger y Mamá Pauline.
Los adultos piensan que Michel es un holgazán que se pasa el día soñando despierto, anotando cosas en pedazos de papel, como si hubiera une pelea de cucarachas en el interior de su cerebro. Pero en realidad, es un chico bienintencionado y respetuoso, que evita ver la desnudez de una mujer, porque eso es una cosa muy grave y puede repetir curso tontamente por la maldición que le caería. Tampoco quiere describir cosas que no debe, porque si no van a pensar que él, Michel, es un exagerado y a veces dice groserías sin darse cuenta. Es un buen ciudadano, cree en la revolución socialista congoleña y sabe que las cigüeñas blancas de la revolución son inmortales, porque simbolizan a los jóvenes guardines del movimiento. Él es una cigüeña blanca.
En este libro veremos cómo funciona la tienda de comestibles Según el caso, que utiliza una foto del camarada presidente Marien Ngouabi como testigo para fiar a la gente, que a veces te pueden echar cayena en los ojos, que algunos se burlan de los pobres europeos y de sus líderes presidentes, incapaces de serlo hasta su muerte, que detrás de la puerta de la felicidad siempre se encuentra la desgracia, que hay lugares en los que las mujeres se afeitan la cabeza durante el duelo y la poligamia es algo habitual, que hay países en los que conviven con dificultad multitud de etnias diferentes, que la lista de dirigentes africanos asesinados en África y Europa es muy larga, que una buena mujer debe ser hacendosa y estar gordita, cómo utilizar trucos para enamorar a las chicas, que en esta vida no todo es comercio, que la gente respeta a quienes llevan las rayas del pantalón bien planchadas y muchas cosas más, que convierten este texto en una especie de enciclopedia abreviada de cultura e historia africanas.
En fin, un texto estupendo, colorido, lleno de sabores y olores, exótico y fascinante, que nos permite conocer, al menos literariamente, la vida cotidiana en la República del Congo, su cultura ancestral, algunos de los hitos de su historia reciente como la pelea de Alí y Foreman, y también la violencia que viene de la mano de la inestabilidad política. El protagonista, tras el que no cuesta mucho ver un alter ego del autor, tendrá que madurar, abandonar sus ensoñaciones y tomar una decisión que le supondrá entrar en una madurez agridulce.
Una novelita sensacional, con muchos trucos, en la que la dispersión mental del joven Michel sirve para que el lector se entere de muchas cosas. Está escrita con mucha habilidad y sus páginas están empapadas de la esencia de África. Una maravilla, no la dejéis escapar.
La traducción del original en francés es obra de la malagueña Regina López Muñoz, una mujer muy polivalente que traduce narrativa del inglés, francés, italiano y portugués; un portento, vaya.
Alain Mabanckou (Pointe-Noire, 1966) es un escritor congoleño. Hijo de una vendedora de bananas y un recepcionista de hotel, aprendió por su cuenta a hablar varias lenguas africanas —Bembé, Laari, Vili, Kamba, Munukutuba y Lingala— antes de empezar a ir al colegio con seis años, donde aprendió además francés.
Estudió Filosofía y Letras en el Liceo Karl Marx de Pointe-Noirre. Comenzó a estudiar Derecho en Brazaville y obtuvo una beca a los 22 años para estudiar en la Universidad París-Dauphine, en la que acabó sus estudios. Cuando estudiaba en el Congo ya escribía, pero no empezó a publicar hasta que acabó la carera y comenzó a trabajar para la compañía Suez-Lyonnaise des Eaux. Su primer libro, un volumen de poesía, vio la luz cuando tenía 27 años y su primera novela, cuando tenía 32.
Ha publicado 5 novelas, 6 tomos de poesía y un buen número de relatos y traducciones. Ha obtenido importantes premios, como el Premio Renaudot en 2006 por «Memorias de un puercoespín». Ha sido profesor de Literatura Francófona y Escritura Creativa en la Universidad de Michigan durante cuatro años y actualmente enseña esas materias en la UCLA. Vive en Estados Unidos y tiene las dos nacionalidades, la francesa y la congoleña.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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